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La ministra de Seguridad formalizó su pase al partido de Javier Milei con una caminata junto a la secretaria general de la Presidencia por la plaza Vicente López, en Recoleta. El gesto marca un quiebre definitivo con Mauricio Macri y agita el tablero electoral porteño.
A las 18.08, Patricia Bullrich apareció en la esquina de Juncal y Paraná, en el barrio porteño de Recoleta. No venía sola: a su lado caminaba Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, arquitecta del partido libertario y guardiana de sus sellos. La ministra de Seguridad saludó con una sonrisa, levantó el pulgar, posó para las selfies y, durante veinte minutos, permaneció junto a Karina en esa misma esquina, entre saludos, micrófonos y más fotos. Bastó ese gesto, ese cuerpo a cuerpo, esa postal compartida para sellar un mensaje que ya había sido escrito en voz baja en los pasillos de Balcarce 50: Patricia Bullrich ya es parte de La Libertad Avanza.
La postal fue modesta pero precisa. No hubo escenario ni multitudes, pero sí hubo declaraciones y un mensaje cargado de intención política. En diálogo con A24, Bullrich explicó su salto con una frase que resumía su ruptura: “Los partidos muchas veces terminan siendo presos de sus propios intereses y no instrumentos de cambio para la sociedad”. Y agregó: “Uno tiene que seguir las ideas. Yo me debo a millones de argentinos que tomaron esa decisión con nosotros y que hoy están viendo con esperanza el gobierno que se está llevando adelante”.
A su lado, Karina Milei le puso marco ideológico al pase, en la que fue su primera entrevista formal en televisión: “Nuestro líder es Javier Milei, pero son las ideas. Por eso nosotros lo que decimos es que en este partido todos los que tengan las mismas ideas se pueden sumar a nosotros. Y queremos que estas ideas sigan mucho más tiempo de lo que puede estar el presidente Milei”.
No hubo escenario, pero sí un paseo acompañado de militantes, funcionarios y curiosos que se habían agrupado desde las cinco de la tarde. Entre ellos, un hombre disfrazado con un casco espartano, espada y laureles que decía estar allí “para defendernos de los extraterrestres que nos vienen a atacar”. Otro llevaba gorra de Las Fuerzas del Cielo. No faltó el dirigente juvenil Juani “el niño Brócoli” Boutet ni la legisladora porteña Lucía Montenegro, tampoco una gigantografía de Manuel Adorni apoyada al lado de los stands. El vocero presidencial no estaba: tenía compromisos previos. Pero su imagen era omnipresente.
Mientras avanzaba hacia la esquina junto a Pilar Ramírez, la operadora de Karina en la Ciudad, Bullrich buscaba con la mirada: “¡Juampi! ¡¿Dónde está Juampi?!”, gritó, refiriéndose al legislador porteño Juan Pablo Arenaza, uno de los primeros en pegar el salto del PRO a La Libertad Avanza. Junto a él, Silvia Imas y María Luisa González Estevarena. Esa jugada, coordinada con el aval de la Casa Rosada, fracturó el bloque amarillo en la Legislatura y dejó en evidencia el vacío de conducción de Macri en su distrito de origen.
Entre el público, un simpatizante que blandía una ficha, le gritó: “Pato, acá tenés para desafiliarte del PRO”. “Aguante Patricia”, le devolvieron más tarde. El acto de este martes no fue un acto. Fue una escena breve, casi improvisada, pero con carga histórica: marcó el pase formal de una expresidenta del PRO a las filas de Milei.
Bullrich ya se comportaba como libertaria desde hace meses. Su alianza con Karina Milei había dejado de ser una coincidencia funcional para convertirse en sociedad política. La foto junto a Milei en el Ministerio de Seguridad, en febrero, había sido una señal. Esa visita al edificio de la calle Gelly y Obes, donde ambos se mostraron distendidos y cercanos, fue leída en Casa Rosada como el anticipo de un movimiento que el oficialismo esperaba y alentaba desde hace tiempo.
A comienzos de marzo, Bullrich protagonizó un cruce público feroz con Mauricio Macri a través de X, a raíz del conflicto por el alojamiento de presos federales en comisarías porteñas. Haciéndose eco de su primo Jorge, el expresidente acusó al gobierno nacional de no hacerse cargo del problema. La ministra respondió con una catarata de mensajes que incluyeron reproches personales, reclamos históricos por el incumplimiento del traslado de la cárcel de Devoto y una frase que sonó a ruptura final: “Gestionar la seguridad no es diseñar uniformes”. El fuego se replicó con María Eugenia Vidal y el ministro de Justicia porteño, Gabino Tapia, que acusaron a la excandidata de Juntos por el Cambio de “desidia” y de estar “peor que el kirchnerismo”. La escena dejó en claro que los puentes con el PRO estaban dinamitados.
Ahora el traspaso es oficial. Y abre una nueva etapa en el armado libertario. Este mismo martes, antes de la reunión nacional del partido amarillo, los dirigentes más cercanos a Bullrich se reunieron para evaluar el escenario. Según pudo saber elDiarioAR, la mayoría desconocía que la ministra iba a formalizar su pase a La Libertad Avanza: el único que lo sabía era Damián Arabia, su principal ladero. Durante el encuentro, algunos, como Gerardo Milman, propusieron romper ya mismo y conformar un bloque propio. Pero desde Casa Rosada bajaron una línea clara: evitar dinamitar el bloque, por ahora. La decisión final fue mantener la pertenencia formal al PRO, al menos hasta después de las elecciones de mayo.
En la Cámara baja, Bullrich conserva influencia sobre una decena de legisladores amarillos. De los 37 diputados que integran el bloque que conduce Cristian Ritondo, al menos diez le responden. No es un número menor para La Libertad Avanza, que apenas tiene 38 diputados propios sobre 257. En ese cálculo, su peso específico no es despreciable.
Cerca de la mesa chica del poder admiten que Bullrich podría ser candidata a senadora nacional por CABA si Milei se lo pide. “Patricia mide muy bien”, deslizaron a elDiarioAR. Hoy, entre sus satélites aparece Laura Rodríguez Machado, que encabezó esta semana el dictamen para bajar la edad de imputabilidad. Arabia, en tanto, es el operador más cercano a la ministra y ya mantuvo reuniones reservadas con el Presidente en Casa Rosada.
El anuncio de este martes se produjo en medio de una campaña atravesada por la interna con el PRO, con epicentro en la elección legislativa del 18 de mayo. En La Libertad Avanza tienen una sola meta: que Manuel Adorni, el candidato libertario, derrote a Silvia Lospennato, la postulante de Macri. “Si ganamos esa elección, el PRO no existe más”, repiten en Balcarce 50. Por eso el pase de Bullrich fue celebrado como un golpe de efecto. Porque no solo representa una decisión personal: puede acelerar el éxodo.
Es que la mutación de Bullrich corona una trayectoria política camaleónica. Fue montonera, alfonsinista, ministra de De la Rúa, halcón del PRO y ahora libertaria. Pero en su capacidad de adaptarse reside también su potencia. “Empuja el carro”, como dijo ella misma, en un Gobierno donde la mayoría se cuida de no pisar el barro. Karina Milei lo sabe. Por eso la banca. Por eso le abre el partido. Por eso le guarda lugar en las listas. Aunque esté comprobado que sus lealtades resultan, al menos, cambiantes.
PL/JJD
Con su afiliación formal al partido de Milei, la ministra de Seguridad Nacional selló su alejamiento definitivo del macrismo. El partido que alguna vez presidió la responsabilizó por romper con los votantes que la acompañaron en 2023, en su postulación presidencial por Juntos por el Cambio, y cuestionó su lealtad política.
Patricia Bullrich ya es libertaria: afiliación a La Libertad Avanza y acto junto a Karina Milei
El PRO reaccionó con una dureza inusitada a una noticia que muchos dentro del partido veían venir: la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, confirmó su afiliación a La Libertad Avanza, el partido fundado por el presidente Javier Milei. El gesto es un punto de no retorno en su vínculo con el macrismo, que no tardó en acusarla de romper con sus electores y su propia trayectoria política.
El comunicado partidario, publicado en X, no ahorró en reproches. “Hoy, al darle la espalda a aquellos que la votaron y creyeron en ella, deja atrás una parte muy grande de su reputación, tal vez toda”, dice el texto, en una frase que resume el malestar de los cuadros dirigenciales que fueron sus compañeros durante años. Para el PRO, Bullrich “fue elegida en representación del PRO y fue acompañada por más de 6 millones de votos” en la elección presidencial de 2023, una responsabilidad que, afirman, “no tiene vencimiento”.
La crítica va más allá de la coyuntura. El texto busca marcar una línea de continuidad entre la historia del partido y la decisión que ahora lo hiere, con una frase de alto contenido ético y político: “Los dirigentes alcanzan sus posiciones de poder representando las ideas y la voluntad de muchas personas... al ser elegidos, dejan de ser del todo libres”.
Bullrich presidió el PRO desde 2020 hasta 2023, cuando dejó el cargo para lanzarse como precandidata presidencial. Fue ministra de Seguridad de Mauricio Macri entre 2015 y 2019, y durante la pandemia fue una de las figuras más activas de la oposición al gobierno del peronista Alberto Fernández, del ya fantasmal Frente de Todos (ahora Unión por la Patria). Construyó un liderazgo propio dentro del partido fundado por Macri, disputándole espacios tanto al expresidente como a Horacio Rodríguez Larreta, con quien compitió en la interna presidencial.
Tras derrotar a Larreta en las PASO, Bullrich encabezó la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio, acompañada por el radical Luis Petri, quien también es funcionario de Milei: ministro de Defensa. Bullrich obtuvo el tercer lugar en octubre, pero fue clave para la victoria de Javier Milei en el balotaje, al anunciar su apoyo inmediato apenas se conocieron los resultados. Ese respaldo generó una fisura interna en Juntos por el Cambio, con sectores que se alinearon con su decisión y otros que la cuestionaron por considerar que se entregaba a un proyecto ajeno.
Esa alianza táctica se transformó en estratégica cuando Milei la designó ministra de Seguridad (una cartera que la gestión libertaria rebautizó como “de Seguridad Nacional”, en línea con la denominación estadounidense). Desde entonces, Bullrich se convirtió en una de las principales espadas del oficialismo, con un discurso alineado con el ideario libertario. Su estandarte es el protocolo antipiquetes, un aparato represivo que se emplea al menos cada miércoles en contra de las protestas de los jubilados por sus magros ingresos; defiende la baja de la edad de punibilidad, que ahora avanza en la Cámara de Diputados, y acompaña sin fisuras todas las iniciativas del Presidente.
“El PRO, como los electores, aprende de las buenas y malas experiencias, distingue entre las personas y sigue avanzando para cumplir su mandato de cambio”, concluye el comunicado.
JJD
En simultáneo con el escándalo financiero que golpea al corazón del poder, nada menos que a Javier y Karina Milei, La Libertad Avanza y sus aliados firmaron esta tarde un dictamen consensuado para reformar el régimen penal juvenil. Resistencias internas, objeciones jurídicas y tensiones en Unión por la Patria.
En medio del escándalo por $LIBRA, el oficialismo consiguió este martes por la tarde el dictamen que habilita la baja de la edad de punibilidad a 14 años, una iniciativa impulsada directamente por el presidente Javier Milei. Con el respaldo del PRO, parte del radicalismo y otros aliados, La Libertad Avanza logró cerrar un dictamen consensuado en comisiones y dejar el proyecto listo para su debate en el recinto. El avance se produjo en paralelo al cimbronazo político que representa el caso $LIBRA, que salpica al mismísimo entorno presidencial.
El proyecto, que se debatió durante más de un año, cobró impulso tras el crimen de Kim Gómez, una niña de siete años asesinada por adolescentes durante un robo en La Plata. Pese a las críticas de organismos de derechos humanos y de la Iglesia Católica, el oficialismo consiguió su objetivo: que el plenario de comisiones firmara este martes el dictamen que modifica el régimen penal juvenil vigente desde los años 80.
Se trata de una de las discusiones más extensas y transversales del Congreso en lo que va del año: hay presentados unos 15 proyectos, y aunque varían en detalles, casi todos coinciden en bajar la edad de punibilidad de 16 a 14 o incluso 13 años. Solo una propuesta de Unión por la Patria, impulsada por la diputada y referenta cartonera Natalia Zaracho, se opone a esa baja. Incluso el massista Ramiro Gutiérrez propone llevarla a 14 años, lo que profundiza las tensiones internas dentro del bloque peronista.
La articuladora clave del dictamen fue Laura Rodríguez Machado, diputada alineada con Patricia Bullrich, quien desde agosto pasado mantuvo negociaciones con sectores de la UCR, la Coalición Cívica y el bloque de Miguel Pichetto, Encuentro Federal. El debate incluyó ocho reuniones informativas con decenas de especialistas, en un plenario conjunto de las comisiones de Legislación Penal, Familia, Justicia y Presupuesto, que reunió a más de 100 diputados.
El dictamen consensuado establece la baja de la edad de punibilidad a 14 años. Inicialmente, el Gobierno libertario quería que el piso fuera de 13, pero cedió para sumar apoyos. El texto justifica la reforma en la necesidad de alinear el régimen argentino con el resto de América Latina, donde la edad mínima de responsabilidad penal varía entre los 12 y los 14 años.
El nuevo régimen abarcará a adolescentes entre 14 y 18 años. Se prevé que puedan ser detenidos en institutos especializados o, de ser necesario, en sectores diferenciados de cárceles comunes, lo que despertó fuertes críticas por parte de los organismos de derechos humanos. El dictamen incluye también penas alternativas como servicios comunitarios, monitoreo electrónico y restricciones de movilidad, pero estas solo aplicarán para delitos cuya pena máxima sea menor a 10 años.
En los casos más graves, el régimen habilita penas de prisión efectiva, aunque no queda claro cómo se determinarán los montos de las condenas. Se sugiere que se consideren la edad del menor y la gravedad del delito, pero el texto no fija un criterio uniforme, una indefinición que podría abrir la puerta a dictámenes en minoría o disidencias parciales en la votación en el recinto.
Queda excluida la posibilidad de aplicar prisión perpetua y se establece un límite máximo de pena de 15 años. El oficialismo originalmente buscaba que ese tope fuera de 20, pero el radicalismo logró acotarlo en la negociación.
Desde un principio, el CELS y otras organizaciones de derechos humanos expresaron su rechazo a la reforma. Macarena Fernández Hoffman, del equipo de Política Criminal del CELS, dijo a elDiarioAR: “La única consecuencia concreta que va a tener esta reforma es que vas a tener a más menores privados de su libertad”.
Según datos del CELS, menos del 0,2% de los delitos cometidos en el país involucran a menores, y en su mayoría se trata de hurtos o intentos de robo. Para Fernández Hoffman, el proyecto copia el modelo penal adulto, con penas altas y prisión preventiva, sin respetar la especificidad que debería regir para un régimen juvenil.
Otra crítica importante apunta a que la reforma se aplica a todo el espectro de delitos, sin distinción de gravedad, lo que también fue objetado por Unión por la Patria, que este martes presentó un dictamen alternativo unificado: propone un régimen penal juvenil alternativo y sostiene la edad de imputabilidad a los 16. El bloque llegó dividido, con el sector referenciado en Sergio Massa apoyando la baja, aunque sin firma en el plenario. En la bancada peronista hay diversas posturas respecto de este asunto, lo que tensionó al espacio y desdibujó su postura colectiva en una discusión de fuerte peso político y simbólico.
Con las firmas aseguradas, Rodríguez Machado había anticipado más temprano que la votación en el recinto podría concretarse en las próximas semanas. A juzgar por el respaldo en comisiones, el resultado parece ya bastante encaminado.
JJD
El escritor, reciente ganador del premio Alfaguara, presentó su novela "Arderá el viento" en la Feria del Libro. Su mirada sobre el mal y por qué prefiere observar la realidad “desde Viviana Canosa o Wanda Nara”.
“Este país produce desarraigo todo el tiempo”, dijo el escritor Guillermo Saccomanno al comenzar y agradecer la presencia de quienes se acercaron a la presentación de su último libro, Arderá el viento, ganador a comienzos de este año el prestigioso Premio Alfaguara de Novela. Acompañado por el escritor Claudio Zeiger en una sala de la Feria del Libro de Buenos Aires, Saccomanno brindó algunas pistas detrás de la creación de su libro, que terminó “en tres meses”, mientras se curaba de una neumonía intensa y luego de ser desalojado de una casa precaria que alquilaba en la localidad de Villa Gesell, donde vive una parte del año.
Al comenzar la exposición, Zeiger apuntó que la novela de Saccomanno es “la más intensamente literaria en mucho tiempo” y destacó que está atravesada por “subjetividades malignas con una marca arltiana”.
Además, subrayó que al leerla, pensó todo el tiempo en la literatura del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, un detalle con el que Saccomanno coincidió.
“Onetti fue clave mientras escribía”, dijo y destacó la novela breve Los adioses de la que, según contó, quiso tomar algo del tono. “Onetti me enseñó a contar cuando era pibe y también (William) Faulkner. Son dos padres que intenté imitar o internalizar”, reflexionó.
Al referirse a su novela, que transcurre en un pueblo costero como su anterior Cámara Gesell, el escritor dijo entre risas: “¡Volví al pueblo! Siempre estoy llegando, nunca me fui”.
De inmediato, reveló que escribió la novela premiada a lo largo de tres meses. “Tuve una neumonía que me dejó un COVID y otra neumonía”, contó y agregó: “En el medio me desalojaron de una tapera en la que vivía en el pueblo”, en referencia a Villa Gesell.
En ese contexto adverso, dijo, decidió escribir un capítulo por día de este libro: “Tenía la sensación de que si seguía escribiendo no me iba a morir. Me había mudado a un país que se llama literatura”.
Hacia la mitad del encuentro, la charla derivó en la dinámica de los pueblos, sus habitantes, la lucha de clases y qué pueden hacer con eso el realismo y la literatura.
En este sentido, Saccomanno señaló: “La naturaleza humana es sórdida, más allá de la clase” y aseguró que el realismo en la literatura “tiene una larga tradición moralista”. “Me parece que hay que ir por otro lado, ir al fondo de la miseria humana”, agregó.
También dijo que para observar la realidad prefiere detenerse en personajes de la televisión más que leer las noticias que publican los medios tradicionales, incluído Página 12, diario en el que es colaborador.
“Me interesa leer la realidad desde Viviana Canosa, desde Wanda Nara”, afirmó y provocó risas entre el público. “La economía de un espacio social se lee a partir de los crímenes que se producen. Si querés entender los años '90, leé la revista Caras”.
Una de las preguntas de Zeiger llevó al escritor a hablar de la raíz del mal, un asunto que ya abordó en publicaciones anteriores.
“Creo que hay algo del mal que todos llevamos. Qué hacemos con eso, después, es algo personal”, sostuvo Saccomanno y deslizó en referencia al célebre detective ficticio creado por Raymond Chandler: “No me creo Philip Marlowe en la Costa Atlántica. Prefiero pensar en el mal, hablar sin prejuicios del mal”.
“Los Esterházy, una pareja excéntrica sin un pasado claro, llegan a un pueblo de la costa argentina y comienzan a regentar un antiguo hotel. Estos dos seres (y sus dos hijos, una niña y un niño más inquietantes y enigmáticos que ellos) producen el efecto de una partícula enfermiza que se introduce en las grietas de una sociedad pequeña y arrasa con su dinámica cotidiana, aparentemente calma. La pareja resulta ser un amplificador de los prejuicios, los deseos ocultos, las supersticiones, los temores y la violencia larvada en muchos de los habitantes del pueblo”, adelanta la sinopsis oficial de la novela, publicada por Alfaguara en Argentina, en España y en buena parte de Latinoamérica.
“Arderá el viento es la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social. Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes. Escrita en un estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo”, agrega.
Saccomanno, que pasa sus días entre la ciudad balnearia de Villa Gesell y Buenos Aires, recibió en enero pasado el anuncio de que había sido ganador del Premio Alfaguara de Novela 2025 desde la capital argentina, donde señaló que el galardón fue “una sorpresa intimidante”.
El jurado este año estuvo integrado por el escritor Juan Gabriel Vásquez, la escritora y periodista Leila Guerriero, la cineasta Paula Ortiz, el escritor Manuel Jabois y la escritora y librera Andrea Stefanoni, además de Pilar Reyes, directora editorial de Alfaguara, con voz pero sin voto en la resolución.
En su fallo, los integrantes del jurado destacaron que el texto premiado ofrece “la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo”.
“Es la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social. Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera argentina deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes”, afirmó el jurado.
Saccomanno nació en Buenos Aires, en 1948. Es autor, entre otros, de los libros Situación de peligro, Bajo bandera, Animales domésticos, El buen dolor, El pibe, y la trilogía sobre la violencia compuesta por La lengua del malón, El amor argentino y 77.
Durante sus más de cuatro décadas de trayectoria se dedicó a los libros, a las columnas en medios gráficos y también se desempeñó como guionista de historietas.
Entre los numerosos premios que recibió a lo largo de su prolífica carrera, ha ganado el Premio Crisis de Narrativa Latinoamericana, el Premio Club de los XIII, el Primer Premio Municipal de Cuento, el Premio Nacional de Novela y el Premio Dashiell Hammett. Con su novela El oficinista (2010) obtuvo el Premio Biblioteca Breve Seix Barral. Su crónica Un maestro (2011), en tanto, recibió el Premio Rodolfo Walsh.
AL
El Senado volverá este miércoles a las 11.30 al recinto para tratar el proyecto luego de varias semanas de operaciones cruzadas entre LLA y el PRO.
El presidente Javier Milei ratificó este martes sus intenciones de que “salga” el proyecto de Ficha Limpia en el Senado y cuestionó a los sectores que criticaron al oficialismo por no haber avanzado antes con esa iniciativa. Criticó que “estuvieron siete años sin aprobarlo y ahora se hacen los ñoños republicanos”.
Milei recordó que “el dictamen lleva su nombre” y desmintió que La Libertad Avanza (LLA) haya querido frenar la sanción de la norma que impide ser candidatos a quienes tengan condenas por delitos de corrupción, violencia de género y otros delitos graves.
“Que firmen los que realmente van a votar”, desafió el mandatario. Milei destacó “las mejoras” que hizo su gestión, aunque aclaró: “En realidad yo pedí que las hicieran, porque se imaginan que yo de Derecho, cero”.
“Entre (Alejandro) Fargosi y Luis Petri hicieron las mejoras que yo pedí a los proyectos que se venían trabajando ysumando. Yo quiero que salga Ficha Limpia. Pero no quiero que vaya a recinto y perdamos y se caiga y no se pueda tratar hasta el 2026. Entonces, tengamos cuidado, no sea cosa que los ñoños republicanos estén haciendo una jugada sucia. Aviso”, advirtió.
En el mismo sentido, elogió a la diputada Silvia Lospennato, impulsora del proyecto desde el PRO, aunque evitó confirmar si habrá un acuerdo electoral con ese espacio.
Para Milei, la afiliación de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a LLA “formaliza algo que ya era de hecho”. “Son muchos los dirigentes del PRO que entienden que el camino es este”, aseguró.
El Senado volverá este miércoles a las 11.30 al recinto para tratar el proyecto Ficha Limpia, entre otros temas, luego de varias semanas de operaciones cruzadas entre LLA y el PRO.
MM con información de la agencia NA.