La Buena Parada

Código Postal 5129

Noticias de Cordoba

De la tribuna a la cruzada: Milei busca reafirmarse como líder de fe libertaria en la Derecha Fest

De la tribuna a la cruzada: Milei busca reafirmarse como líder de fe libertaria en la Derecha Fest

Tras el cierre de listas bonaerense, el Presidente vuelve a escena con un evento cargado de épica libertaria, estética beligerante y narrativa religiosa. Karina y Santiago Caputo lo acompañarán en una puesta que busca blindar el capital simbólico del oficialismo.

Mientras el polo industrial cordobés acumula despidos y cierres de plantas, y se posiciona como uno de los territorios más golpeados por el modelo aperturista del Gobierno nacional, Javier Milei visitará esa provincia provincia el próximo martes para participar de la Derecha Fest, un evento que se autodefine como “el más antizurdo del país”. Con entradas a la venta por $35.000 y una estética de fuego, provocación y cruzada cultural, el acto se realizará en el Hotel Quorum ante unas 2.500 personas. Desde sus redes, el propio Presidente promocionó el evento como “la fiesta que hará llorar a la totalidad de los periodistas ensobrados del país”. También compartió afiches con frases como: “¿Odias a los kukas? ¿Odias a los periodistas ensobrados? Llega el evento más ANTI-ZURDO del mundo a Córdoba”.

Detrás de la organización figuran tres actores clave de la galaxia libertaria: el medio digital La Derecha Diario, fundado por el exasesor de campaña Fernando Cerimedo y dirigido por el español Javier Negre; la editorial Hojas del Sur, responsable de títulos como El libro negro de la nueva izquierda, el best-seller de uno de los principales ideólogos de la derecha latinoamericana, Agustín Laje; y la agencia Gaucho, que se presenta como “productora de la batalla cultural”. También auspician el evento figuras del mundo del streaming como Neura, la plataforma que conduce Alejandro Fantino, y donde trabaja Eliana Cere, encargada de conducir la jornada.

El line-up de la Derecha Fest.

El line-up incluye una combinación de influencers, escritores, militantes religiosos y operadores internacionales. Además de Milei, disertará Laje y su co-equiper Nicolás Márquez, el cineasta Diego Recalde —que comenzó a sonar como posible candidato a diputado nacional— el influencer libertario Daniel Parisini, mejor conocido como Gordo Dan, el consultor trumpista Alex Bruesewitz, y un panel de apologética cristiana integrado por Rigoberto Hidalgo, Evelin Barroso y Gabriel Ballerini. Algunos de los títulos anunciados: “No odiamos lo suficiente a los periodistas (y yo soy uno)”, por Negre y Álex Busewitz; “Malvados: anatomía moral de la izquierda”, por Laje; “Peronismo: el kaiser de la Argentina”, por Recalde; “Roma no paga traidores”, por Márquez; y “El brazo armado”, por Dan.

La exposición de Milei está prevista para las 21 bajo el título “La construcción del milagro”. Lo acompañarán su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y su asesor político, Santiago Caputo, en una foto que intentará volver a sellar la cohesión del vértice de poder libertario tras el convulsionado cierre de listas en la provincia de Buenos Aires. La presencia del “triángulo de hierro” en este tipo de actos tiene una dimensión que trasciende lo político: Karina funciona como garante doctrinaria de la pureza libertaria, y Caputo —corrido en las últimas semanas de la mesa política— como estratega del orden comunicacional. Ninguno de los dos suele hablar en público, pero su sola aparición valida la ortodoxia.

El evento también refuerza la línea “bibliográfica” del mileísmo. Con la feria del libro libertario organizada por Hojas del Sur —más de 50 autores nacionales e internacionales—, el oficialismo apuesta a construir una infraestructura cultural propia, donde el libro no es solo un producto: es un objeto político. En paralelo al universo streaming, a esa narrativa visual se suma la textual: slogans, panfletos y manuales que condensan una visión del mundo con enemigos claros —el feminismo, el ecologismo, el indigenismo, el periodismo, el globalismo— y un relato fundacional en disputa.

Agustín Laje, durante una de sus entrevista en Carajo Stream.

No es la primera vez que el oficialismo monta una puesta en escena con estas coordenadas. En 2024, ¡Viva la Derecha! Fest funcionó como ensayo general, con una estética de recital de rock, insultos a periodistas desde el escenario, reivindicación de militares represores y denuncias contra la “agenda climática” y la “ideología de género”. Muchos de los protagonistas de aquel acto —Laje, Márquez, Negre— repiten en esta edición, ahora con el respaldo institucional del Presidente.

Es que la provocación no es un efecto colateral: es el método. El marketing libertario no apela al consenso, sino a la confrontación. La retórica de la batalla cultural cumple una doble función: blindar al núcleo duro y distraer del frente económico. El uso de la estética beligerante —gráficas incendiarias, consignas anti-periodistas, títulos cargados de odio— apunta a estimular emocionalmente a un electorado que corre peligro de desencantarse, que encuentra en estos eventos una forma de catarsis identitaria.

En este contexto, Milei no busca ampliar, sino reafirmar. Desde lo comunicacional, opera con un código cerrado: no le habla al conjunto, sino a los propios. No casualmente, los organizadores decidieron otorgar entradas sin costo a integrantes de las Fuerzas Armadas, personal de seguridad y excombatientes de Malvinas. “La entrada libre es un reconocimiento para quienes protegen nuestra soberanía y resguardan nuestras vidas y bienes”, justificó Laje en declaraciones a Neura. El gesto proyecta una estética de orden y pertenencia, y buca consolidar el vínculo entre el mileísmo y las fuerzas del orden, cuya reivindicación no es solo simbólica sino ideológica.

El periodista español Javier Negre junto a Javier Milei, en el Salón Blanco de la Casa Rosada.

En ese sentido, la elección de Córdoba como sede tampoco es inocente. Bastión electoral de Milei y provincia históricamente refractaria al kirchnerismo, “La Docta” simboliza una alianza sociopolítica entre capas medias conservadoras, tradición industrial y autonomía provincial. Pero también es, hoy, una de las zonas más golpeadas por el modelo económico libertario. Según datos del Indec, el desempleo en el Gran Córdoba alcanzó el 9,2% en el primer trimestre de 2025, con un salto de 1,2 puntos respecto del mismo período del año anterior. Sectores como el autopartismo, la metalurgia y la petroquímica muestran caídas de hasta 40% en su capacidad instalada. El “milagro argentino” del que hablará Milei se escenifica, paradójicamente, en uno de los territorios donde más se lo cuestiona por sus efectos materiales.

La Derecha Fest funciona así como una operación de blindaje político, ideológico y estético. Un dispositivo de afirmación simbólica y construcción de sentido para un gobierno que encuentra en la provocación su principal anclaje emocional. Una fiesta militante que no oculta sus intenciones: disputar el sentido común desde la cultura, reforzar la identidad libertaria desde la narrativa épica, y convertir cada acto en una trinchera desde donde gritar que la casta, la prensa y la izquierda tienen motivos para “temer”.

PL/MG

Renunció el jefe de asesores de Milei, Demian Reidel, que había dicho que el problema del país "es que está poblado por argentinos"

Renunció el jefe de asesores de Milei, Demian Reidel, que había dicho que el problema del país

En un posteo en X, el economista explicó que deja el Consejo de Asesores para enfocarse en el desarrollo del Plan Nuclear Argentino desde la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (NASA), que preside, y es la responsable de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. Nucleoeléctrica; además, ratificó que su apoyo a Milei "es absoluto e inquebrantable".

El Gobierno oficializó este lunes la renuncia de Demian Reidel, el Jefe de Gabinete de Asesores del presidente Javier Milei y una de las figuras más polémicas del entorno presidencial. La salida fue comunicada a través de un decreto en el Boletín Oficial, aunque la dimisión tiene vigencia desde el pasado 17 de julio.

Reidel se había convertido en una figura de alto perfil mediático en marzo de este año, cuando se viralizó un video de una exposición en la que afirmaba que el principal problema del potencial de Argentina en inteligencia artificial “es que está poblada por argentinos”. Por esa frase, debió pedir disculpas públicas.

El decreto 481/2025, que lleva la firma del presidente Milei y del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se limita a aceptar la renuncia y agradecerle “los servicios prestados”, pero no especifica los motivos de su alejamiento ni designa un reemplazante para el cargo.

La renuncia de Reidel a su puesto de asesor presidencial abre un interrogante sobre su continuidad en otro rol clave: en abril de este año había sido designado presidente de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina (NASA), responsable de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. Aún no se informó si continuará en esa función.

La explicación de Reidel

En un posteo en sus redes sociales, Reidel explicó este lunes los motivos de su alejamiento del cargo:

Dejo la presidencia del Consejo de Asesores para concentrarme de lleno, desde la presidencia de Nucleoeléctrica, en el desarrollo del Plan Nuclear Argentino. El plan abarca la construcción del primer reactor modular argentino, la extensión de vida de nuestras centrales, el impulso a la minería de uranio, la creación de YPF Nuclear y muchas otras iniciativas estratégicas. Es una política de Estado orientada a recuperar la soberanía energética y potenciar el desarrollo científico-tecnológico del país. Sigo formando parte del gobierno. Mi apoyo al Presidente Javier Milei y a las políticas de esta gestión es absoluto e inquebrantable. Además, seguimos escribiendo juntos un libro de teoría económica con una visión revolucionaria del crecimiento basada en los retornos crecientes a escala. Mi compromiso personal es total. Para mí es un orgullo ser parte de este gobierno que está cambiando la historia de la Argentina”.

Antecedentes de Reidel

Físico graduado del Instituto Balseiro, Reidel inclinó su carrera profesional hacia el mundo de las finanzas. Entre 2015 y 2018, se desempeñó como vicepresidente segundo del BCRA e integró el directorio de la institución durante la gestión presidencial de Mauricio Macri. Hombre de confianza de Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación de Milei, tuvo gran protagonismo en la desarticulación del cepo cambiario impuesto por el gobierno kirchnerista antes del 2015.

Previo a integrar el gabinete cambiemita, se especializó en materia económica con un máster en matemática financiera en la Universidad de Chicago y un doctorado en Economía en la Universidad de Harvard. Mientras completaba sus estudios, trabajó como trader para Goldman Sachs y JP Morgan, banco con el que todavía conserva vínculos.

Esa conjunción entre formación y experiencia le permitió fundar su propio fondo de Inversión, QFR Capital Management. Se trata de una empresa de cobertura global con sede en nueva York que trabajaba, entre otros temas, con seguros de default.

Reidel también cultivó una carrera en el ámbito académico. Fue profesor en la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. Además, realizó trabajos de investigación en el Centro Mossavar-Rahmani de Negocios y Gobierno en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard.

Con información de agencias.

IG

El futuro del Congreso: teléfonos apagados, una oposición que se reagrupa y un Presidente que apuesta todo a octubre

El futuro del Congreso: teléfonos apagados, una oposición que se reagrupa y un Presidente que apuesta todo a octubre

Javier Milei viene de sufrir varias derrotas legislativas, pero no se comunicó aún con los aliados. El rol del triunvirato de gobernadores violetas, Frigerio, Cornejo y Zdero. La aritmética del veto a jubilados. La nueva sesión opositora en Diputados.

El Gobierno casi ni levantó el teléfono para llamar a los aliados luego del tendal de tortazos legislativos que le infringió la oposición en el último mes. No hubo cumbre política en La Rural ni mensajes de segundas líneas con propuestas alternativas para los gobernadores. No hubo acercamientos hacia los aliados heridos. La atención de los operadores políticos de Casa Rosada estuvo focalizada en el cierre de listas de la Provincia de Buenos Aires y no hubo lugar para otra cosa: la semana bisagra de Javier Milei se convirtió en un limbo, un no lugar de dilaciones que fantasea con que la elección de octubre solucione todos sus males.

Javier Milei viene de sufrir varias derrotas consecutivas en el Congreso, y todavía tiene tres grandes desafíos legislativos por delante. Primero, evitar la sanción de los proyectos de los gobernadores –la distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional y la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos– que ya cuentan con media sanción en el Senado. Se le suma, además, la insistencia de la emergencia en Bahía Blanca, que Milei vetó: una iniciativa con poco costo fiscal pero gran costo político si la oposición, en la Cámara de Diputados, logra revertir el veto presidencial. Sería la primera vez.

Francos y los gobernadores se cruzaron en La Rural en medio de la tensión por los fondos

La estrategia de Martín Menem, en este caso, es sencilla: dilatar el tratamiento, no convocar a las comisiones, forzar a la oposición a que convoque a una sesión para emplazarlas y, cuando llegue el momento, vetar la ley si es necesario. Para los Menem –Martín y su primo Lule, el operador político de Karina Milei–, el tiempo es amigo del Presidente. Es cuestión de aguantar.

Aguantar hasta que pase el frenesí del cierre de listas bonaerenses, que dejó varios heridos del PRO en el camino, como los hermanos Passaglia o Pablo Petrecca (Junín). Y aguantar hasta que las conversaciones con los gobernadores amigos terminen de llegar a buen puerto, es decir: hacia una alianza electoral. Este es el caso de Alfredo Cornejo (Mendoza), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Leandro Zdero (Chaco): el triunvirato de gobernadores que más cerca está de pintarse de violeta en las elecciones de octubre.

Los tres mandatarios observan la imagen positiva de Milei en sus distritos y llegan a la misma conclusión: mejor ceder lugares en la lista nacional –en el caso de Entre Ríos, se eligen además senadores– y asegurarse la gobernabilidad de los distritos. Zdero ya cerró una alianza local con LLA y ahora planea hacer lo mismo en la nacional. Cornejo, que fue uno de los impulsores de las leyes para fondear las cuentas de las provincias, también se prepara para ceder y someterse a la lapicera de Karina.

Cornejo (Mendoza), Valdés (Corrientes) y Zdero (Chacho), gobernadores radicales del ex JxC

Las conversaciones con este triunvirato, sin embargo, no son suficientes para que el Gobierno se asegure el control del Congreso. “Cornejo y Frigerio son lo mínimo con lo que tenemos que contar. El Gobierno necesita también a todo Juntos por el Cambio y los peronistas no kirchneristas”, señala un operador de Casa Rosada, que advierte que, en la última semana, casi no hubo acercamientos con el resto de los mandatarios provinciales. La fractura interna del Gobierno está expuesta, y cada vez son más las voces que alertan sobre cómo la mala praxis política de los Menem en los cierres electorales provinciales está afectando la gobernabilidad.

El temor, en estos casos, no es tanto a los proyectos de los gobernadores –que, para la mayoría de los mandatarios, funciona más como una herramienta de presión–, sino al futuro de los vetos presidenciales: el segundo desafío de Milei.

En este caso, la estrategia de Menem también ha sido la de dilatar. Las tres leyes sancionadas –el incremento a los jubilados, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad– ingresaron a la Cámara de Diputados a mitad de semana y el riojano postergó todo lo posible el momento de firmarlas. El plazo de 10 días hábiles para vetar las leyes comenzó a correr recién el jueves, por lo que lo más probable es que Milei espere hasta el 30 de julio para avanzar con los nuevos vetos.

Martín Menem apuesta a dilatar los tiempos

En el oficialismo se muestran confiados en que volverá a conseguir un tercio de la Cámara de Diputados –que es donde se debatirá primero, ya que es la de origen– para blindar los vetos presidenciales. Al menos en el caso que más le preocupa, que es la actualización del 7,2% de los haberes jubilatorios y el incremento del bono de los jubilados que cobran la mínima: en LLA analizan que, con el apoyo de gran parte del PRO, los libertarios y algunos radicales mileístas, Milei tendrá más de 80 “héroes” para defender el veto. Y que, con ese número y algunas ausencias claves de algunos gobernadores, será más que suficiente.

No todos en Casa Rosada están de acuerdo, sin embargo. “El Gobierno tiene margen para alcanzar el veto y creo que va a lograrlo, la mesa está servida. Pero tiene que hacer algunos gestos”, advierte un dirigente con terminales en el caputismo. Gestos que, de momento, no aparecen.

Los radicales “con peluca”, como Mariano Campero o Martín Arjol, no recibieron ningún llamado del Gobierno desde que los desplazaron de los armados provinciales. El PRO está partido y, si bien la mayoría del bloque responde a Milei, hay una decena de diputadas que Cristian Ritondo no logra ordenar. Una de ellas es María Eugenia Vidal, presidenta de la Fundación PENSAR, el think tank del macrismo que, hace un par de días, emitió un informe titulado “Dr. Jekyll y Mr. Hyde” en donde cuestiona la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados.

Mauricio Macri y dos exponentes del macrismo residual, Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal

El Presidente, sin embargo, hace oídos sordos a estas luces de alerta. Milei apuesta a resistir la volatilidad económica que pueda surgir como resultado de la incertidumbre política y esperar a que todo se encauce en octubre, cuando confía en que un triunfo electoral de LLA termine de ordenar el mapa político. “Jodan todo lo que quieran, los espero el 11 de diciembre”, repite, ante cada derrota legislativa.

Pero hay un problema. Y es que aunque LLA “arrase” en las elecciones nacionales, Milei seguirá necesitando de sus aliados para sostener el control del Congreso. La mayoría de las proyecciones muestran que, aún replicando, en el mejor escenario posible, los números del ballotage de 2023, el Gobierno tendrá un máximo de 100 a 116 bancas.

Así lo demuestra, por ejemplo, un trabajo que realizó el politólogo Pablo Salinas: en tres escenarios posibles, todos tomados en base a los resultados de Milei en 2023, LLA continúa viéndose obligada a negociar para aprobar leyes. Sí tendrá garantizado su tercio vetador, pero no tendrá el número asegurado para el impulso de la próxima oleada de reformas.

Garrahan y universidades: la última ofensiva opositora

Milei tiene, a su vez, un tercer desafío: evitar que el peronismo, el pichettismo de Encuentro Federal y el radicalismo díscolo de Democracia Para Siempre le aseste una nueva derrota legislativa en un par de semanas.

Los peronistas Germán Martínez y Paula Penacca junto a Nicolás Massot en la sesión fallida del miércoles

La oposición viene trabajando para aprobar la emergencia pediátrica en el Hospital Garrahan y una actualización presupuestaria para las universidades. El objetivo original era tratarlo esta semana o la que viene en la Cámara de Diputados, pero el cierre de listas bonaerenses y el receso invernal terminaron impidiendo que los jefes de bloque opositores pudieran asegurarse el número para sesionar.

El objetivo, ahora, es impulsar una gran sesión para el 30 de julio. En la oposición se muestran confiados en que tendrán el número y fantasean con anotarse, así, un último triunfo opositor antes del cierre de listas nacionales en agosto. Es ahora o nunca, advierten.

MC/MG

Milei sobre las elecciones en PBA: "No dimensionan el monstruo que enfrentamos"

Milei sobre las elecciones en PBA:

El presidente planteó la elección provincial del 7 de septiembre como choque entre "Kirchnerismo o libertad" "statu quo vs. cambio" "pobreza vs. progreso".

El presidente Javier Milei se expresó en redes sociales sobre la elección bonaerense tras el cierre de listas. Pasado el mediodía, reposteó un mensaje de su partido con un discurso suyo en el que afirmaba que el 7 de septiembre “no se trata simplemente de un partido político contra otro, es un choque de modelos y dirección”. Y describe a la contienda como “el modelo de la casta contra el modelo de la libertad”, “es el partido del Estado contra el partido de quienes trabajan y prosperan por su propio esfuerzo”.

“Civilización o barbarie, libertad o servidumbre, todo esto y mucho más está en juego” afirmaba el mandatario en el video editado.

Además, en su cuenta de X escribió: “Cuando pasan cosas como las de anoche me pregunto que pensarán los imbéciles que acusan de violentar a la República porque los modales no son de su agrado. No dimensionan el monstruo que enfrentamos . De hecho, el monstruo vive porque cuando lo ven se orinan en las patas. VLLC!”

Antes, había reposteado una publicación del armador libertario en territorio bonaerense, Sebastián Pareja, en la que hacía referencia al corte de luz que habilitó la postergación del cierre oficial de presentaciones para el lunes, y que vinculó a “las mismas y lamentables viejas maniobras de siempre”.

El cierre en el frente de La Libertad Avanza ocurrió temprano al caer la tarde del sábado: Karina Milei se mostró sonriente en La Plata con los amarillos Cristian Ritondo y Diego Santilli. También se los vió contento a Lule Menem y Sebastián Pareja. La imagen dejó expuesto al ausente: Santiago Caputo, que nunca apareció en las conversaciones, como tampoco sus dirigentes en las listas.

Lule Menem, Diego Santilli, Karina Milei, Cristian Ritondo y Sebastián Pareja

MP

¡Viva la informalidad! El Gobierno eliminó multas y ahora celebra el aumento del trabajo no registrado

¡Viva la informalidad! El Gobierno eliminó multas y ahora celebra el aumento del trabajo no registrado

Después de una ley Bases que eliminó las multas al empleo sin aportes jubilatorios y sanitarios, creció la cantidad de empleados y trabajadores independientes informales. Sturzenegger destacó el aumento, pero es un fenómeno asociado a malas condiciones laborales, bajos salarios y falta de derechos básicos.

“Esto me mató porque ahora no tengo obra social y una de mis tres hijas tiene una enfermedad que necesita medicación… por suerte me la consigue gente amiga”, cuenta Marcelo Coronel, despedido del Ministerio de Cultura por el gobierno de Javier Milei que ahora se dedica a alquilar pantallas, luces y parlantes propios y de conocidos para eventos. Es una changa informal para complementar el bajo sueldo de su esposa en una casa de comidas. “La estamos pasando pésimo. Encima es complicado lo mío porque la gente no gasta un peso y menos en joda”, lamenta Marcelo.

Él es uno de los 50.000 empleados estatales echados a los que el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, tachó de manera indiscriminada de “ñoquis” en una entrevista con Luis Majul. Cuando este periodista le preguntó si no era cruel, Sturzenegger le contestó que interrogaba mal y que debía indagar sobre cuántos empleos había generado el sector privado gracias a que había bajado el gasto público y así también algunos impuestos. Majul le recordó que la desocupación subía, pero el ministro respondió que había 200.000 puestos de trabajo más que hace un año… se olvidó de aclarar que eran en negro, informales o no registrados, como se los prefiera llamar.

No es de extrañar: el gobierno de Milei promovió dentro de la ley Bases, aprobada por la oposición ahora no tan dialoguista, una reforma laboral que eliminó las multas por emplear sin aportes a la Seguridad Social. Se suponía que era una medida para abaratar el costo de despedir e incentivar así la formalización, pero al mismo tiempo constituyó una despenalización de los contratos sin registro. Lejos de lograrse una exitosa moratoria laboral en 2024, terminó ocurriendo una flexibilización laboral de hecho vía trabajo no registrado.

En el primer trimestre, los puestos de trabajo totales de la economía crecieron 1,1% interanual, alcanzando 22,7 millones. “El incremento de puestos por cuentapropistas/no asalariados (+4,7%) y, en menor medida, los asalariados informales (+0,8%) más que compensaron la caída de los puestos de trabajo asalariados formales (-0,6%)”, señaló la consultora Equilibra, que dirige Martín Rapetti. Esa “merma se concentró en los asalariados privados formales (-0,9%) ya que los del sector público cayeron mínimamente (-0,1%)”, continúa el análisis.

Los sectores que más empleos perdieron

“Los sectores donde más puestos de trabajo se destruyeron fueron industria (-3,1%) y servicios sociales y salud (-4,3%) mientras que los que más se crearon fueron en comercio (+3,8%), hoteles y restaurantes (+13,9%) y transporte (+6,1%)”, prosigue Equilibra. “Los puestos de trabajo creados, mayormente cuentapropistas e informales, están asociados a sectores donde abundan los empleos de plataformas, como pedidos de comidas o transporte de personas”, completa la consultora. Por eso, Rapetti tweeteó en la red X: “Se extingue el operario industrial y lo reemplaza el chofer de Uber y el repartidor de Rappi. El empleo privado formal sigue cayendo pero más que se compensa con aumento del cuentapropismo. Encima trabajan mas horas para compensar menos ingresos”.

Pero Daniel Schteingart, director de planificación productiva de la fundación Fundar, que elaboró un informe sobre informalidad laboral, aclara que los trabajadores de Uber y Rappi son formales porque facturan como monotributistas y, como tales, aportan a la Seguridad Social para tener cobertura sanitaria y futura jubilación. Esto es independiente de la discusión de si se trata de una relación de dependencia encubierta. “Son un porcentaje muy chico de la economía”, aclara Schteingart. En cambio, son empleados a quienes sus patrones no les aportan.

“Si pedís un aumento de $1.000 o 2.000 por hora, te echan, imaginate si vas pedir que te empleen en blanco”, comenta Yelenis Rojas, que emigró con sus tres hijos desde Venezuela en 2023, primero cuidó ancianos y ahora limpia casas particulares. “Me gustaría trabajar en blanco por los beneficios que tiene, para la salud, para tener a futuro una jubilación”, se ilusiona Yelenis.

“Un ejemplo es un empleado de un kiosco o una empleada doméstica”, explica Schteingart. Además están los cuentapropistas informales: “Manteros, feriantes, albañiles, que no están inscriptos en el monotributo. Son los que más crecen. Empleados industriales despedidos que ahora hacen changas, obrero de la construcción que estaba en blanco y ahora trabaja como albañil y cuentapropistas mujeres, que vienen creciendo desde hace años, que con la baja de la natalidad buscan trabajo y no encuentran y se arman, por ejemplo, su propio emprendimiento de elaboración de comida”, ejemplifica el experto de Fundar.

En la asociación De Puertas Abiertas, que apoya a microemprendedores, lo perciben. “Notamos desde el año pasado un aumento en la cantidad de personas que se acercan necesitando emprender”, cuenta el codirector de De Puertas Abiertas, Mateo Verrastro. “Necesitan activar una fuente laboral nueva para poder sobrevivir, ya sea porque no les alcanza o porque perdieron su trabajo. Además nos sorprendió notar que en una reunión de ingresantes a nuestro programa de capacitación la mitad contaban que habían tenido que cerrar su local y estaban viendo cómo reinventarse para sobrevivir”, cuenta Verrastro.

9 millones de trabajadores informales

“La informalidad laboral es uno de los grandes problemas del mercado de trabajo argentino”, advierte Fundar. “Suele estar asociada a malas condiciones laborales, bajos salarios y falta de derechos básicos. En el país, el 36% de los asalariados trabaja de manera informal. Si sumamos a los trabajadores independientes, la cifra asciende al 42%. Esto equivale a casi 9 millones de personas con empleo informal: 5,5 millones son asalariados y 3,3 millones, cuentapropistas. Entre los trabajadores independientes, la cifra sube al 57%”, continúa el reporte.

“Nueve de las doce provincias con mayor informalidad asalariada pertenecen al Norte Grande”, analiza Fundar por regiones. “En distritos como Salta, Santiago del Estero y Tucumán, más de la mitad de los asalariados trabaja en la informalidad. En el otro extremo, las seis jurisdicciones con menor informalidad son las cinco provincias patagónicas y la Ciudad de Buenos Aires, que no casualmente figuran entre las regiones más ricas del país. En esos casos, la informalidad asalariada es inferior al 30%, y en provincias como Tierra del Fuego y Santa Cruz, incluso menor al 20%”, prosigue la entidad.

Según Fundar, la tasa de informalidad entre asalariados es notoriamente más alta que en países como Uruguay, Chile y Brasil.

“En general, existe una correlación clara entre el nivel de desarrollo económico —medido por el PBI per cápita o la densidad empresarial— y la informalidad laboral”, explica Fundar. “Además, su estructura productiva está concentrada en actividades con alta informalidad relativa, como el agro. A esto se suma el menor poder adquisitivo de la población, que empuja a una mayor informalidad en el consumo (para pagar menos, a costa de la evasión impositiva), lo cual también desalienta la formalización en sectores como el comercio.”

La informalidad está nueve puntos porcentuales por encima a los años 80. Pero este aumento no fue lineal: puede dividirse en al menos cuatro etapas, según Fundar. La primera fue de 1986 a 2003, cuando la informalidad asalariada saltó del 26,9% al 49,4%. “El proceso de desindustrialización iniciado en los 70 tuvo como contracara la destrucción de buena parte del entramado productivo que había caracterizado a la Argentina durante gran parte del siglo XX. Esto se tradujo en un crecimiento sostenido del empleo informal. Incluso en los 90, cuando la economía crecía con fuerza, la informalidad siguió aumentando. Mientras se destruían puestos registrados, crecían ocupaciones en sectores que históricamente funcionaban por fuera de la legalidad. A su vez, las instituciones encargadas de regular las condiciones de trabajo, como el Ministerio de Trabajo o, más adelante, la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), perdieron capacidad de respuesta: no fiscalizaban ni promovían activamente la formalización”, recuerda el estudio.

La segunda etapa comenzó tras la crisis de la convertibilidad. “La fuerte recuperación económica permitió reducir los niveles de informalidad, impulsada tanto por la reactivación como por un fortalecimiento institucional: se reintrodujeron convenios colectivos suspendidos en los 90 y los organismos de control comenzaron a intervenir con más fuerza. Entre 2003 y 2011, la informalidad bajó de forma acelerada. Entre 2011 y 2015 la baja continuó, pero de forma mucho más lenta. En ese período de estancamiento económico, la formalización fue casi exclusivamente producto del aumento del empleo público, y ya no del dinamismo del empleo privado formal, que había sido clave en los años anteriores”, rememora Fundar.

“La tercera etapa comienza en 2015, con un nuevo ciclo ascendente de la informalidad asalariada, aunque de menor intensidad que el del final del siglo XX”, continúa el informe. “Entre ese año y 2024, la informalidad volvió a crecer, pasando del 32,6% al 36%. La suba de la informalidad en la última década se explica sobre todo por el estancamiento económico. Desde 2011, el empleo asalariado formal en el sector privado prácticamente no creció. Y, contrario a lo que suele pensarse, es justamente este tipo de empleo el más sensible al ciclo económico. En cambio, el empleo informal asalariado y el trabajo no asalariado muchas veces crecen incluso en contextos de crisis.”

La tasa de informalidad entre asalariados del 36,2% es seis puntos menor al promedio simple de los países de América Latina (42,6%), pero es notoriamente más alta que en países como Uruguay (9,6%), Chile (14,8%) y Brasil (23,6%), aunque más baja que en Bolivia (53,7%), Perú (57,7%), Paraguay (58,6%), México (62,4%) o Guatemala (71,5%). “En líneas generales, se observa una fuerte correlación entre el PBI per cápita y los niveles de informalidad. No sorprende que Uruguay y Chile, entre los países más ricos de la región, tengan tasas de informalidad más bajas. Tampoco resulta extraño que los países centroamericanos, los más pobres de América Latina, estén entre los más informales. Sin embargo, aunque la relación entre ingresos y formalidad es clara, no lo explica todo. El caso de Argentina lo ilustra bien: si bien su informalidad es menor al promedio regional, es mayor que la de varios países con menor ingreso per cápita, como Brasil o Colombia”, señala Fundar.

“Un posible factor que explica esta brecha es la relativamente alta presión tributaria sobre el trabajo en Argentina, que encarece la contratación formal”, opina el informe curado por Schteingart. “La informalidad está asociada a las normativas que regulan el empleo asalariado. Esas normativas implican costos, como aportes jubilatorios y contribuciones a la seguridad social, que varían mucho entre países. En contextos donde las reglas son más laxas y los costos de registrarse son menores, es más probable que aumente la formalidad. Pero esta menor presión también tiene un costo: reduce la capacidad de los estados para financiar sus sistemas de seguridad social”, concluye Fundar, que preside el empresario Sebastián Ceria.

No obstante, estas afirmaciones también pueden discutirse. Países con bajos aportes patronales como porcentaje del salario, como Perú (9% al 10%) y Guatemala (13%), igualmente son reinos de la informalidad. Es cierto que Uruguay (15%) y Chile (4%) cobran poco por empleado. Pero en Brasil se tributa más (del 26% al 29%) que en la Argentina ( del 24% al 27%). Y en países donde predomina la registración como los europeos se paga más en Francia (del 25% al 35%), España (32%), eItalia (del 29% al 32%), aunque menos en Alemania (20%).

AR/MG