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El Gobierno hizo una "excepción" legal para designar en un cargo diplomático a una española sin vínculos con el país

El Gobierno hizo una

Polémico nombramiento de Eva María Carrasco Bañuelos como directora del Colegio Mayor Argentino, institución histórica del Estado con sede en Madrid. Saltearon la obligatoriedad de que tenga nacionalidad local. Es la pareja del libertario alemán Philipp Bagus, autor del libro “La Era Milei”, amigo del Presidente.

El Gobierno dejó expuesta la polémica designación de una española sin vínculos con la Argentina al frente de un cargo diplomático en Madrid, con sueldo en euros. Se trata del nombramiento de Eva María Carrasco Bañuelos como directora del Colegio Mayor Argentino, institución histórica del Estado argentino en la capital española, que elDiarioAR reveló en enero pasado. Para salvar el impedimento legal de designar en un puesto diplomático argentino a una extranjera, que coincidentemente es la pareja del libertario alemán Philipp Bagus, autor del libro “La Era Milei”, la Casa Rosada debió dejar consignada en los últimos días de una excepción de “requisito de nacionalidad” en el Boletín Oficial.

La resolución lleva las firmas del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, con fecha el 10 de abril. Tras ese atajo legal, el lunes ya fue formalmente designada.

Carrasco Bañuelos no cuenta con experiencia académica comprobable que la acredite para estar al frente del Colegio Mayor Argentino y en su momento ya fue cuestionada por haber sido ungida en el cargo gracias al vínculo personal de Milei con Bagus, quien dedica buena parte de sus apariciones públicas a alabar al Presidente.

Javier Milei y Philipp Bagus, autor del libro

Este medio supo que Carrasco Bañuelo viajó especialmente a Buenos Aires en febrero para sellar con el propio Presidente su designación. El salario que tendría rondaría los 7.500 euros, supo elDiarioAR de distintas fuentes.

La orden de la designación llegó al ministerio de Pettovello directamente desde Presidencia, es decir, de Javier y Karina Milei. Todo, pese a que el puesto depende de la Secretaría de Educación, a cargo de Carlos Torrendell, y a que, a su vez, Cancillería suele tener alta injerencia en la distribución de cargos del Estado en el exterior. La elección a dedo de la nueva funcionaria se sumó al desconcierto diplomático por los desmanes que ocurrieron últimamente en la Embajada argentina en Madrid tras la salida de Roberto Bosch y el desembarco accidentado de Alejandro Alonso Sainz.

“Exceptúase a la licenciada Eva María CARRASCO BAÑUELOS (D.N.I. N° 96.435.906) del requisito de nacionalidad para el ingreso a la Administración Pública Nacional establecido en el artículo 4°, inciso a) del Anexo a la Ley N° 25.164, al solo efecto de posibilitar su designación en el cargo de Directora del COLEGIO MAYOR ARGENTINO ‘NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN’ en la Ciudad de MADRID - REINO DE ESPAÑA, dependiente de la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN del MINISTERIO DE CAPITAL HUMANO”, se lee en la Decisión Administrativa 8/2025, con las firmas de Francos y Pettovello. En el párrafo llama la atención un detalle: Carrasco Bañuelos ya cuenta con DNI argentino con una cifra habitual para los documentos que se otorgan a extranjeros que se radican en el país (N° 96.435.906).

La excepción legal para que la española sea funcionaria argentina.

Este lunes, dos semanas después de esa excepción, Pettovello confirmó la designación de Carrasco Bañuelos en el Colegio Mayor Argentino a través de la Resolución 183/2025, aunque el cargo es retroactivo a febrero y tienen una duración de tres años, lo que le queda de mandato a Milei hasta 2027. 

El artículo 1 reza: “Desígnase a la Licenciada Eva María CARRASCO BAÑUELOS (D.N.I. N.º 96.435.906), en el cargo de Directora del COLEGIO MAYOR ARGENTINO ‘NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN’ en la Ciudad de MADRID, REINO DE ESPAÑA, dependiente de la SECRETARÍA DE EDUCACIÓN del MINISTERIO DE CAPITAL HUMANO, a partir del 5 de febrero de 2025 y por el termino de TRES (3) años, de conformidad con lo establecido en el artículo 8, inciso 2) de la Reglamentación del Estatuto de dicho Colegio, aprobada por el Decreto Nº 1125/88 y sus modificatorios”.

A su vez la resolución dicta que la designación se otorga como “carácter de propuesta del Gobierno Argentino al Rector de la Universidad Complutense de Madrid”. Los gastos corren por cuenta del Estado argentino: “El gasto que demande el cumplimiento de la presente medida será atendido con cargo a las partidas específicas de la JURISDICCIÓN 88 - MINISTERIO DE CAPITAL HUMANO, SUBJURISDICCIÓN 04 - SECRETARÍA DE EDUCACIÓN”, dice el artículo 3.

Qué es el Colegio Mayor

El Colegio Mayor es una residencia universitaria con más de medio siglo de existencia y está ubicada en una zona verde y privilegiada del este madrileño. La función que le corresponde a Carrasco Bañuelos supone la administración del centro que depende del Estado argentino y la organización de actividades culturales.

El Colegio Mayor lleva el nombre formal de “Nuestra Señora de Luján” y fue inaugurado el 22 de octubre de 1971. Forma parte de los 42 Colegios Mayores que integran la Ciudad Universitaria de Madrid. Adscripto a la Universidad Complutense, su edificio fue diseñado por los arquitectos Horacio Baliero y Carmen Córdova, según un dossier oficial publicado por el gobierno argentino en 2023. Los orígenes del Colegio se remontan al año 1947, durante el primer gobierno de Juan Perón, año en el que se firmó un importante protocolo entre Argentina y España con el propósito de fortalecer los lazos históricos y culturales.

MC

Lo que no se vio del debate porteño: el gesto intimidante de Santiago Caputo, la perra de Yamil Santoro y un cruce entre libertarios

Lo que no se vio del debate porteño: el gesto intimidante de Santiago Caputo, la perra de Yamil Santoro y un cruce entre libertarios

Entre propuestas medidas y gestos ensayados, la discusión televisiva dejó postales que no salieron al aire. El rol protagónico del asesor del presidente Milei, que acompañó a Adorni. Qué hicieron Lospennato, Marra, Leandro Santoro y Larreta.

A las 19.26, la escena cambió. Entre gritos, flashes y empujones, Santiago Caputo irrumpió en el estudio del Canal de la Ciudad con un traje beige que desentonaba en medio del protocolo de tonos oscuros. No estaba Karina Milei. Fue él —el principal asesor del presidente Javier Milei, cada vez más expuesto— el único representante de peso del Gobierno en acercarse al debate porteño. Caminó hacia el escritorio de acreditaciones de Esparza 39, sin emitir palabra. Cuando un fotógrafo lo enfocó con su cámara, Caputo reaccionó: tomó la credencial que colgaba del cuello del reportero gráfico Antonio Becerra, la sostuvo unos segundos y luego le hizo una captura con su propio celular. No dijo nada. El gesto habló por él.

La escena más tensa de la previa no ocurrió frente a cámara, sino en el interior del estudio, lejos de los micrófonos. Según reconstruyeron testigos, apenas ingresó al lugar, Caputo cruzó a Ramiro Marra. Fue un intercambio breve, seco, pero cargado de significado. “Maleducado no soy”, le dijo, en voz baja pero audible. Marra no respondió. El cruce, que quedó regristrado en un video, dejó flotando el malestar entre dos figuras que supieron ser amigos y hoy están en la vereda de enfrente.

Minutos antes que Caputo había ingresado Manuel Adorni. El vocero presidencial, que encabeza la lista de La Libertad Avanza, llegó sin estridencias pero con una estrategia ya definida: hablarle a las cámaras como lo hace cada mañana desde Casa Rosada. Rechaza el coaching, apela a su instinto. Venía fogueado: la noche anterior había sido el orador central en la cena de la Fundación Libertad, donde reemplazó a Milei frente a la elite política y empresaria. Allí ensayó el tono que trajo esta noche: ajuste fiscal, ataque al kirchnerismo, defensa del Presidente como “el que cumple”. Minutos antes de pisar el estudio, había encendido la previa con un mensaje en redes: “Vamos a cerrar el Canal de la Ciudad”.

El primero en llegar había sido Ricardo Caruso Lombardi, exdirector técnico de fútbol y actual cabeza de lista del MID. “Estoy aburrido de que los políticos prometan cosas y nunca las cumplan”, dijo, fiel a su estilo directo. Luego apareció Yamil Santoro, de Republicanos Unidos, protagonizando una postal insólita: intentó entrar con su perra Violeta. El reglamento fue más fuerte: no se admiten animales en el estudio. Santoro dejó a su bull dog afuera y siguió su camino.

Yamil Santoro y su perra Violeta.

El último en ingresar al canal fue Leandro Santoro. El candidato de Unión por la Patria llegó en silencio y apenas habló dentro: “Es importante que cuidemos las formas. Hoy se trata de encontrar respuestas, no de sacar ventaja”, dijo, en un tono conciliador. Llegó fortalecido por encuestas que lo ubican como el candidato más votado en la Ciudad, impulsado por la fragmentación del voto de centroderecha. Su apuesta es clara: reforzar su perfil de peronista moderado, con anclaje alfonsinista y una narrativa de “racionalidad” frente a la grieta.

La estrategia del PRO fue completamente distinta. Silvia Lospennato, que encabeza la lista amarilla, trabajó durante semanas su intervención junto a María Eugenia Vidal y el consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí. Buscó proyectar solvencia técnica, evitar ataques personales pero dejar planteado un mensaje de fondo: denunciar la demora de la ley de Ficha Limpia y sugerir un pacto subterráneo entre kirchneristas y libertarios. En su entorno reconocen que se entrenó particularmente para resistir embates sobre la gestión de la Ciudad.

Marra, en tanto, intentó desdramatizar públicamente su cruce con Adorni, pese a que su figura en el electorado libertario todavía divide aguas. “No hay confusión entre Marra y Adorni, cada uno tiene sus propuestas. El ganador no es el más picante, sino el que logra más acuerdos legislativos”, dijo al llegar. Pero adentro, la tensión con Caputo marcó el tono.

En el estudio también estuvo Horacio Rodríguez Larreta. Aunque en los papeles juega un rol secundario como candidato, su objetivo no era otro que volver a instalar su figura post-PRO. Rodeado de su mesa chica —Emmannuel Ferrario, Gualupe Tagliaferri, Pablo Avelluto—, Larreta insistió en la necesidad de “reencarrilar la gestión” y de ofrecer una salida institucional al desencanto porteño.

Santiago Caputo en la cena anual de la Fundación Libertad.

Tras bambalinas

El debate, que comenzó a las 20 y se transmitió por el Canal de la Ciudad, se organizó en cuatro bloques temáticos: presentación, propuesta legislativa, preguntas cruzadas y cierre. La estructura fue estricta: nada de celulares, gráficos, ni documentos extensos; sólo punteos en papel. La ausencia de Vanina Biasi (FIT-U), quien fue reemplazada por Luca Bonfante, no alteró el esquema original.

En los intervalos, cuando se apagaban las cámaras pero el aire seguía cargado, la política se hacía carne. Mientras algunos candidatos aprovechaban para estirar las piernas o repasar apuntes con sus asesores, otros elegían el silencio. En esos breves cortes, se vio a Santiago Caputo moverse con naturalidad por detrás del set, siempre cerca de Adorni. Fue con él con quien conversó, entre murmullos y gestos discretos, acompañado por el Director Nacional de Estudios de la Gestión Gubernamental, Julián Hampton, y Bettina Angeletti, pareja del candidato libertario. No hubo arengas ni directivas explícitas, pero sí una comunicación fluida, como quien conoce el libreto de memoria.

Los asesores del resto de los candidatos también se movían, intercambiando señales, relojeando la duración de cada intervención. Algunos anotaban cosas en hojas sueltas, otros discutían con señas qué tono debía adoptar su candidato en el siguiente bloque. El set, austero pero funcional, vibraba con esa mezcla extraña de televisión en vivo y política real.

Más allá del formato, lo que se jugó esta noche fue otra cosa. Cada candidato llegó con un objetivo de fondo: no solo ganar una banca en la Legislatura, sino proyectarse como figura en un escenario de poder fragmentado.

La Ciudad, que alguna vez fue bastión de certezas para el PRO, hoy aparece como tablero incierto donde todos prueban suerte. Esta noche en Esparza 39 no hubo ganadores claros ni derrotas estrepitosas. Pero quedó flotando una certeza: el orden político que conocimos ya no existe. Y lo que viene, todavía, está en pleno proceso de construcción.

PL/JJD

Adorni negó la intimidación de Caputo a un fotógrafo: "Santiago quería ver cómo había salido en la foto"

Adorni negó la intimidación de Caputo a un fotógrafo:

El vocero-candidato oficialista intentó despegar al asesor presidencial del incidente con un reportero gráfico que le tomó una imagen al entrar este martes al Canal de la Ciudad.

El Gobierno no pude despegarse de la polémica que abrió el asesor presidencial Santiago Caputo por intimidar a un fotorreportero este martes en la previa al debate de candidatos porteños. La explicación oficial la dio el vocero oficial y postulante de la Libertad Avanza, Manuel Adorni, quien fue testigo del incidente en el ingreso del Canal de la Ciudad.

“La intención de Santiago era efectivamente ver cómo había salido en la foto”, explicó Adorni esta mañana en conferencia de prensa en la Casa Rosada. Pese a su explicación, no hubo contacto de ningún tipo desde el Gobierno con el fotógrafo Antonio Ceballos, que hizo la cobertura para el diario Tiempo Argentino.

El momento en que Santiago Caputo mira la credencial de un fotorreportero que le tomaba imágenes al entrar al debate porteño.

“Si me sacas una foto, tenga una cuota de poder o no, tengo el derecho de sacarte una foto”, planteó Adorni en su exposición. Agregó que Caputo “quería saber quién era el periodista y me parece que está bien”.

Como contó elDiarioAR y registró en una imagen exclusiva, Caputo al ingresar anoche al Canal de la Ciudad caminó hacia el escritorio de acreditaciones de Esparza 39 y cuando un fotógrafo lo enfocó con su cámara, el asesor -que no es funcionario- reaccionó: tomó la credencial que colgaba del cuello de Becerra, la sostuvo unos segundos y luego le hizo una captura con su propio celular. No dijo nada.

“Fue incómodo para todos. Era un ámbito donde había mucha gente. Había desorganización a la entrada y salida del canal”, planteó como excusa Adorni.

MC

Milei desembarca en Lugano para apoyar a Adorni y reactivar la campaña porteña

Milei desembarca en Lugano para apoyar a Adorni y reactivar la campaña porteña

El Presidente vuelve este miércoles a la calle. Será en el barrio del sur de la Ciudad donde realizó su primera recorrida de 2023. Tendrá como objetivo apuntalar a su vocero-candidato y cerrar filas en torno al armado libertario que conduce Karina Milei.

Después de una semana de luto por la muerte del papa Francisco, la campaña electoral en la ciudad de Buenos Aires se prepara para retomar su ritmo. Y lo hará con un movimiento de alto voltaje simbólico: según había anticipado elDiarioAR, Javier Milei tendrá su primera aparición proselitista del año esta semana. Será este miércoles a las 17 en Villa Lugano, en la dirección Delfín Gallo 5742, para acompañar a su vocero y candidato a legislador, Manuel Adorni.

Será la primera vez que Milei salga a la calle en la campaña porteña. Pero, fiel a su estilo, no será una caravana masiva ni un acto tradicional: el operativo está pensado como una aparición breve, controlada, sin globos, sin escenografía partidaria y bajo un estricto esquema de seguridad. La elección de Villa Lugano no es casual: en ese mismo barrio, en 2023, Milei había realizado una de sus primeras actividades públicas de su campaña presidencial, cuando realizó un acto en el Club El Ideal y lanzó la candidatura de Ramiro Marra para la jefatura de Gobierno porteño. También allí, en las legislativas de 2021, había conseguido su mejor desempeño electoral en la Ciudad.

Milei y Adorni harán una recorrida por el barrio de Lugano.

La recorrida se había pospuesto en varias oportunidades. Inicialmente, el plan era realizarla en Plaza Irlanda, en Caballito, pero el equipo de seguridad presidencial recomendó mudar el evento por razones logísticas. Pesaban, además, otros factores: la posibilidad de protestas opositoras y la costumbre de la Casa Rosada de mantener en reserva cada desplazamiento del jefe de Estado. “No queremos que se organicen para pudrirla”, explicaban con crudeza en Balcarce 50.

Milei ya había puesto su firma en la campaña de Adorni con un spot grabado semanas atrás, en el que lo bendice explícitamente como su “voz en la Ciudad”. Pero ahora decidió poner también el cuerpo, en un intento de nacionalizar la elección porteña, empujar desde arriba y, al mismo tiempo, blindar a su hermana Karina Milei del fuego cruzado que llega desde el PRO. Karina —arquitecta silenciosa de toda la estrategia— evita aparecer en actos, afiches o spots, aunque nadie duda de que maneja la lapicera. La lista violeta que encabeza Adorni responde de manera directa a ella, con Pilar Ramírez como jefa de bloque y operadora de confianza. “Está en todo, aunque no se vea”, resumen en su entorno.

Afiches de Manuel Adorni y Javier Milei que aparecieron esta semana en las calles porteñas.

La aparición de Milei en Lugano forma parte de una reactivación planificada de toda la maquinaria oficialista tras el impasse del duelo papal. El primer paso había sido dado la semana pasada por Patricia Bullrich, que acompañó a Adorni en una caminata discreta por Recoleta, sin aparato partidario y bajo la consigna de “nada fingido”, uno de los lemas que repite el vocero en su campaña para diferenciarse de la política tradicional.

Adorni llegará a la recorrida con el envión discursivo que dejó su participación en la cena anual de la Fundación Libertad y en el debate de candidatos que se realiza esta noche, donde intentará capitalizar su exposición mediática para fortalecer su posición en la Ciudad.

Lo que ya está cerrado es el cierre de campaña. Será en Plaza Holanda, escenario donde en 2021 Milei dio su primer acto político como candidato. Esta vez, la puesta será deliberadamente austera: un pequeño escenario, sin escenografía, sin carteles partidarios, sin otro orador que el propio Presidente. “Un mini mini Parque Lezama”, ironizan en los pasillos libertarios.

PL/MG

Preguntas sin respuestas, nerviosismo y gritos: Francos titubeó en su defensa de los Milei por el caso $LIBRA

Preguntas sin respuestas, nerviosismo y gritos: Francos titubeó en su defensa de los Milei por el caso $LIBRA

El jefe de Gabinete apostó a replicar la defensa que ya había hecho el Presidente en la televisión. La incógnita sobre los tiempos del tuit presidencial y el lanzamiento del proyecto Viva la Libertad Proyect.

—El número de contrato, la página web, ¿fue una creación del Presidente?

—No, él tomó la información pública.

—¿De dónde obtuvo el código y la página web Viva la Libertad Proyect?

—Era información pública, es lo que estableció el Presidente.

—Pero en la página web, en el momento que [Javier] Milei tuitea, todavía no estaba el número del contrato. Hay una coordinación evidente, entonces: ¿quién le envió a Milei el número de contrato?

—Esa es su opinión, pero el Presidente dice que la información era pública.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó mantenerse imperturbable durante la interpelación de la Cámara de Diputados. Había estudiado el guión de memoria y, ante cada arremetida opositora sobre el caso $LIBRA, respondía con alguna variante de lo que Javier Milei ya había declarado en una entrevista televisiva poco después de que estallara el criptoescándalo. Por momentos, sin embargo, había grietas: resquicios por los que las preguntas opositoras penetraban el relato blindado y, ahí, Francos se mostraba nervioso.

El primer intercambio que tuvo con el diputado de Unión por la Patria, Itai Hagman, fue un ejemplo de la dinámica que se viviría en la primera interpelación a un funcionario nacional en más de 30 años. Una repetición de frases trabajadas, basadas en declaraciones televisivas de Milei, que giraban en torno a tres ejes: que el proyecto Viva la Libertad era una iniciativa entre “privados”, que Milei solo había difundido su existencia y que el Ejecutivo no había tenido injerencia sobre el proyecto. 

Había una pregunta, sin embargo, que Francos no lograba responder. Hagman sería el primero en formularla, pero los diputados opositores la repetirían con insistencia durante horas. Esto es: si antes del tuit de Milei la web de Viva la Libertad Proyect y el número del contrato del token $LIBRA no existían, ¿cómo podía ser que el Presidente se enterara del proyecto por “la información que circulaba de manera pública”? 

Juan Marino, Sabrina Selva, Itai Hagman y Carolina Gaillard debaten con la bancada peronista

Los diputados de Unión por la Patria serían los más agresivos, llevando a que Francos muchas veces titubeara. Cuando Sabrina Selva y Hagman inquirían si el Gobierno había tenido un listado de las pymes que, supuestamente, serían beneficiadas por el proyecto difundido por Milei. O, al menos, cuándo comenzaría la iniciativa. Francos respondía, como un robot: “Como dijo el Presidente, era una relación entre privados. La administración pública no tuvo nada que ver con quienes podían intervenir en un proyecto privado. Es información privada”, repetía.

¿Le parece correcto que el Presidente publique un proyecto privado del que no tiene información?”, le consultaba Juan Marino (UxP). “Yo no sé si es correcto. No está normado. Pero estoy convencido de que era bueno para el país”. 

Marino insistió, al igual que harían después varios diputados opositores, sobre las denuncias por cobro de coimas que pesaban sobre la secretaria de la Presidencia, Karina Milei. Se refirió desde la denuncias por compraventa de candidaturas de Juan Carlos Blumberg hasta la de Juan Carlos Pallarols. “Se hace eco una persona que se hacía llamar ingeniero y no tenía título. Si se guía por noticias periodistas, llévelo a la Justicia”, le respondió el jefe de Gabinete, molesto.

Martín Menem dialoga con el jefe de la bancada peronista, Germán Martínez

La interpelación se había organizado de manera tal que cada bloque opositor pudiera ejercer el rol del interpelador. Y, si UxP había cumplido con el rol de policía malo, el pichettismo de Encuentro Federal asumiría el rol de policía bueno. “Si alguien lo engañó, él tiene que denunciarlo y no permanecer en silencio por 70 días. Hizo lo que hizo en su investidura presidencial”, le recomendó Nicolás Massot, quien demandó la presencia de Karina Milei y Manuel Adorni. “Ningún funcionario tiene nada que ver con la relación de Libra y sus inversores”, le respondió Francos.

¿A usted le gusta el mar o la montaña, jefe de Gabinete?”, irrumpió, entonces, el jefe del radicalismo díscolo, Pablo Juliano. “Capaz quiere hablar de otra cosa porque no respondió nada de lo que se le pregunta”, lo cruzó Juliano, entre los gritos indignados de la bancada libertaria. Martín Menem lo interrumpió y le pidió, enojado, que no le faltara el respeto a Francos: un pedido que se repetiría, a veces a los gritos, a lo largo de toda la sesión. Especialmente a medida que las respuestas de Francos se iban convirtiendo, cada vez más, en un “no lo sé” o “eso ya lo respondí”.

Muchas veces, cuando el oficialismo observaba que Francos estaba incómodo, los alfiles libertario saldrían a los gritos a defender a su jefe de Gabinete. “Eso ya lo respondió” o “Se acabó el tiempo” eran dos bramidos habituales del jefe de bancada Gabriel Bornoroni, que aprovechaba para interrumpir a los diputados opositores cuando veía que la tensión contra el jefe de Gabinete escalaba. “Che, están más nervioso ustedes que Francos”, le responderían, entre risas, Hagman o Juliano. Por fuera de esos gritos, sin embargo, LLA casi ni participaría de la sesión. Solo para sacarse, de vez en cuando, una selfie con Francos.

En un momento, sin embargo, Francos dejaría de responder las preguntas. En uno de los bloques de respuestas, incluso, el jefe de Gabinete se dedicaría a enumerar las causas de corrupción que involucran a dirigentes del kirchnerismo. Y remataba, ante cada denuncia, con la misma pregunta: “¿Alguna vez se creó una comisión investigadora o se interpeló un funcionario?”. A unos metros, como si formara parte de una coreografía, la libertaria Lorena Villaverde agitaba una foto de Alberto Nisman, mientras Francos mencionaba el memorándum de entendimiento con Irán y la muerte del exfiscal. 

Sos un caradura”, le gritaban los diputados del peronismo, ubicados apenas a unos pasos del jefe de Gabinete. “Vos sos un caradura”, le respondió, furioso, el propio Francos.

Guillermo Francos y Germán Martínez, charlando sonrientes después de discutir

La sesión se extendió durante varias horas más, hasta pasadas las 10 de la noche. En los pasillos se rumiaba el mismo chiste, que un diputado opositor había verbalizado en el recinto: “Esta reunión podría haber sido un mail”

No sería la última, sin embargo. Tarde a la noche, la oposición logró acordar con Menem volver a citar a Mariano Cúneo Libarona y Luis Caputo, los dos grandes ausentes, para el 14 de mayo. La novela $LIBRA recién comenzaba.

MC/JJD