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El Senado rechazó el proyecto de ley de ficha limpia y no podrá volver a ser tratado este año

El Senado rechazó el proyecto de ley de ficha limpia y no podrá volver a ser tratado este año

Con 36 votos a favor y 35 en contra, la iniciativa que prohíbe que las personas condenadas en segunda instancia por un delito de corrupción se cayó. El festejo del peronismo. El voto clave de los misioneros Rojas Decut y Arce.

“Viva Perón carajo”. El grito de Juliana Di Tullio resonó en todo el recinto cuando el tablero mostró el resultado: con 36 votos a favor y 35 en contra, el Senado había rechazado la Ficha Limpia. Los senadores peronistas se abrazaron, incrédulos. El misionero Carlos Rovira había salido al rescate: los dos senadores que le responden, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, cambiaron su voto a último momento y votaron en contra, dejando a la ley, que hubiese imposibilitado una futura candidatura nacional de Cristina Fernández de Kirchner, sin la mayoría especial que necesitaba.

Ezequiel Atauche, cuando terminó la votación, se mostró sorprendido, casi indignado. “Teníamos los votos contados. No se lo veía venir, estuve todo el día detrás de esto”, afirmó, en una simulación de ira y compunción. Terminó y se encogió de hombros: el jefe de la bancada libertaria, emisario de Santiago Caputo en el Senado, no había parado ni un minuto en la previa de la votación. Pero no había sido para aprobar la ley, sino todo lo contrario. 

El abrazo de Juliana di Tullio y José Mayans

La objeción de LLA con la Ficha Limpia era más pragmática que programática. Era, por un lado, un problema de timing: la elección porteña estaba a la vuelta de la esquina y Lospennato, la candidata del PRO que Manuel Adorni busca destruir, se había abanderado con la Ficha Limpia durante la campaña. Pero también había un problema de fondo, la preocupación sobre el día después: Javier Milei no termina de hacer pie en la Justicia y un sector del mileísmo teme que la influencia que Mauricio Macri tiene en la Justicia convierta la Ficha Limpia en dolor de cabeza en el futuro.

Al momento de tomar la palabra, sin embargo, La Libertad Avanza defendió a capa y espada la ley. “El que las hace las paga. Y aquí es momento de empezar un camino para darle más transparencia e institucionalidad. Entendemos que los políticos no son los reyes, los dioses, sino que están para servir al pueblo, no para robarle”, reivindicó Atauche, al momento del cierre. Minutos después, el Senado rechazó la ley de Ficha Limpia, que ahora no podrá volver a ser tratada por un año. 

Con 36 votos a favor y 35 en contra, el Senado rechazó la Ficha Limpia

Las idas y venidas de Atauche

Durante las 11 horas que duró el debate, Atauche casi no estuvo en el recinto. Teléfono en mano y acelerado, el senador se la pasó visitando despachos, conversando en pasillos y llamando, desesperado, para intentar convencer senadores que quisieran darle una mano para boicotear la sesión. El Gobierno se había resignado a convocar la sesión, pero no se rendiría sin dar pelea: no quería la ley y tenía dos estrategias para evitarlo. 

La primera línea de acción era incluir cambios en la ley, de modo que tuviera que volver a tratarse en Diputados. Sus aliados eran los radicales, que ya venían reclamando introducir nuevos delitos a la Ficha Limpia. Pero no tuvo suerte: los radicales no querían quedar expuestos como los que habían ayudado a dilatar la sanción del proyecto, impulsado por todo el partido. 

El Plan B era dinamitar la votación, convencer a algún aliado que pertenecía al “Grupo de los 38” -es decir todos los senadores no peronistas que acompañaban la ley- que votase en contra. No fue fácil, los provinciales no querían llevarse la marca para salir en auxilio del Gobierno, que no terminaba de confesar que no quería la ley. “Que pongan ellos la carita si no quieren que haya ley”, mascullaba, irritado, un senador que integra un bloque provincial de la Patagonia. 

El jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche

El peronismo observaba la danza de Atauche desde afuera: si había alguien que podía boicotear la sesión era el Gobierno, no ellos. En Unión por la Patria le prendían una vela a las maquinaciones de Caputo y Atauche, los aliados más inesperados. Eran los más esperanzados: mientras en el PRO y la UCR aseguraban que la votación estaba cerrada y el Gobierno buscaría una manera de capitalizar la sanción de la Ficha Limpia, el peronismo confiaba en un deus ex machina que saliera en su ayuda. 

Al final fueron los misioneros. Arce y Rojas Decut, que responden al líder misionero Carlos Rovira, votaron en contra de la ley con el resto del peronismo y dejaron la votación con solo 36 votos a favor. El tablero dio que la Ficha Limpia se había rechazado. Victoria Villarruel, que presidía la sesión, se mostró sorprendida. Los senadores de UxP más cercanos de CFK, como Di Tullio, José Mayans y Oscar Parrilli, se fundieron en un abrazo de oso.

Los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, la sorpresa de la jornada

El debate

Antes de que se conociera el resultado, el debate giró, fundamentalmente, en torno a un eje: si la ley era o no contra Cristina Fernández de Kirchner, quien no podría volver a ser candidata a un cargo nacional, debido a la condena de Casación Penal en la causa Vialidad, si la ley se sancionaba. UxP, que fue la única bancada que no dio quórum, dedicó toda la sesión a denunciar que, detrás de la Ficha Limpia, no había otra cosa que un intento de proscripción contra la principal referente del peronismo.

“Este proyecto es contra Cristina. Como no le pueden ganar con los votos la quieren sacar de la cancha. En otra época quizá tocaban la puerta de los cuarteles, ahora tocan la puerta del Poder Judicial”, cuestionó Wado de Pedro, que calificó la Ficha Limpia como “la culminación de un método mafioso de proscripción de dirigentes a partir de manejo de medios y copamiento ilegal de sectores del Poder Judicial”.

Qué poco originales son los gorilas. Pasamos por bombas, proscripciones, nos mataron 30 mil compañeros, ¿y saben qué? Se van a morir sin entender por qué la gente nos vuelve a elegir. El pueblo solo recuerda a quien puso en valor la dignidad”, cuestionó Anabel Fernández Sagasti

Victoria Villarruel junto a la radical Carolina Losada y el jefe libertario, Ezequiel Atauche

Hablando a veces a dos voces con Juliana Di Tullio, que acotaba chistes a su lado, la mendocina camporista cuestionó que el oficialismo no quisiera incluir modificaciones para sumar delitos a la inhabilidad -como narcotráfico o trata de personas- y propuso una nueva iniciativa: “¿Quieren Ficha Limpia? Nosotros queremos Nariz Limpia. Queremos un examen toxicológico a cada candidato una vez oficialice su candidatura”, planteó.

Los impulsores de la ley, por el contrario, insistieron en bajarle el tono, rechazando que la ley tuviera nombre y apellido. “Parece que estamos sobrevalorando algo que es algo básico, elemental. Estamos incorporando una condición por la cual determinados ciudadanos no pueden ser elegidos. ¿Quienes son? Ya estuvieron y manejaron el erario público y lo hicieron con cuota de corrupción y por eso tiene dos condenas”, cuestionó el ex presidente del PRO, Luiz Juez

Estoy de acuerdo que es una ley con nombre y apellido. Pienso quien fue dos veces presidente que tuvo gran popularidad y la perdió por causas corrupción. Que después de dejar el cargo fue condenado. Que después buscó fueros en el Senado”, enumeró Martín Lousteau e, irónico, agregó: “Esa persona es Carlos Saúl Menem”. 

“No se trata de perseguir a nadie. Se trata de construir un andamiaje jurídico”, sumó la larretista Guadalupe Tagliaferri, que aprovechó para sumar un nuevo condimento al debate: la rivalidad despiadada por la paternidad de la ley. “Esta ley no es de autoría de nadie. Ni de un gobierno nacional ni mucho menos de una candidata”, remarcó, apuntando los cañones contra Lospennato, que compite también con la lista que encabeza Horacio Rodríguez Larreta.

Atauche fue el encargado de cerrar el debate. “Hubo muchos intentos para cajonearla. Pero nosotros venimos a cambiar eso”, aseguró, como diciendo: Javier Milei lograría lo que Mauricio Macri no había podido. En el PRO estaban expectantes. Desde un programa de TN, Lospennato seguía la votación en vivo, ya que LLA no la había dejado ingresar al recinto. La cámara mostró su imagen de incredulidad cuando se enteró que el Senado había rechazado la ley. A los pocos minutos, como si ya lo tuvieran preparado, la Oficina del Presidente emitió un comunicado “condenando” la decisión del Senado.

El peronismo, en cambio, cantaba y se reía. A diferencia del PRO, ellos sí sabían desde las cuatro de la tarde que los misioneros votarían en contra y que la ley se caería. “No fuimos nosotros”, aseguró, feliz y risueño, un senador cristinista mientras abandonaba el recinto.

ACTA 11 DEL 7-5-25 by

MC

Uno por uno, cómo votaron los senadores en la sesión por Ficha Limpia

Uno por uno, cómo votaron los senadores en la sesión por Ficha Limpia

El Senado rechazó por un voto el proyecto de Ficha Limpia: 36 a favor, 35 en contra. Cristina Fernández de Kirchner podrá ser candidata. La ley no podrá volver a tratarse hasta 2026. losm legisladores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut quedaron en el ojo de la tormenta.

El proyecto de ley conocido como “Ficha Limpia”, que buscaba inhabilitar como candidatos a cargos electivos nacionales a personas condenadas en segunda instancia, fue rechazado este miércoles en el Senado por 36 votos afirmativos contra 35 negativos, cuando se requerían al menos 37 voluntades para su aprobación.

La iniciativa, impulsada principalmente por Silvia Lospennato, había sido eje de debate público por su posible impacto sobre la elegibilidad de dirigentes como la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La sesión, cargada de tensiones, terminó en frustración para quienes promovían el proyecto, que no podrá volver a tratarse hasta 2026.

A continuación, el detalle completo de cómo votaron los senadores:

🟢 VOTARON A FAVOR (36):

  • Abad, Maximiliano
  • Abdala, Bartolomé Esteban
  • Alvarez Rivero, Carmen Silvia
  • Arrascaeta, Ivanna Marcela
  • Atauche, Ezequiel
  • Ávila, Beatriz Luisa
  • Bedia, Vilma Facunda
  • Blanco, Pablo Daniel
  • Carambia, José María
  • Crexell, Carmen Lucila
  • Cristina, Andrea Marcela
  • De Angeli, Alfredo Luis
  • Espínola, Carlos Mauricio
  • Fama, Flavio Sergio
  • Gadano, Natalia Elena
  • Galaretto, Eduardo Horacio
  • Goerling Lara, Enrique Martín
  • Huala, María Victoria
  • Juez, Luis Alfredo
  • Juri, Mariana
  • Kroneberger, Daniel Ricardo
  • Losada, Carolina
  • Lousteau, Martín
  • Olalla de Moreira, Stella Maris
  • Olivera Lucero, Bruno Antonio
  • Pagotto, Juan Carlos
  • Paoltroni, Francisco Manuel
  • Romero, Juan Carlos
  • Silva, Mónica Esther
  • Suárez, Rodolfo Alejandro
  • Tagliaferri, Guadalupe
  • Terenzi, Edith Elizabeth
  • Valenzuela, Mercedes Gabriela
  • Vigo, Alejandra María
  • Vischi, Eduardo Alejandro
  • Zimmermann, Victor

🔴 VOTARON EN CONTRA (35):

  • Andrada, Guillermo Eduardo
  • Arce, Carlos Omar
  • Cora, Stefanía
  • Corpacci, Lucía Benigna
  • De Pedro, Eduardo Enrique
  • Di Tullio, Juliana
  • Doñate, Claudio Martín
  • Duré, María Eugenia
  • Fernández Sagasti, Anabel
  • García Larraburu, Silvina
  • Giménez Navarro, María Celeste
  • Gimenez, Nora del Valle
  • González, María Teresa
  • Kirchner, Alicia Margarita
  • Leavy, Sergio Napoleón
  • Ledesma, Claudia Alejandra
  • Lewandowski, Marcelo Néstor
  • Linares, Carlos Alberto
  • López, Cándida Cristina
  • López, María Florencia
  • Manzur, Juan Luis
  • Mayans, José Miguel Ángel
  • Mendoza, Sandra Mariela
  • Moisés, María Carolina
  • Montenegro, Gerardo Antenor
  • Neder, José Emilio
  • Parrilli, Oscar Isidro
  • Pilatti Vergara, María Inés
  • Recalde, Mariano
  • Rejal, Jesús Fernando
  • Rodas, Antonio
  • Rojas Decut, Sonia Elizabeth
  • Salino, Fernando Aldo
  • Sapag, Silvia Estela

🚫 AUSENTE:

  • Bensusán, Daniel Pablo

ACTA 11 DEL 7-5-25 by

El resultado generó una inmediata reacción política. Mientras el oficialismo libertario responsabilizó al kirchnerismo y denunció “pactos de impunidad”, desde el entorno de Juntos por el Cambio hubo fuertes críticas a sectores de La Libertad Avanza por permitir que el tema se trate sin los votos necesarios para su aprobación.

Con información de agencias.

IG

Segunda fumata negra para elegir al papa en un cónclave que crece en intensidad

Segunda fumata negra para elegir al papa en un cónclave que crece en intensidad

Las dos votaciones de la mañana no consiguieron un 'quorum' en torno a ninguno de los cardenales, que esta tarde volverán a la Capilla Sixtina para la cuarta y quinta votación, en las que fueron elegidos Benedicto XVI y Francisco, respectivamente.

El cónclave entra en una segunda jornada en la que se espera una votación crucial

Tanto se esperó la primera fumata negra este miércoles, primer día del cónclave, que la de la segunda jornada era en realidad una doble incógnita: ¿será negra?, pero sobre todo: ¿a qué hora será? El humo oscuro que indica que la tercera votación ha sido infructuosa apareció antes de lo previsto, sobre las 12 del mediodía.

Después de la experiencia de la primera jornada parecía claro que el trámite del sufragio en la Capilla Sixtina estaba costando más de lo previsto: 133 cardenales poniéndose de pie, acercándose a la urna y anunciando en latín que emiten su voto quizá tenía sentido cuando había menos electores. Y aunque aquí no son muy dados a los cambios, incluso la liturgia a veces necesita acomodarse un poco a los tiempos. Pero la segunda jornada, el procedimiento parece ir más sobre ruedas y acomodarse a los tiempos de ocasiones anteriores.

Tercera votación sin acuerdo. A esta altura debe estar claro si el favorito Parolin va acumulando apoyos que le permitan soñar con los 89 votos que le convertirían en Papa, si los moderados pueden ver en él una opción de transición tras el papado rupturista de Francisco, y si los ultras concretan la jugada de apoyar al secretario de Estado a cambio de que ponga a uno de los suyos en un puesto de poder en el Gobierno de la Iglesia.

Benedicto XVI fue elegido en la cuarta votación. Francisco, en la quinta. Fueron cónclaves rápidos, y la expectativa es que este también lo sea. Aunque, como todo en esta elección, empezando por los horarios, es relativo y poco transparente.

Esta tarde habrá dos rondas más de votaciones, precisamente la cuarta y la quinta. La expectativa crece en la plaza de San Pedro y en todo el mundo. Aunque a veces la pompa de las túnicas y los escenarios en los que transcurre este antiquísimo ceremonial distraiga, lo que se dirime aquí es quién será el representante de una institución con casi 1.400 millones de fieles y una figura política –así lo demostró el último Papa, Jorge Bergoglio– de primera línea en el orden mundial.

A dedo, buscando señales o por votación 'divina': así eligen las principales religiones a sus líderes

A dedo, buscando señales o por votación 'divina': así eligen las principales religiones a sus líderes

Las figuras centrales en las religiones, al modo del Papa o el Dalái Lama, no son la norma en otros credos; en el Islam, el Hinduismo, el Judaísmo o ramas cristianas como el protestantismo los líderes ejercen sobre sus congregaciones y son elegidos (o designados) por diferentes métodos.

La figura del Papa es una rareza. Pocas religiones, al menos entre las mayoritarias del mundo, tienen un personaje que, como el pontífice, mande sobre toda la comunidad de creyentes. Ni siquiera las otras ramas del cristianismo (protestantes y ortodoxos son las dos principales) responden a este modelo. Solo el Budismo tiene también un responsable máximo, el Dalái Lama; el Islam o el Hinduismo funcionan más como una suma de diferentes tradiciones y prácticas religiosas en las que el liderazgo se ejerce habitualmente a nivel local por los imames o los gurús, encargados de mantener la tradición. Un rol similar al que juegan los rabinos en el judaísmo, aunque en este caso la religión es más unitaria.

La elección o designación de estos líderes varía según la religión o incluso –dentro de una misma– entre las diferentes corrientes. Desde la búsqueda de la reencarnación del Dalái Lama hasta la designación de los gurús o las votaciones guiadas por la sabiduría del espíritu santo de los cardenales católicos, diversos métodos conviven en los centros de culto.

Cristianismo

Agrupadas bajo el paraguas común de Jesús de Nazaret, las diferentes ramas cristianas tienen a su vez diversos modelos de liderazgo. El Papa de Roma ejerce sobre los católicos y es vox pópuli estos días que su elección la realizan 135 cardenales (a quienes nombran los propios pontífices) por una mayoría de dos tercios, una elección guiada, dice la tradición, por inspiración divina. Es la única rama cristiana que tiene un líder máximo tan marcado.

Los protestantes, muy diversos, niegan el primado de San Pedro, por lo que rechazan a sus sucesores al frente del obispado de Roma. A su vez, esta rama tiene distintos modelos. En las iglesias de carácter nacional, como el anglicanismo, el jefe supremo de la religión es el Rey, mientras el Arzobispo de Canterbury es primado de la Iglesia de Inglaterra y líder espiritual: se le considera primus inter pares, de manera que ejerce una posición más simbólica y nominal.

Los ortodoxos, la otra gran corriente del cristianismo, tampoco tienen un líder global. El único cabeza de la Iglesia, sostienen, es Jesucristo. A nivel local, los líderes de las 14 iglesias autocéfalas (autogobernadas) son los patriarcas y metropolitanos, que se consideran iguales y respetan a su vez al Patriarca de Constantinopla, considerado sucesor del apóstol Andrés como el Papa lo es de San Pedro, y ostenta el título –otra vez– de primus inter pares, de carácter meramente simbólico. La función principal del Patriarca de Constantinopla (Bartolomé I es el actual) como líder simbólico honorífico era presidir los concilios ecuménicos y ejerce de alguna manera de portavoz de la iglesia, pero no tiene poder sobre el resto de congregaciones.

Los patriarcas regionales se eligen por votación, algo similar al Papa, aunque como sucedió en el caso de la elección del jefe de la iglesia ortodoxa rusa en 2009, un concilio previo puede seleccionar candidatos. El patriarca de Constantinopla es también elegido por el Santo Sínodo del Patriarcado Ecuménico, un organismo formado por obispos. Bartolomé fue designado por unanimidad en 1991.

Islam

Una religión con unos 1.800 millones de personas que tampoco tiene un líder máximo, aunque algunas de sus ramas sí. “La elección de líderes religiosos en el Islam puede variar considerablemente dependiendo del país, movimiento religioso o ideológico”, explica Adil Mohamed Hachmi, responsable de relaciones públicas de la Liga mundo islámico en España.

Los sunitas son el grupo mayoritario, al que pertenecen el 90% de los musulmanes, y sus líderes se conocen como imames. “A menudo son elegidos por la comunidad o la congregación. No hay un proceso formalizado a nivel global, y la elección puede depender de la educación tradicional del conocimiento o memorización del Sagrado Corán y la tradición islámica, o los estudios académicos universitarios de las diferentes grandes universidades islámicas del mundo, como la universidad del Al- Azhar en Egipto, la Universidad Islámica de Medina, la universidad Umm Al Qura, de Arabia Saudi, u otros lugares destacados en Marruecos, Mauritania, Túnez, Turquía, Pakistán, India, Malasia, Indonesia, etc”, elabora Mohamed Hachmi. También puede influir el respeto, los modales o la confianza que inspire en la comunidad, zona o país.

En el Islam chiíta los ayatolás son clérigos expertos en la ley islámica (sharia), con derecho a interpretarla, enseñarla y promulgar sus opiniones doctrinales (fatuas). Por encima de ellos están los gran ayatolás (mayari). Como explica Adil Mohamed Hachmi, estos líderes religiosos chiítas se asocian principalmente con la República Islámica de Irán, aunque también pueden aparecer en las comunidades de países como Irak, Líbano, Bahréin y Yemen.

En algunas comunidades, los líderes son elegidos a través de consejos o seminarios, donde se discuten y seleccionan a los candidatos adecuados basándose en su formación religiosa y su capacidad para guiar a la comunidad.

Según la zona, los líderes religiosos pueden ser influenciados también por factores políticos y culturales, lo que puede afectar cómo son elegidos y reconocidos por la comunidad.

Por último, el imam explica que también se da en ocasiones la “contratación por organismos, instituciones oficiales, gubernamentales o no, como la Muslim World League, o ministerios islámicos de países como Arabia Saudí, Egipto, Marruecos, Turquía, Catar, Emiratos Árabes, Irán, Malasia, los países de los Balcanes, Rusia o movimientos como los hermanos musulmanes, tabligh y dawa, justicia y caridad o desarrollo, etc”.

Hinduismo

Originaria del subcontinente indio, la tercera religión con más fieles del mundo (1.300 millones de personas) no es un credo unitario, al menos no como puede entenderse que lo es el cristianismo católico. El hinduismo lo conforman un conjunto heterogéneo de prácticas tradicionales – no existe una institución central que lo regule– y su influencia va más allá de la mera religión hasta considerarse una filosofía de vida que incluye la oración, la meditación y peregrinajes.

“El liderazgo en el hinduismo no está centralizado ni regulado por una única institución. En lugar de una autoridad suprema o jerarquía piramidal, el hinduismo se organiza en torno a una multiplicidad de tradiciones (sampradayas), linajes espirituales (paramparas), escuelas filosóficas y comunidades devocionales (bhakti), cada una con sus propios sistemas de liderazgo”, explica Juan Carlos Ramchandani (Krishna Kripa Dasa), sacerdote hindú (puróhita) y presidente de la Federación Hindú de España.

“En la mayoría de las corrientes, el liderazgo espiritual está encarnado en la figura del guru o acharya, un maestro que guía a los discípulos en su camino espiritual. Su autoridad no proviene de una institución central, sino de su sabiduría, experiencia espiritual, y del reconocimiento por parte de su comunidad o linaje”, continúa. “Un guru puede ser tanto un renunciante (sannyasi) como un casado (grihastha) con profundo conocimiento de las escrituras y la práctica espiritual”.

El rol fundamental de sus líderes es el de guía espiritual (gurú significa literalmente “el que disipa la oscuridad”), explica el sacerdote hindú, “modelos vivientes del dharma” (la conducta justa, ética y espiritual que sostiene el orden del universo y la vida humana), y en muchas tradiciones también tiene entre sus funciones preservar y transmitir un linaje espiritual específico (doctrinas, rituales, prácticas de meditación y enseñanzas éticas).

La diversidad de tradiciones tiene su reflejo en las diferentes maneras que estas tienen de elegir a sus líderes. Los métodos más habituales son la designación directa por el maestro anterior, el reconocimiento espontáneo por parte de la comunidad ante ciertas cualidades excepcionales, la herencia familiar o, en algunos casos, una serie de reglas más formales, como pueden ser un consejo de monjes o unos estatutos que determinen quién puede asumir el liderazgo.

Budismo

Los seguidores de Buda Gautama sí tienen una figura central que vela por la comunidad. Dalái Lama es el título que obtiene el dirigente de la Administración Central Tibetana y el líder espiritual del lamaísmo o budismo tibetano, y se consideran encarnaciones de Buda Avalokiteshvara, el buda de la compasión. Así, son elegidos desde muy pequeños; el actual Dalái Lama, el número 14, fue designado cuando tenía tres años. Según esta escuela de pensamiento, realmente el Dalái Lama no se elige, se encuentra, en una búsqueda que llevan a cabo los lamas y altos dirigentes del gobierno tibetano tras la muerte de su líder máximo.

Basados en las ideas de la reencarnación y el valor de la mente humana como fuente de todas las cosas, los budistas tienen como meta conseguir el control de la energía esencial que anima la existencia. Quienes completan este viaje con éxito son los llamados bodhisattvas, y entre ellos destacan los tulkus, que han trascendido la influencia del karma y controlan el tiempo y lugar de sus futuros nacimientos. El Dalái lama sería uno de ellos.

¿Cómo es localizada la nueva encarnación de Buda Avalokiteshvara cuando fallece el Dalái Lama? El propio interesado lo explica en su web. “Cuando me vaya acercando a los noventa años [sucederá este 2025], consultaré a los grandes Lamas de las tradiciones budistas tibetanas, al público tibetano y a otras personas interesadas (...) y volveré a considerar si la institución del Dalái Lama debe continuar o no. En ese momento, se tomará una decisión. Si se decide que debe continuar la reencarnación del Dalái Lama y si es necesario reconocer al Decimoquinto Dalái Lama, la responsabilidad recaerá principalmente sobre los funcionarios pertinentes de la fundación Gaden Phodrang Trust del Dalái Lama. Deberán consultar a los jefes de las tradiciones budistas tibetanas y a los Protectores jurados del Dharma que están inseparablemente vinculados con el linaje de los Dalái Lamas. Deberán dejarse aconsejar y guiar por estas personas y deberán aplicar los procedimientos de búsqueda y reconocimiento de acuerdo con la tradición. Dejaré instrucciones muy claras por escrito”, anuncia.

Entre los budistas hay una cierta inquietud en los últimos años porque el Partido Comunista Chino está maniobrando para inmiscuirse en la designación del nuevo Dalái Lama cuando llegue el momento, y ha establecido un sistema por el que el nuevo líder debe ser reconocido por el partido en un juego que mezcla geopolítica y religión. Pero los budistas recuerdan que “el renacimiento” es una opción del Dalái Lama, que puede elegir si la lleva a cabo o no y en su caso dónde. “Tengan bien presente que si la reencarnación no es reconocida por estos métodos legítimos”, advierte el Dálai Lama en su web, “no deberán reconocer ni aceptar a ningún candidato escogido con fines políticos, sea quien que sea, ni siquiera a los que nazcan en la República Popular de China”.

Judaísmo

Los rabinos son los líderes principales en el judaísmo, una de las religiones monoteístas más antiguas del mundo, que tampoco tiene un representante máximo. Los rabinos son considerados maestros expertos en la ley judía (Halajáh) y en la interpretación de la Torá (Midrásh) y tienen autoridad en su comunidad. Entre sus principales funciones está el estudio y divulgación del conocimiento religioso, el asesoramiento pastoral, dirigir los servicios de oración o celebrar los acontecimientos de la vida, como los matrimonios, las circuncisiones o los funerales. El término se aplica también al jefe espiritual de una sinagoga.

La forma en que se eligen los rabinos varía según la comunidad. Con carácter general, el proceso de ordenación (semikha) implica la instrucción y estudio de textos religiosos judíos, y la posterior ordenación por otro rabino reconocido. En ocasiones, el rabino es elegido por la comunidad a través de un proceso de votación o consulta.

En Israel, el Gran Rabinato está reconocido en la legislación como la autoridad suprema rabínica y espiritual para el judaísmo y tiene autoridad legal y administrativa para tratar temas religiosos para los judíos del país. El rabinato principal de Israel tiene dos rabinos mayores: uno asquenazí y uno sefardí, quienes son elegidos para periodos de diez años (el actual rabino asquenazí es Kalman Ber y el sefardí es David Yosef, ambos electos desde 2024). Estos se eligen por medio de un órgano electoral compuesto actualmente por 140 personas entre rabinos y figuras públicas.

Como en Berlín, saber a qué hora llego no debería ser un lujo

Como en Berlín, saber a qué hora llego no debería ser un lujo

Lo que muestra el transporte público berlinés no es solo una diferencia tecnológica: también es una forma distinta de tratar a los pasajeros.

Hay ciertas diferencias que se vuelven evidentes apenas se pisa otra ciudad. Vine a Berlín gracias al Internationale Journalisten-Programme (IJP), una beca que me permite trabajar temporalmente en un medio alemán y ver en acción, desde adentro, cómo funcionan cosas que en Buenos Aires parecen cada vez más un lujo. El transporte público confiable y eficiente, por ejemplo. Pero esta columna no pretende ser una oda al primer mundo. Lo prometo

Digamos todo. Los trenes interurbanos alemanes tienen muchas más demoras que años atrás. Hay menos colectivos en Berlín por falta de personal. Y tanto huelgas como obras están afectando el transporte público en general. Pero, incluso en un contexto más complicado que antes, la información acá está disponible, es confiable y permite planificar. 

Mientras en Buenos Aires la concesionaria del subte Emova lanza con bombos y platillos una aplicación que apenas avisa si hay demora, en la capital alemana las apps oficiales permiten planificar viajes con máxima precisión incluso en este contexto adverso, recibir alertas personalizadas si el servicio se retrasa, saber cuán lleno viene cada coche del tren metropolitano y hasta en qué plataforma tomar el segundo en viajes con trasbordos.

En Berlín los recursos disponibles se ponen al servicio de la experiencia del usuario.

Es otro planeta, sí, pero también es otra idea de lo que significa cuidar el tiempo y la experiencia de quienes viajan cada día. Es verdad que la crisis argentina dificulta la retención de programadores en el sector público, que son los encargados de mantener esas aplicaciones. Pero los datos en tiempo real están, o deberían. Emova los usa para operar el subte.

De hecho, hasta hace algunos años la app del Gobierno porteño Cómo Llego indicaba cuánto faltaba para el próximo subte, si uno buceaba lo suficiente. Incluso supimos desarrollar un predictivo para colectivos, Cuándo SUBO, ahora con menos líneas en tiempo real y menor actualización de recorridos. 

Pero volvamos a Berlín. Acá la aplicación oficial Fahrinfo permite no sólo planificar el viaje sino también configurar alertas, tanto por única vez como todos los días. Fue lanzada por la BVG, la empresa pública que gestiona las redes de subte, tranvía, colectivos y ferrys. En esta app se puede elegir cuántos minutos antes de salir de casa queremos ser notificados de cambios en el servicio. Y hasta definir a partir de cuántos minutos de demora deseamos recibir el alerta. Por ejemplo, que nos avise del retraso sólo si supera los cinco minutos, y no si el delay es menor.

Un paso más allá

Cada aplicación oficial alemana de movilidad tiene herramientas que hacen las delicias de más de un nerd del transporte. La del S-Bahn, los ferrocarriles metropolitanos, muestra interrupciones en tiempo real e incluye guías de viajes cortos a destinos turísticos que pueden hacerse en ese modo. La de la VBB, el consorcio de transporte de los estados de Berlín y Brandeburgo, permite no sólo planificar el viaje y ver los eventuales cortes, sino acceder a un mapa en vivo en el que los colectivos, subtes, tranvías y trenes se mueven hacia su destino como en un videojuego, pero con información real.

Sin dudas, una de las apps oficiales más amigables para quienes viajan es la de la Deutsche Bahn (DB), la ferroviaria estatal que, por sus demoras y obras eternas, se gana buena parte de los insultos locales. La app sirve principalmente para viajes interurbanos, pero también permite planificar trayectos dentro de la ciudad, no sólo con estaciones sino con direcciones concretas. 

Lo mejor son sus notificaciones en tiempo real dentro de la app. Si se marca un viaje como favorito, aparecen avisos en la parte inferior de la pantalla, con los minutos que faltan para subirse al tren (o bien para combinar con otro, en caso de que el trayecto tenga trasbordos). Hasta figuran los números de plataforma de ascenso y de descenso desde el vamos, los servicios incluidos, la demanda esperada y, en caso de demoras, en qué horario debería haber llegado la formación a cada estación y cuándo efectivamente arribó.

Además de estas aplicaciones oficiales, están las que ya conocemos y que operan también en otras ciudades, como Citymapper, Google Maps y Moovit. Estas dos últimas, disponibles en Buenos Aires, funcionan mucho mejor en Berlín, porque tienen datos en tiempo real y no sólo un cronograma de servicios programados.

Antes de las apps

La amplia disponibilidad de datos en tiempo real es anterior a las aplicaciones. Entre lo que más me sorprendió cuando conocí esta ciudad en 2014 están los carteles con predictivos (hoy ya presentes, con altibajos, en parte del transporte público del AMBA), que en el subte berlinés indican no sólo cuántos minutos faltan para la próxima formación sino, además, cuándo llegan las de las líneas de combinación, para saber si corremos o no a nuestro próximo subte. También hay carteles similares en estaciones de tranvías y de colectivos.

Hoy esos tres modos de transporte también tienen dentro de sus coches pantallas TFT (un tipo de LCD), que muestran datos clave como la próxima estación, combinaciones posibles, tiempos de espera y demoras.

Berlín afina cada vez más la información disponible para que moverse sin perder tiempo sea posible.

Los S-Bahn más modernos ostentan pantallas con información similar, aunque mucho más anchas. Y, desde octubre, indican en seis estaciones cuán llenos vienen los coches de la próxima formación, para poder subirse al que esté más vacío. Para determinarlo usan el sensor “Lightgate”, una barrera lumínica en la zona de vías que escanea el paso del tren con un haz apenas visible. Cuantos más pasajeros hay, menos luz ingresa. Eso se transmite a la pantalla de la próxima estación. 

¿Magia? ¿O ganas de que la población no sólo se traslade sino que lo haga más cómoda y viva mejor? La diferencia no es sólo tecnológica y económica, sino también de enfoque. Mientras en Buenos Aires se celebra una app que apenas cumple con lo mínimo, en Berlín los recursos disponibles se ponen al servicio de la experiencia del usuario con un nivel de precisión y detalle que revela una visión completamente distinta sobre lo que significa gestionar el transporte público

Lo que se perdió no es sólo una aplicación. Es capacidad. Como me decía el especialista en visualización de datos Andrés Snitcofsky: los gobiernos se quedaron sin gente que sepa hacer. Porque pagan mal. Porque muchos de los que sí saben, ahora están trabajando para el sector privado o directamente afuera. Porque las herramientas que funcionaban, como la interfaz de datos de transporte en tiempo real, dejaron de mantenerse. Y las que aún existen tienen reseñas de dos estrellas y quejas por fallas básicas. 

Pero, además, la tendencia actual es hacer menos aplicaciones e integrar datos en las que realmente funcionan. Por eso, si no hay fondos, hay que invertir lo poco que haya en generar y abrir datos en tiempo real, y que las apps o servicios sean desarrollados por la comunidad y/o los privados.

Datos hay. Los tiene Emova, que debería compartir toda la información disponible en tiempo real. Y los tiene –o debería– el Estado en general. Ahora “sólo” falta poner voluntad, capacidad y una política pública clara para dar información que, en pleno deterioro del transporte público, les mejore la vida a quienes viajan todos los días.

KN/DTC