Villa Angus

Código Postal 2800

Noticias de Buenos Aires

Habla la denunciante de Alperovich, tras la condena a 16 años de prisión: "La justicia me hizo sentir limpia"

Habla la denunciante de Alperovich, tras la condena a 16 años de prisión:

Pasaron pocos días desde que José Alperovich fue condenado a 16 años de cárcel por haber violado y abusado de su sobrina y ex secretaria. Fue trasladado directamente a la cárcel federal de Ezeiza y no podrá acceder a cargos públicos nunca más. “La justicia me hizo sentir limpia. Siempre me sentí digna, pero ahora encontré justicia”, fueron las palabras de la denunciante después de conocer la sentencia.

Todavía lo sentimos en el cuerpo. Hace  4 años y medio que acompañamos a la denunciante, fuimos su voz, su equipo técnico, y sus amigas. Construimos complicidad y paciencia, confianza y afecto, y construimos una obra de ingeniería feminista contra la impunidad.

Nuestros encuentros, que en un primer momento fueron casi cotidianos y luego se espaciaron por el letargo judicial, se caracterizaron por la escucha, los abrazos y las risas, a pesar de tanto horror, encontrábamos las maneras de reír y así seguir sanando. En ese aquelarre de tres, cada una ponía su dolor, lo quemábamos simbólicamente, y aspirábamos ese humo como transformador. Fuimos alquimistas, y hoy lo podemos ver así. Al miedo lo transformamos en coraje, al dolor en combustible, al abuso en justicia. Ahí donde hubo miedo y abandono, construimos un núcleo duro.

Convertirse en la voz

El día que se hizo pública la denuncia contra Alperovich, se presentaba en Tucumán el libro que contaba la historia de Belén, una joven que estuvo presa por un aborto espontáneo y que las redes feministas lograron liberar. En este caso Celina (De la Rosa, una de las autoras de esta nota) también participó activamente. Teníamos previsto un conversatorio con periodistas al día siguiente. Nuestros teléfonos ardían. Aún no había vocera y todos los medios nacionales buscaban a la denunciante, al abogado, a alguien que pudiera hablar sobre lo que estaba pasando en la provincia. A última hora de ese sábado 23 de noviembre de 2019 llegó el mensaje: “Mili, ¿puedo hacerte una pregunta complicada?”. Aparecía por primera vez la palabra vocera, la propuesta de ocupar ese rol con la promesa del sostén de un grupo. A la denunciante la conocíamos muy poco: al día siguiente nos reunimos tarde en su departamento, leímos la causa, su denuncia y nos preparamos para la ratificación en Tucumán que sería al día siguiente. 

2019 - 2024. Milagros Mariona en su debut como vocera y el día de la sentencia. Su figura fue clave para mantener el anonimato de la denunciante ante la consulta de los medios.

Como feministas habíamos tenido experiencias previas de trabajar en la comunicación de casos de vulneración de derechos. Ya habíamos trabajado juntas en el caso Lucía, una niña tucumana abusada sexualmente por su abuelastro, quien fue obligada a continuar un embarazo forzado. Gracias a la lucha de las organizaciones y el impacto mediático que generó la noticia, logró finalmente acceder a un aborto no punible. 

Como tucumanas, habíamos transitado parte de nuestra juventud bajo los 12 años de mandato de Alperovich. Esos gobiernos estuvieron signados por dos casos emblemáticos que dejaron marcas claras de impunidad: la desaparición de Marita Verón y el femicidio y abuso sexual de Paulina Lebbos. Ambos casos modificaron la manera en la que, particularmente las mujeres, podían transitar la vida pública, los peligros que corrían y el mensaje implícito de la falta de justicia. 

Como jóvenes, encontramos en la organización y en la lucha un refugio, un arma contra el miedo. Si no podíamos vivir en paz, debíamos transformar la realidad. Cada una con una trayectoria diferente, pero siempre feminista, años mas tarde nos encontraríamos y nuestras luchas se hermanarían. 

Así fue que aquel noviembre de 2019 nos embarcamos en esta empresa que parecía titánica y que tenía como protagonista a una joven de 29 años, completamente rota, pero con un claro deseo y convicción de encontrar reparación y justicia. 

Armar equipo 

Lo primero que tuvimos que hacer fue construir confianza. No nos conocíamos y ella necesitaba confiar en nosotras y nosotras en ella para poder llevar todo esto adelante. La confianza de ella venía muy horadada: había golpeado puertas y todas se le habían cerrado. Nadie se animaba. El camino no fue lineal, sino sinuoso y al borde del precipicio, pero esa confianza que logramos forjar nos mantuvo fuertes y unidas en cada paso que fuimos dando. 

En un segundo momento, tuvimos que ejercitar la paciencia, porque además de sinuoso, el camino era lento, atravesado incluso por una pandemia que paralizó absolutamente todo. Los tiempos de la Justicia nunca son los debida diligencia, la revictimización es moneda corriente y la falta de información disponible para la víctima es desesperanzadora.  

16 años de condena por nueve hechos de abuso sexual contra su sobrina y ex secretaria, quien atravesó siete instancias judiciales hasta la sentencia del 18 de junio

El caso de Thelma Fardín, quien relató el abuso sexual que había sufrido por parte del actor Juan Darthes a través de un video expuesto en una conferencia de prensa rodeada por sus compañeras de Actrices Argentinas, marcó a la sociedad argentina. A raíz de esto se aumentaron exponencialmente las denuncias por abuso. La denunciante de Alperovich escuchó a Thelma ese diciembre de 2018. Los peores abusos ya los había sufrido. 

Proteger la intimidad de la víctima

Uno de los hitos que podemos marcar en este caso fue la posibilidad de proteger la identidad y la imagen de la denunciante durante todo el proceso. Ella eligió hacerlo a través de una carta pública, que se distribuyó y potenció a través de las redes construidas en las luchas feministas colectivas. ¿Por qué las víctimas de abusos sexuales se ven obligadas a hacer público su padecimiento? ¿Por qué tienen que seguir exponiéndose? En este caso, las respuestas las encontramos por la asimetría de poder explícita que existía entre la víctima y el victimario, en la respuesta patriarcal que continúa brindando el Poder Judicial a las mujeres y personas del colectivo LGBTIQ, y el abuso de poder en el ámbito político que caracterizó este caso. 

A pesar de las presiones de algunos medios de comunicación, que insistían en entrevistar a la denunciante, logramos sostener durante cinco años una elección que había sido de la joven. Nosotras la respetamos. Ya nadie podría elegir de nuevo exponerla para su propio rédito. 

Encontramos las maneras de llevar su voz a la agenda pública sin la necesidad de que ella continúe exponiéndose. Ella ya había hecho suficiente. Primero al soportar en su cuerpo los vejámenes y las violencias, que quedaron demostradas durante el juicio. Todas perpetradas por Alperovich contra ella, para luego quedar completamente atrapada en ese espacio de sometimiento. Según las propias pericias que forman parte de la causa, la denunciante usó su excelencia en el trabajo para disfrazar su dolor. Hasta lograr el valor y las herramientas para enfrentar a su monstruo. Decirle en la cara lo que había hecho, para, meses después, una vez recuperada, realizar la denuncia más difícil de su vida y más emblemática de nuestra historia. 

Milagros aceptó convertirse en vocera para resguardar a la denunciante. Junto a Celina mantuvieron contacto permanente a lo largo de cuatro años y medio de periplo judicial

Su cuerpo sí estuvo en todas las instancias judiciales. Pasó por dos ratificaciones frente a un juez tucumano y otro porteño. Para la investigación, se sometió a una pericia psicológica del Cuerpo Forense de la Corte Suprema de la Nación. Revisitó los lugares donde fue abusada, acompañada de funcionarios del juzgado, la fiscalía y abogados defensores de su abusador. 

Justicia con perspectiva de género 

Llegar hasta acá no hubiera sido posible sin el trabajo de profesionales comprometidos como Mariela Labozzetta, Agustina Calabró de la UFEM y el fiscal Santiago Vismara, gracias a ellos se consiguió la transversalización de la mirada de género en la causa. También, junto al juez Osvaldo Rappa, lograron la elevación a juicio. Con el acceso al Programa de Patrocinio y Asistencia a la Víctima (del Ministerio Público de la Defensa), la denunciante consiguió a sus representantes, Carolina Cymerman y Pablo Robatti, que lucharon incansablemente por sus derechos y la justicia que merecía. El fiscal Sandro Abraldes y el juez Juan María Ramos Padilla procedieron a llevar adelante el juicio con rigurosidad y sensibilidad hacia la causa, asegurando un proceso justo y equitativo.

No es menor señalar que la defensa de Alperovich estuvo a cargo desde un primer momento de Mariano Cuneo Libarona, quien dejó el caso al asumir como Ministro de Justicia de la Nación con el cambio de gobierno en diciembre de 2023. Este abogado en todo momento trató de revictimizar a la denunciante al difundir imágenes de ella, cuestionar si sonreía en las fotos o si viajaba al exterior. No es casual que sea el responsable de eliminar la única área que sobrevivía del ex Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad: la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, que fue transferida desde el Ministerio de Capital Humano. Esta medida implica la desprotección de todas las mujeres y diversidades que denuncian violencia de género.

La defensa también contrató a una abogada, Milagros Grassi, que cuestionó en distintos paneles televisivos a la víctima y defendió a Alperovich. Recién empezó a presenciar las audiencias cuando llegó el turno de los testigos aportados por la defensa. Si bien se presentaba independiente, el 3 de junio publicó una página web que se llamó prensaalperovich.com donde difundió el comunicado de la familia Alperovich luego de que declarara el imputado. Ese comunicado lleva su firma. 

El camino a la sentencia fue sinuoso: hubo revictimización, intentos por identificar públicamente a la víctima, testigos que prestaron falso testimonio y abogados del poder. Alperovich igual fue condenado

Resulta irónico que la defensa intentara sugerir que la joven había buscado asesoramiento e incluso había contratado un equipo de prensa cuando fueron ellos quienes tomaron esa iniciativa. Durante estos 4 años y medio, nosotras estuvimos presentes como feministas comprometidas, entendiendo la gravedad y el riesgo que implicaba que, quien se consideraba dueño de nuestra provincia, este por fin sentado en el banquillo de acusados.

La denuncia en los medios

Como periodistas, hemos estado vigilantes de la cobertura mediática, identificando tres momentos distintos. Inicialmente, presenciamos una etapa marcada por las filtraciones del expediente y la repetición constante de la violencia sexual denunciada, lo que atrajo el morbo a la pantalla. Posteriormente, observamos un cambio donde dejaron de investigar la conducta del acusado, quien al momento de los abusos y de ser denunciado era senador nacional, optando por repetir su versión. Este enfoque pareció relegar el debate a los rumores y la rosca política tucumana, como si no hubiera una denuncia formal ni evidencia sustancial. Finalmente, durante la conclusión del juicio, con todas las pruebas presentadas, se volvió a poner el eje en los hechos. A más de uno les sorprendió escuchar en la lectura de la sentencia, al juez repetir dos veces la cantidad de abusos, la forma cruel con la que fueron realizados.

La mística feminista nos puso al frente coincidencias que no podemos pasar por alto. La denuncia fue radicada el 22 de noviembre de 2019 y la Justicia tucumana llamó a la joven a ratificar el 25 de noviembre, fecha que se celebra el Día de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres. El 3 de Junio, mientras miles salimos a las calles para gritar por noveno año consecutivo “Ni Una Menos”, era el turno de Alperovich de declarar ante el juez. En esas dos oportunidades, las calles estaban repletas de mujeres que ya no se callan más. 

Nuestro trabajo siempre estuvo abocado a la escucha atenta y al acompañamiento para que las consignas que repetimos se vuelvan carne.

Queremos cerrar con la voz de la denunciante, a quien hemos acompañado a lo largo de todas las instancias: “Siempre me sentí digna, pero ahora encontré justicia. A las víctimas de violencia de género quiero hablarles desde mi vívida experiencia y decirles que denunciar representa una verdadera oportunidad de sanación interna y personal, más allá de los resultados y de las dilaciones a las que nos exponemos, porque no termina allí, sino que comienza una nueva etapa de la lucha pero con total convicción y sensación de que no estás nunca más sola, con mucho alivio de la carga, de la vergüenza, de la culpa transferida y del horror. La justicia me hizo sentir limpia”.

MM / CDLR

Tras la aprobación de la ley Bases, Milei se dirime entre "ir por todo" o consolidar los puentes con la política

Tras la aprobación de la ley Bases, Milei se dirime entre

“Es un paso importante, pero no nos vamos a quedar acá”. La definición de un funcionario que trajina los pasillos de la Casa Rosada sintetiza a la perfección el clima que vivió ayer puertas adentro del Gobierno. La aprobación definitiva de la ley Bases, tras seis meses de engorrosas negociaciones con la oposición, fue celebrada públicamente por todos y cada uno de los miembros de La Libertad Avanza, incluyendo al propio presidente Javier Milei que dio una entrevista con LN+. Así y todo, en el oficialismo se muestran entre aliviados e insatisfechos: consideran que el proyecto fue dilatado de más y que la versión final votada por el Congreso estuvo muy alejada de la original.

Pero la realidad apremia y no hay margen para los lamentos. “Lo ideal es enemigo de lo posible y el trabajo que se realizó con los gobernadores fue clave”, deslizó ante elDiarioAR otra fuente oficialista, en un balance algo más realista. En Balcarce 50 ya piensan en la nueva etapa que se abre a partir de ahora, en la que contarán, de una vez por todas, con las mentadas “herramientas” que tanto demandaban para llevar adelante la gestión. El primer triunfo legislativo de La Libertad Avanza pone a Milei ante una disyuntiva: profundizar los puentes alcanzados con la política, a la que tanto se encarga de denostar cada vez que tiene oportunidad, o acelerar a fondo su programa de reformas, con las facultades delegadas en la mano.

El oficialismo celebró la aprobación de la ley Bases en el Congreso.

El inminente ingreso de Federico Sturzenegger al gabinete parece estar mucho más cerca de la segunda opción. El economista asumirá la semana que viene al frente de un ministerio que estará encargado, según lo dicho este viernes por el propio Presidente, de “llevar a cabo las reformas estructurales para que ganemos libertad económica y podamos seguir creciendo”. En esa línea, Milei también anunció que el extitular del Banco Central también está terminando de confeccionar un proyecto con más de 100 desregulaciones, al que denominó “Ley de Hojarascas”.

“Son 100 leyes que se eliminan, pero que implican más reformas estructurales que 100 leyes”, precisó Milei durante su intervención televisiva, plagada de vocabulario técnico, luego de revelar que el jueves mantuvo una reunión de tres horas con Sturzenegger en la que delinearon la letra chica de la iniciativa, que buscaría terminar con “un conjunto de regulaciones que entorpecen el funcionamiento del sistema económico”.

El Presidente sostiene que su modelo de país es Irlanda, “que era el más miserable de Europa y hoy es un país que tiene un PBI per cápita 50% superior al de Estados Unidos”. Sin embargo, no deja de ser una meta más que ambiciosa si se observa la realidad argentina. Para empezar, según apuntan desde Casa Rosada, el proceso de reglamentación de la voluminosa ley Bases podría llevar más de un mes. Una vez que eso ocurra, las prioridades son el Régimen de Incentivo para Grande Inversiones (RIGI) y avanzar con las privatizaciones que quedaron aprobadas en el proyecto votado el jueves. Hace dos semanas, el Senado había quitado a Aerolíneas Argentina, el Correo y los medios públicos del listado de empresas que podían ser pasibles de entrar en ese proceso, pero en el oficialismo insisten con que, tarde o temprano, todas serán incluidas.

Guillermo Francos y Karina Milei, presentes en el Congreso.

¿Cómo se concilia este “vamos por todo” con el pretendido Pacto de Mayo y la necesidad de consolidar un alineamiento con los gobernadores? Luego de otorgarle gobernabilidad a un Ejecutivo que los acorraló política y fiscalmente, nadie duda de que los mandatarios provinciales comenzarán a pedir un lugar más importante en la mesa a la que fueron convocados. A la espera de la conformación del Consejo de Mayo, la Casa Rosada ya tiene en sus manos una versión actualizada del acta de 10 puntos que se dio a conocer en marzo. Según pudo saber elDiarioAR, en ese nuevo texto que el Gobierno intentará firmar el próximo 9 de julio en Tucumán, se incluye un ítem que era demandado por gran parte de las provincias: la educación.

Mientras tanto, otro actor igual de gravitante en la vida pública nacional mira atentamente los acontecimientos: el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya portavoz, Julie Kozack, celebró la ley Bases al sostener este viernes que lo votado por el Congreso representa una “legislación fiscal y estructural clave”. A mediados de junio, el organismo de crédito había advertido acerca de que “los riesgos” en la Argentina seguían siendo “elevados” e insistía en la necesidad de mejorar la calidad del juste fiscal, que no hizo más que llevar a la economía a una recesión.

Por ese motivo, no fue para nada casual que Milei anunciara en las últimas horas un “cambio de régimen monetario”. “La consolidación fiscal está en marcha, ya pasó la etapa del déficit cero. Ahora vamos a la etapa de la emisión cero”, apuntó el Presidente, en línea con lo que después iban a explicar en conferencia de prensa el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Sin más excusas a la vista, al Gobierno le llegó la hora de demostrar.

PL/JJD

Ya no hay hombres

Ya no hay hombres

Estoy leyendo maravillado Cada uno por su lado y Dios contra todos, una autobiografía de Werner Herzog y me puse a pensar las veces que en mi vida apareció Herzog en persona, como recuerdo o como significante. La primera vez fue cuando cursaba filosofía. En ese entonces yo pensaba que la filosofía era el amor por la sabiduría, como bien podría escribirse a la manera de grafiti en esos sobrecitos de azúcar que transmiten frases contundentes. Pasé directo del secundario a la universidad y lo primero que me impactó era el desorden que había en ese edificio de Filosofía y Letras. El secundario me resultaba algo ordenado, acá tenías que correr a anotarte en teóricos y prácticos. Había miles de profesores, las clases se daban en la calle, o en el edificio del Hospital de Clínicas a veces muy tarde en la noche y todos mis compañeros eran gente nueva. No conocía a nadie. Ninguno de los amigos del secundario ni mis amigos del barrio me acompañaron a practicar el amor por la sabiduría. Me dejaron solo, me cortaron las piernas. Mi mamá, incluso, estaba absolutamente en contra de que estudiara una carrera que no producía dinero y que encima, como decía “me iba a calentar la cabeza”.  

 Así que tuve que inventarme una personalidad. Me mostraba interesado en todo lo que fuera sofisticado, culto, hermético. Uno de esos días mis compañeros de estudio decidieron dar en una de las aulas una película de Werner Herzog. Era clave, me dijeron, verla y entenderla. La película se llamaba Corazón de cristal y hablaba sobre un tipo que soplaba cristales y que muere antes de pasarle a alguien los secretos de su técnica y amenazando a la pequeña comunidad a la ruina ya que no habría más sopladores de cristales para hacer artesanías en vidrio. El problema era que la película no tenía un orden lineal –tenía algunos tramos de narración– y abundaban escenas que parecían cerrarse sobre sí mismas sin explicación. Por supuesto, como en todas las películas de Herzog que iría viendo después –esta es de 1976– la naturaleza salvaje o domesticada estaba en primer plano, era uno de los personajes del film. El otro obstáculo era que los actores estaban todos hipnotizados y se movían como zombies haciendo una película muy lenta, granulosa, infumable. No sé si Herzog también estaba hipnotizado mientras filmaba. Por supuesto, cuando terminó ese calvario, les dije a mis amigos que era una obra maestra.  

A comienzos de los noventa, mi hermano Juan me mostraba unas fotos que había sacado en un set de filmación donde estaba trabajando. Formaba parte del equipo de Ya no hay hombres, un film de Alberto Fisherman en el que actuaban Georgina Barbarossa y Giuliano Gemma. El argumento de esta película es más o menos así: una mujer decide construir un hombre ideal en la cabeza y se sorprende cuando éste aparece en la vida real. Algo parecido, pero con una chica, pasa en la primera novela de Philip Larkin, Jill.  

En una foto del rodaje de esta peli de Fisherman, mi hermano y una amiga estaban con un tipo rubio. Para ese entonces yo ya había visto Fitzcarraldo; Aguirre, la ira de Dios y El enigma de Kaspar Hauser de Herzog. Y creo que había leído Caminar sobre el hielo, un diario del director alemán donde decide andar un trecho larguísimo desde su casa hasta donde vivía una amiga que se estaba muriendo. Herzog pensaba que en el caminar en condiciones elementales y hostiles, durmiendo donde lo agarrara la noche, existía una posible cura para su amiga. Herzog sin duda cree en el poder simpático de la magia como potencia de narración, como teoriza Borges en el arte narrativo y la magia. “¡Este es Herzog!”, le dije a mi hermano. Pero él no tenía ni idea, para él era sólo un extrajero muy buena onda que pasó por el rodaje de Fisherman para saludarlo. Herzog estaba en Argentina porque había rodado Grito de piedra en la Patagonia, una película sobre la vida y el ascenso de un alpinista. La película después le pareció floja y no suele citarla en su filmografía.  

Volví a ver a Herzog en una película de Tom Cruise donde el genio de la cienciología personifica a Jack Reacher, un personaje de novelas policiales. De golpe, aparecía el jefe de una oscura organización criminal que obligaba a un solplón a que se cortara los dedos él mismo, para no tener que matarlo. Le pasaba una tenaza y el tipo lo hacía. El jefe era Herzog en un papel memorable. Sobre todo porque el alemán es un tipo divertido, amable en la vida social. Lo conocí en un festival en Suiza. Éramos varios los que estábamos charlando con él y recuerdo lo que contó: “Durante la guerra mi mamá no tenía para darnos de comer, y yo y mi hermano estábamos llorando y pidiéndole comida. Ella nos dijo: Hijos, si pudiera me sacaría una costilla y se las daría, pero no puedo. Entendimos. Desde ese entonces no soporto la gente que se victimiza y lloriquea”.  

Pienso que Werner Herzog es un escritor y un director extraordinario. Tarde, pero llegué por mis propios medios o por mis propios miedos. Sin dudas cree en Dios, pero su Dios es bastante parecido a Klaus Kinski, un actor célebre por querer tener sexo con todo el mundo, gritar desaforadamente e insultar al que se le cante. Un Dios parecido al del Viejo Testamento.  

FC/DTC

Más allá de los debates, los contenidos de Encuentro y Pakapaka siguen siendo muy usados en las aulas

Más allá de los debates, los contenidos de Encuentro y Pakapaka siguen siendo muy usados en las aulas

25 de mayo en el Museo del Cabildo. Ahí donde todavía se ven los restos del tradicional chocolate con churros que sirvieron como desayuno, y salpicado por mujeres vestidas de damas antiguas y hombres con looks revolucionarios, en el patio del museo los chicos se acumulan alrededor de una serie de muñecos de cartón. Los más grandes les explican a los más chicos: ese es Moreno, ese es Belgrano, esa es Juana Azurduy, ese es San Martín, aunque los más chicos –en edad escolar– los ayudan a nombrarlos: también los conocen. Los muñecos, averiados por el paso del tiempo en el exterior, ya están casi sin color, pero funcionan como recuerdo del esplendor de la serie Zamba, de Pakapaka, nacida en 2010, y sintetizan un contraste evidente entre el abandono estatal por el mantenimiento de la producción de contenidos educativos y la vigencia de estas producciones entre las nuevas generaciones.

Sucede que a pesar de la recurrencia en el debate o las acusaciones alrededor del rol, la parcialidad y el destino de los medios públicos, especialmente centrado en TV Pública o Télam –que sigue suspendida en sus funciones–, poco se menciona a Encuentro y Pakapaka, surgidos en el marco del Ministerio de Educación en 2007 y 2010 respectivamente, especialmente en cuanto a su función como herramienta didáctica, asiduamente utilizada en las escuelas. 

Desde hace un mes los sitios de los canales educativos, una vía fundamental de difusión y acceso de este contenido, aparecen “en reconstrucción”, y sus redes sociales están inactivas, si bien fuentes oficiales de Radio y Televisión SE señalan que los sitios estarán online nuevamente a mediados de julio. 

Esta novedad no pasó inadvertida en las escuelas, que utilizan sus producciones con mucha regularidad. “Siempre, para los proyectos que estamos trabajando, buscamos material audiovisual de apoyatura o como disparador. Por ejemplo, de Pakapaka, usé un montón los cuentos de ‘Había una vez’ porque, además de que tienen versiones de los clásicos que siempre trabajamos, si seguimos a algún personaje, sea bruja, ogro, siempre hay material ahí”, dice una docente de una primaria pública de Almagro.

Persoanjes del canal Pakapaka, que comenzó como una franja de programación dentro de canal Encuentro.

Una docente de jardín de infantes privado de Recoleta agrega que ella suele utilizar contenido de Taller de historias (un ciclo animado de leyendas contada por un abuelo a sus nietos): “Me gusta mostrarles a los chicos diferentes tonos de hablar del interior, tonos de las provincias, diferentes formas de vestirse y cosas que tienen otros ritmos”. Una docente de historia de una secundaria privada de Nuñez menciona que usa producciones de Encuentro pero que está muy atenta a cómo ubicarlos dentro de la propia planificación: “En mi caso, que trabajo con chicos más grandes, primero leen en el libro, les doy la explicación y cierro toda la unidad con algún material audiovisual. Lo que noto es que últimamente hasta los extractos de los documentales de Encuentro o Algo habrán hecho, de Felipe Pigna, que también uso, les resultan largos y les cuesta engancharse. Están muy acostumbrados a las redes en donde todo es muy cortito”. Una novedad que observa en los últimos años es que algunos estudiantes tienen prejuicios cuando se usa material producido por el Estado: “Ahora opinan más sobre qué voy a poner y se trabaja con esas dudas en la propia clase”.

Respecto de Encuentro, Lucía Pelourson, docente de una primaria pública de Villa Crespo, señala su forma de utilizarlo: “Hay producciones que me sirvieron muchísimo. Una se llama Historias de Papel, con un capítulo de las invasiones inglesas que muestra bien las perspectivas de todos los actores y eso es lo rico en las Ciencias Sociales: no mostrar solamente la mirada de un grupo social ni poner a las personas que intervinieron en los procesos sociales en el lugar de ‘buenos’ y ‘malos’. Y otro es el de Revoluciones, que es un material que uno puede pensar que es para más grandes porque tiene mucha información o palabras difíciles, pero que está planteado de manera tal que, con la intervención de un docente, les permite a los chicos construir mucho de los conocimientos que queremos en Ciencias Sociales”. Otra docente y actual vicedirectora de colegio privado recuerda cuánto usaba el programa Escuelas Argentinas, de canal Encuentro, una serie documental realizada por Bruno Stagnaro, para trabajar en cuarto grado con la promesa a la bandera: “Muestra desde chicos que van en lancha a la escuela hasta otros que van en el medio del monte y me servía para trabajar la idea de lealtad y la idea de lo federal”.

Historias de papel

Las docentes consultadas también mencionan que los recursos audiovisuales son una ayuda en el aula para atraer la atención de los estudiantes, aunque siempre tienen que enmarcarlos en un contexto e intervenir constantemente. Y que tampoco es una garantía: “El uso de recursos audiovisuales los ayudan a engancharse. Hay algo del audiovisual muy presente en el consumo de conocimiento que es muy habitual para los chicos– explica Julieta Jakubowicz, licenciada en Ciencias de la Educación y formadora de docentes en Ciencias Sociales. ”Los canales del Ministerio tienen un valor desde su mirada federal, desde lo estético, desde las fuentes que se utilizan –los chicos si no muchas veces no están expuestos a escuchar la voz de un antropólogo o un sociólogo–. De todos modos, si bien el audiovisual los convoca, no siempre es más entretenido: muchos de los videos de Encuentro son documentales altamente complejos, para distintos niveles educativos, y no por ser visual son más fáciles de entender: lo importante siempre es que sean utilizados en el marco de una propuesta de enseñanza“.

Otros docentes también señalan el contraste que implica este tipo de contenidos ante alumnos más habituados a consumos de plataformas comerciales: “El contenido producido por el Ministerio de Educación es valioso porque se nota que está pensado para poder ser compartido en espacios educativos. Particularmente, produce la posibilidad de que se trabajen cuestiones locales que a veces es difícil de conseguir: no siempre conseguimos material curado y acá funcionaba como sello de calidad. Pero además, para los adolescentes de hoy los expone a otros ritmos y otras formas de contar diferente a la de las plataformas”, agrega Florencia Sichel, docente de filosofía en nivel medio y capacitadora en formación docente, que participó como contenidista durante la pandemia del programa “Seguimos educando”, de Canal Encuentro y Pakapaka.

Escuelas argentinas

A la vez, Sichel reconoce que últimamente aumentó el cuestionamiento por el uso de estos y otros materiales: “Tiene que ver con el cuestionamiento que estamos sufriendo cada vez más quienes estamos a cargo de un aula. Y ahí yo diría que hay una paradoja: por un lado, una opinión excesiva por parte de quienes no habitan la escuela (”los adoctrinan“, ”les bajan línea“) y, por otro, un desconocimiento efectivo sobre esos miedos. El aula es mucho más que la voz del docente, especialmente en el nivel medio. A mí me gusta trabajar de manera aplicada. El video enriquece la temática, no es que uno lo pone y lo deja ahí. Uno intercambia, propone un trabajo práctico, por ejemplo. Lo que se pide es que los estudiantes tengan un análisis crítico sobre eso que acaban de ver. Lo ideal sería trabajar en conjunto y que las familias se acerquen desde la duda y no desde el señalamiento muchas veces cancelatorio. Podemos discutir los materiales y debatirlos, pero nunca desde el miedo”, dice la docente.

Rodrigo Martin fue docente y director en escuelas privadas laicas y religiosas de la provincia de Buenos Aires y señala que usó contenidos de religión y de ciencia: “Generaron una muy buena recepción en los estudiantes y docentes”. Sin embargo, también en distintos momentos recibió a familias preocupadas por la “tendencia ideológica” y la falta de respeto a ciertas figuras de la historia: “Siempre se habló de este material como disparador, un material a analizar. Lo que busca el diseño es el espíritu crítico. Si el docente se queda con que ese material es la verdad es un problema, pero pasa lo mismo con cualquier manual, especialmente con Historia. Después de conversar las familias lo entienden, en general. Me parece que desde que se crearon estos espacios el debate fue muy político y poco pedagógico”.

Historias de papel

Zamba: un dibujito para la revolución

De él dijeron que se burlaba de Sarmiento, que buscaba dar una “historia oficial nacional y popular”, a la vez que ganó un premio Martín Fierro, un ComKids del Prix Jeunesse Iberoamericano, fue nominado a los Emmy y finalista del prestigioso Prix Jeunesse International; pasó por Netflix y acumula laureles y también críticas.

En el último tiempo, fue Ramiro Marra cuando era candidato a Jefe de Gobierno porteño, el que se quejó: “¿Sabés lo que me dijo un chico una vez? Que en Pakapaka decían que los españoles eran los malos y los argentinos eran los buenos”, dijo, en clara alusión a La Asombrosa Excursión de Zamba. El comentario se rodeó luego de memes variopintos de la factoría libertaria y también informaciones falsas sobre el destino del canal.

Pero por sobre todas las cosas, Zamba aparece en la experiencia escolar y visual de buena parte de los estudiantes argentinos, desde su lanzamiento y hasta ahora, casi 15 años después.

La Asombrosa Excursión de Zamba

Se trata de un alumno de una escuela de Formosa que empezó viajando por la historia Argentina y luego amplió sus destinos a la ciencia, el Mundial de Fútbol, más adelante a la “Patria grande”, a la Revolución Industrial y Karl Marx o al Egipto antiguo, pero también devino en personaje transmedia con un parque temático y un musical en Tecnópolis y una penetración tal en los consumos infantiles que llegó a ser tema de cumpleaños, tortas y disfraces múltiples. 

Su puntapié inicial, cuando Pakapaka aún no era un canal aparte sino una franja de Canal Encuentro, fue el encargo de hacer un dibujito animado sobre la Revolución de Mayo con motivo de su bicentenario en 2010. “Nos pusimos a trabajar en esos cuatro capítulos sin que nadie nos bajara ninguna línea de nada”, recuerda el historiador Gabriel Di Meglio, investigador del Conicet y director actual del Museo Histórico en Parque Lezama. Él estuvo a cargo de los contenidos de Zamba hasta 2012 y trabajó codo a codo con Fernando Salem y Sebastián Mignogna, realizador y director respectivamente. Después, vinieron otros capítulos vinculados a efemérides como la Independencia (“Zamba en la Casa de Tucumán”) o la travesía libertadora de San Martín hasta su reunión con Bolívar en Guayaquil (Zamba en Yapeyú). En ellos, la participación musical es clave: las canciones de Zamba, compuestas por Leo Sujatovich y Ezequiel Silberstein, con letras de Ingrid Beck y Fernando Sánchez, fueron interpretadas por artistas de alto perfil, desde Fito Paez hasta Soledad Pastorutti o La mosca. 

En un principio Zamba, como producto de divulgación histórica, fue saludado positivamente. Pero al tiempo que se fortalecía la polarización política durante el kirchnerismo y se ponía el ojo en una versión oficial de la historia, quedó en el centro de la escena con algunos condimentos que agudizaron las tensiones, como el conflicto con el Grupo Clarín por el retraso en la incorporación de Pakapaka a la grilla de Cablevisión o episodios del dibujito muy alineados con la narrativa gubernamental, en un contexto de ampliación del sistema de medios públicos y “batalla cultural”. Esos y otros motivos lo convirtieron en un símbolo político, mientras se metía en las pantallas múltiples de los niños y en las aulas más diversas del país. 

En las escuelas públicas y privadas consultadas, Zamba sigue siendo un material que se usa, especialmente los capítulos vinculados a las efemérides tradicionales y a los próceres. Lo primero que destacan los docentes es que Zamba es muy atractivo para los chicos: “Es una forma muy amable de entrar a la historia, aunque no sea suficiente. Yo cuando pongo Zamba siempre hablo de dónde están las mujeres, de que la guerra no es la salida. Lo que le critican de Zamba es que entiende todo en tonos de buenos y malos, pero eso es porque en la infancia es todo así, y es una forma de entrarles. Una como docente va desandando esto”, dice una docente de nivel inicial de Palermo. También señalan planteos o preguntas de familias cuando usan el dibujito: “Creo que en los últimos años los padres se sienten más empoderados para venir a plantear preguntas de por qué usamos Zamba”. 

La Asombrosa Excursión de Zamba.

La historiadora Camila Perochena, especializada en el uso de la historia que hacen los diversos gobiernos, sostiene que Zamba es un producto desparejo en relación con el uso del pasado: “Hay capítulos muy buenos, versiones adaptadas para chicos de lo que es la renovación historiográfica, como por ejemplo el de la Revolución de Mayo, que trata de explicar el rol de la crisis de la monarquía española en la revolución. Si me preguntás por otros capítulos, el de Malvinas o la dictadura, o el de Rosas, me parece que tienen una cosa más ideológica, que están más atravesados por los sentidos comunes revisionistas que el kirchnerismo había llevado al Estado”. 

Di Meglio agrega que el programa no fue hecho para reemplazar al docente y que su éxito radica en que es eficaz como dibujito animado: “Zamba es un gancho para que los chicos se interesen por esos temas, pero los docentes son los que lo enmarcan con muchos otros recursos. Al día de hoy tengo estudiantes en la universidad que me dicen que estudiaron historia gracias a Zamba. Durante el kirchnerismo confluyeron muchas líneas historiográficas, no solo la revisionista como suele decirse, y Encuentro y Pakapaka son una muestra de mucha diversidad a la hora de abordar la historia. Zamba como producto fue cambiando a lo largo de los años. Es una pena que hoy sea señalado negativamente por algunas personas que quizás ni siquiera lo vieron pero sacaron una conclusión antes de verlo solo porque terminó identificado con algo muy partidario”. 

Perochena agrega una interpretación al énfasis que por momentos el gobierno de Milei y sus seguidores tienen con Zamba: “Milei da la batalla cultural. A él le interesa dar una versión de la historia”. Acaso si conocieran la frase de San Martín que Zamba repite a menudo en los capítulos, podrían reconciliarse con este personaje que, a pesar de las controversias, lleva casi 15 años a la mano de los docentes de las escuelas más variadas: “Seamos libres, que lo demás no importa nada”. 

Colaboró en los testimonios Abigail Contreiras Martinez

NS/DTC

Alberto Santillán: "Que nos quieran sacar de la calle es imposible porque lo que conseguimos fue luchando en la calle"

Alberto Santillán:

Darío Santillán tenía 21 años y era militante de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón. El 26 de junio de 2002 a él y a Maximiliano Kosteki los asesinó la Policía bonaerense, en lo que se conoció como la Masacre de Avellaneda durante el gobierno de Eduardo Duhalde.

Alberto Santillán, padre de Darío, sigue luchando para que también paguen los responsables políticos de aquellos crímenes. Considera que el gobierno de Javier Milei está reprimiendo para que la gente no salga a la calle a manifestarse y se siente decepcionado del kirchnerismo, que no cumplió con su promesa de investigar a fondo aquellos sucesos.

-¿Cómo vivís este nuevo aniversario, el primero con Milei como presidente de la Nación?

-En realidad, no es únicamente una fecha puntual. Uno como padre o como hermano de Darío, todos los días es despertarse y pensar en el hijo. Despertarse y pensar en el hermano, en el compañero. Son momentos difíciles todos los días, pero no nos dejamos llevar adelante por toda la impunidad que rodea esta búsqueda de justicia por Darío y por Maxi, sino que también el hecho de estar orgullosos del hijo y del hermano es lo que nos da fuerza para no claudicar, no bajar los brazos. Y también la importancia de que la militancia y una parte importante de la sociedad no dejan que Darío y Maxi se caigan, sino que también a nosotros nos permiten seguir luchando con más fuerza cada día. Y en este gobierno de Milei, de vuelta con Patricia Bullrich al ruedo, de vuelta la represión, la instalación del miedo. A los compañeros y compañeras que se manifestaron los quieren acusar de de terroristas. O sea que instalan el miedo en toda la sociedad para que la sociedad no se manifieste. Pero están totalmente equivocados. Desde mi punto de vista personal y como padre Darío siempre nos han querido correr de las calles, pero eso es imposible que suceda. Y como me pasa a mí, les pasa a un montón de compañeras y compañeros que quieren cambiar esta situación de mierda, que no es únicamente con este gobierno, sino con los anteriores también. Que nos quieran sacar de las calles es imposible, porque nosotros lo que hemos conseguido lo hemos conseguido en base a lucha y estando en las calles.

-Pasó mucho tiempo, obviamente, y hay cosas que se repiten. Antes del doble crimen y el asesinato de Darío y de Maxi también hubo una campaña de estigmatización previa. Si tuvieras que decir en qué se parece y en qué se diferencia este momento de aquel 26 de junio de 2002, ¿qué dirías?

-En aquel contexto del 2002 no hay que olvidarse cómo el gobierno nacional y provincial bajaban una línea realmente dura en un contexto de una conflictividad social que era fuertísima. Y entonces todos aquellos y aquellas que cortaban rutas y calles o se manifestaban estaban señalados para meterlos presos. A través del miedo querían sacar a la gente de las calles. No hay que olvidarse que en ese momento también actuaron las tres fuerzas federales, Gendarmería, Prefectura, además de la Bonaerense. Tampoco de las palabras de Aníbal Fernández que quería instalar que había una lucha armada y que lo que se quería hacer era voltear al gobierno. Eso fue la línea dura. Sabemos muy bien que se ha caído esa gran mentira cuando el querido compañero el Ruso (Sergio) Kowalewski mostró las fotos que salieron después en Página 12, cuando en su momento Clarín en su portada principal había puesto que la crisis causó dos nuevos muertos. No hay que olvidarse de eso, que todavía a mí me revuelve las tripas semejante mentira y semejante complicidad de los grandes medios. Y con este gobierno, en la represión del 12 de junio, también a los compañeros y las compañeras detenidos se los acusó de sedición y terrorismo. No hay que olvidarse que el fiscal Stornelli no únicamente los metió presos, incluso les imputó 15 delitos, sino que también puntualmente él en vez de decir que estaban detenidos los compañeros o gente que se manifestó tranquilamente, muy suelto de cuerpo dijo que los 33 detenidos eran piqueteros. Entonces estamos hablando de la señalización y querer como siempre instalar el miedo para que nadie se manifieste. Y hoy como en aquel momento también hay hambre y desocupación, hay pobreza y en este contexto todavía están regalando el país. Este gobierno, se va a ir y ojalá se vaya mañana, pero con la ley de Bases, con todos los derechos que le ha sacado a los trabajadores, a las mujeres, -porque para tener todos estos derechos sociales que nosotros tenemos también hubo compañeros y compañeras que han dejado la sangre para cambiar y los que nos benefician a nosotros, los laburantes-, pero este gobierno se va a ir y estas cosas que están haciendo van a quedar para el próximo gobierno y así gobierno tras gobierno siempre, siempre están llevando adelante cosas para joder más al laburante. En este contexto, fíjate que ya no hay manera de que la guita te alcance. A los jubilados no les alcanza con 200.000 $ de mierda que este gobierno les está dando. Dejan que se mueran. Estamos aparentando un poco la situación del 26 de junio, que yo creo que el 26 de junio nosotros hemos pagado con dos muertos, con Darío y con Maxi. Y en este gobierno también hay muchísima represión y espero que no haya muertos. Porque espero que no haya muertos, porque también alguna vez tiene que pasar de que los muertos no los tengamos que poner nosotros, que los muertos no los tenga que poner el pueblo. ¿Qué pasa el día que los muertos los pongan los que están en la vereda de enfrente?

-¿Cómo ves el rol de Bullrich, que crece, parece, su protagonismo justamente en base a la represión? No sé si hay un antecedente de alguien que fue candidata, ahora vuelve a ser ministra de Seguridad, pero su principal modo de acumulación política es a través de la represión. Así ella gana centimetraje, gana protagonismo y gana poder, incluso dentro del gobierno de Milei.

-Coincido con lo que estás diciendo. También tenemos una parte de la sociedad que es de ultraderecha, que a quienes nos manifestamos nos quieren borrar del mapa. Y entonces en esto, qué mejor intérprete que Bullrich, ¿no? Porque ya nos ha pasado cuando Bullrich estuvo con Mauricio Macri, cuando nos puso la famosa valla china y que no nos dejaban manifestar. Y son tan estúpidos que nosotros no podemos asegurar el puente, pero en definitiva ellos terminan cortando el puente, entonces es una cuestión de capricho y de querer demostrar el poder. Yo creo que todos tenemos derecho a manifestarnos. Yo no creo que todos los derechos sean iguales. Yo creo que el el derecho al libre tránsito está perfecto, pero me parece que sobre ese derecho también considero que es mucho más importante tener el derecho a la justicia.

-Por el doble crimen de de Darío y Maxi hay por lo que entiendo dos detenidos nada más después de tantos años, el comisario bonaerense Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta. Pero un reclamo histórico de los familiares siempre fue ir a apuntar también a los responsables políticos, a la responsabilidad del Estado. ¿Cómo se explica que nunca se haya avanzado en ese sentido?

-Este 26 hace 22 años que venimos desde el primer día señalando a los responsables políticos. Quizás ellos consideraban que el hecho de entregarnos a Fanchiotti y Acosta, que fueron los cobardes que dispararon, pensaban que nosotros como familia con eso nos íbamos a conformar y nos iríamos a nuestra casa diciendo que tuvimos justicia. Pero no. Nunca hubo una voluntad de parte de la justicia y tampoco hubo una voluntad de gran parte del arco político. Los responsables políticos ya tendrían que estar con sus huesos presos. Presos y en la población carcelaria común. Es difícil porque también hay que entender y ver sobre todo que a veces es difícil que el el fiscal o el juez los condenen cuando estos jueces y fiscales generalmente son digitados por el poder de turno. Todo lo que se ha visto, todo lo que se vio, todo lo que se leyó, las declaraciones, es imposible, que la justicia no vea el eslabón que según ellos dicen que falta para apuntar a los responsables políticos.

-Es una decisión de no ir a en ese sentido, de no responsabilizar o llevar a la cárcel a las personas que tomaron decisiones o que diseñaron una estrategia, como ustedes dicen.

-Seguro. Pero cuando yo señalo que hay falta de voluntad de parte de la justicia es clarito como el agua. Hay que hacer un poquito de memoria o rememorar aquellos momentos para saber que sin una orden del gobierno nacional y del gobierno provincial no hubiese pasado semejante masacre. Más allá de que nosotros quizás consideramos que únicamente iba a haber represión, algún preso, pero jamás pensamos de que íbamos a pagar con dos muertos. Y a 22 años seguimos pidiendo justicia, seguimos luchando y hemos conseguido algunas cosas que son importantes como arrancarle a Lijo que la causa no prescriba. También es importantísimo haber cambiado el nombre del genocida de Avellaneda y que tenga el nombre de dos luchadores contemporáneos como fueron Darío y Maxi. Son cosas que a veces uno tiene tantas cosas por delante para exigir justicia que uno como que se olvida de los logros obtenidos. Pero los logros obtenidos hay que volver a resaltarlos, porque acá la justicia no nos regala nada, nadie nos regala nada. Lo que hemos conseguido lo hemos conseguido poniendo las pelotas y los ovarios para tener esta justicia. Lo que pasa es que en ese momento el gobierno había señalado que era una muerte entre piqueteros, que había armas en la estación en ese momento de Avellaneda. Cuando Norita lo llama, la querida Norita, lo llama a Solá para preguntarle por qué semejante represión, Solá le dijo: no se preocupe, Norita, es una muerte entre pobres. Tampoco hay que olvidarse cuando Felipe Solá recibió al asesino de Fanchiotti felicitándolo por su accionar en la represión y después se cae la gran mentira. Y, vuelvo a decirlo, por las por las fotos que aparecen en Página 12, que gracias al compañero el Ruso Kowalewski ahí se le cae toda la mentira al gobierno. Y realmente fue un plan pergeñado por el gobierno nacional y el gobierno provincial y a 22 años todavía no tenemos una justicia como la que realmente se merecen Darío y Maxi con los responsables políticos presos.

-Dijiste que a veces parece que el odio te va a consumir. ¿Cómo se hace para evitarlo? ¿Cómo hiciste? ¿Cómo hicieron ustedes?

-Yo nunca fui una persona de tener odio. Y es muy difícil. Es muy difícil porque vos ves que mientras vos tenés a tu hijo asesinado, los responsables políticos siguen pululando por todos los medios televisivos, a través de la radio, a través de los diarios y presentándose para diferentes cargos. Entonces es imposible no sentir odio. Es imposible. Yo lo veo a Duhalde, lo veo a Solá, veo a cualquiera de los políticos que tuvieron que ver con la represión y realmente se me revuelven las tripas. No puedo entenderlo.

-Pero el odio no te consume. Seguís adelante.

-También tengo que entender que eso tengo que canalizarlo, que también tengo tres hijos más, dos hijos más, una hija más y también tengo el orgullo de ser el padre de Darío. Entonces, si a mí el odio me vence, me corroe, en realidad le estoy dando la derecha a los responsables políticos. Entonces me refugio en el amor de mis hijos. También me refugio sin ninguna duda en los compañeros y en las compañeras que nunca nos han dejado solos y que nunca permitieron que estemos solos. Y entonces, ¿cómo no ser agradecido? Primero agradecido por tener el hijo que tengo que es Darío. Ser el orgulloso padre de Darío. Es una frase hecha que el amor vence al odio, pero yo a través del amor a mi hijo puedo plantarme ante quien sea y como sea y realmente no dejarme vencer por eso. Porque si no yo no sé que hubiese sido de mi vida si realmente el odio me hubiese ganado. Pero te vuelvo a reiterar el amor por mi hijo hace que me mantenga en pie. Y también Dari, para dar semejante lucha tuvo que tener muchísimo amor para entregar hasta su propia vida. Y entonces nos refugiamos en eso también. En el amor. En el amor del hijo, de mis hijos, de mi hija y también en el amor de toda esta militancia que nunca nos permiten que estemos solos y siempre tienen a Darío como bandera de lucha.

-¿Qué fue para vos el kirchnerismo? ¿Cómo lo ves en este momento, después de tantos años, a ese proceso que se inició después del doble crimen, después de que Duhalde anticipó su salida del Gobierno?

-Si lo tengo que ver desde el punto de vista personal, realmente me pareció una falacia tener que ir a verlo a Kirchner y en ese momento me sentí un idiota útil porque Kirchner me palmeó la espalda diciendo que iban a investigar el tema hasta las últimas consecuencias, que no le importaba el político que sea, que si tenía algo que ver con la Masacre de Avellaneda los quería ver presos. Una gran mentira que quizás sirvió para ese momento que también era de conflictividad con los movimientos sociales. Le servía la foto. Pero pasó el tiempo y lo que prometió nunca lo hizo. Y entonces esto a mí me genera, y lo he señalado, que por mentirme y por no haber investigado termina siendo cómplices del asesino de Duhalde. Eso no quiere decir que yo no vea cosas que que han sido positivas. Por eso señalo de manera personal. En su momento pensé que quizás sería un presidente distinto, como se manifestaba él, tan cercano a los más humildes, a los luchadores. Y también no me olvido, como él, como Cristina, a veces se les caían las lágrimas cuando hacían algún acto por algún compañero que ellos conocieron caído. Pero no únicamente fueron los compañeros que ellos conocieron, sino que también hay tantísimos compañeros antes, durante y después del kirchnerismo que han matado las balas del Estado. Entonces desde ese lugar yo me siento totalmente decepcionado. Y del kirchnerismo nunca más ya no se puede esperar nada. Y en su momento pensé que sí, que podría ser algo distinto y en su momento hasta me ponía un poco contento. Pero realmente terminó siendo más de lo mismo. Vuelvo a reiterar, de manera personal. Después, en cuanto a lo político, ha hecho cosas que son buenas y otras cosas no tanto, pero haciendo una comparación con este gobierno me parece que hubiese sido en lo económico un buen gobierno.

-Milei llegó obviamente a la Presidencia por una serie de razones. Algunas tienen que ver con la época, quizás, otras con el contexto internacional, pero hay otras que tienen que ver con nuestra historia. Llegó con críticas al Estado, llegó con críticas a la democracia, a la dirigencia, a la casta. ¿Qué responsabilidad le asignás vos a la dirigencia política que se alternó en el poder en las últimas décadas en este ascenso de Milei, que fue tan rápido, tan vertiginoso? En dos años pasó de panelista a presidente.

-En dos años pasó de imitarlo a a Leonardo Favio a ser presidente de la Nación. Con las barrabasadas que dijo. Y en realidad yo creo que no únicamente los políticos, sino que también nosotros como sociedad tenemos que hacer un un mea culpa y y una crítica hacia adentro. Yo todavía no puedo creer que sea presidente. Entonces te ponés a pensar y decís: qué mal. Porque no únicamente lo votó la gente de poder adquisitivo, sino que ha arrancado muchos votos desde las barriadas más humildes. Entonces es increíble como en algunas provincias ha ganado por un amplio margen. Creo que fue Mendoza, si no me equivoco, una provincia la cual él no había visitado y sin embargo ha sacado un altísimo porcentaje de votos. Yo creo que con todo lo que decía y con todo lo que dice y vos lo observás y y tiene una forma de expresarse y un goce. Por ejemplo, cuando decía que va a seguir echando a compañeras y compañeros. Lo ves como como si estuviese gozando. Es tan perverso. La otra vez una señora decía en la televisión: nosotros no sé que le hicimos a Milei para que Milei nos odie tanto. Porque no hay una sola buena para el laburante o para el jubilado. Todo está pergeñado para que los que más tienen más tengan. Y realmente en mi vida hice tantas cuentas para ver si puedo llegar a fin de mes. Le pasa a tanta cantidad de compañeras y compañeros y ni hablemos de los que echó y quedaron fuera del circuito laboral, porque vos salís del circuito laboral y no tenés trabajo, no hay una puta fábrica que se haya abierto, no hay nada. Si no trabajás en vigilancia o no sé. Tenés que sobrevivir. Vos tenés una familia y si sos mantero estás ahí en algún puesto, tratando de llevar un mango a tu casa para que morfen tus hijos, te agarran, te cagan a palos, te incautan lo que tenés. Cada vez se hace más difícil. Todavía no puedo entender cómo un personaje como este que yo no creo que sea un loco... Yo creo que es bastante consciente de lo que está haciendo y lo que está haciendo encima lo dice y de una manera realmente muy morbosa, como gozando de la pobreza que está haciendo y de todos los derechos que nos siguen quitando. Y nos va a seguir quitando porque evidentemente tenemos unos políticos totalmente corruptos. Eso lo hemos visto. Cómo transan una cosa por otra y lamentablemente en la clase política todos tienen precio. O la mayoría tienen precio, porque también hay salvedades ante los cuales yo me saco el sombrero y los respeto muchísimo. Si vos me decís, bueno, pasamos esto pero más adelante estaremos un poquito mejor. Pero sabemos que no, sabemos que lo que se viene es peor todavía. Y no únicamente con los derechos que nos quita, sino que también sabemos que quienes estamos en las calles también nos van a reprimir. O sea que no veo nada bueno de este personaje, este maldito personaje.

-Se dice que las nuevas generaciones, que estaban enojados, son el gran apoyo o uno de los grandes apoyos que tiene Milei. ¿Qué ves vos en los jóvenes? ¿Qué ves en los que hoy tienen la edad que tenía tu hijo?

-Un amplio abanico de la juventud se dejó llevar por Milei, porque ellos también buscan algo distinto. Ellos también están cansados de que los que nos gobiernan siempre son los mismos y siempre hacen lo mismo. Creo que Milei ha bajado un mensaje y hay gente que ha comprado porque le creía, porque quería también cambiar todo esto. Yo creo que los tiempos son un poquito diferentes con respecto a esos momentos, cuando Darío tenía 21 años. Estamos hablando de 2002. De 2002 al 2024 han pasado tantas cosas que hay un descreimiento total de la política y yo creo que la juventud se ha dejado llevar por lo que manifestaba Milei. Pero también a veces alguna juventud le preguntaban por qué habían votado Milei y no sabían qué responder. Evidentemente la juventud también busca algo diferente y no es únicamente en lo discursivo, pero también esa juventud o la mayoría que ha votado a Milei creo que muchísimos están arrepentidos de haberlo votado. Yo creo que la juventud tendría que tener un poco más de militancia. No digo que no haya jóvenes militando porque hay muchísimos jóvenes militando, pero a veces en las barriadas el mensaje no llega muy claro. Y entonces es esto, quieren un cambio y me parece que Milei vino con eso que ellos querían escuchar. Pero del hecho a lo hecho realmente de lo que dijo para nosotros no hay nada. Evidentemente no hay nada. Y para los jóvenes peor todavía.

Entrevista realizada por Diego Genoud en su programa Fuera de Tiempo (Radio Con Vos).

DG/CRM