Real Rincon De Las Ovejas

Código Postal 5569

Noticias de Mendoza

La inflación retomó la senda bajista al caer al 2,8% en abril, pese a la salida del cepo

Las frutas y verduras empujaron la inflación hacia abajo.

El Gobierno mantuvo el ajuste fiscal, monetario y salarial y aplicó una seria de medidas para abaratar el dólar tras la liberación cambiaria. Los rubros que menos aumentaron, como equipamiento del hogar, transporte y tarifas de servicios públicos, permitieron la merma.

El Gobierno prevé endeudarse más para sumar reservas y el empresariado se pregunta por el dólar

La inflación retomó en abril la senda bajista que había perdido en febrero (2,4%) y marzo (3,7%) al descender a 2,8%. El gobierno de Javier Milei logró la caída pese a los pronósticos de que la liberación del cepo cambiario para individuos implicaría una fuerte suba del dólar oficial de $1.097 hasta cerca del máximo de la banda de flotación de $14.00 y que eso impactaría en los precios. Pero el equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, se ocupó de adoptar medidas para bajar el tipo de cambio al mínimo de la banda, de $1.000. Ahora está en $1.165.

El Gobierno sostuvo además el ajuste fiscal, monetario y salarial, con la pauta del 1% para las paritarias. Además moderó las subas de tarifas de servicios públicos y transporte. Todo ese combo se tradujo en un índice de precios al consumidor (IPC) en descenso, con el indicador anual en 47,3% y el acumulado en el primer cuatrimestre del 11,6%.

Los rubros que menos se encarecieron y que explican la desaceleración de la inflación fueron equipamiento del hogar (0,9%), transporte (1,7%) y vivienda, agua, luz y gas (1,9%). En cambio, los que más se encarecieron fueron restaurantes y hoteles (4,1%), recreación y cultura (4%), ropa y calzado (3,8%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (2,9%).

En cuanto a los alimentos, entre los que más aumentaron de precios fueron carnes y derivados, leche, productos lácteos y huevos y pan y cereales. Por el contrario, se abaratron el limón 30%, la banana 2%, la papa 11%, la lechuga 32% y el zapallo 8%.

Apenas se liberó parcialmente el cepo, las aceiteras y los fabricantes de productos de higiene anticiparon a los supermercados que remarcarían. Entonces los súper mostraron resistencia, sobre todo por la constante caída de ventas. Después sobrevino el escrache de Caputo contra Molinos y Unilever. Ambos desistieron de los incrementos, pero no así las demás aceiteras que no fueron señaladas.

El ministro también presionó a empresas de otros sectores contra las remarcaciones poscepo. Celebró que Volkswagen retrotrajera aumentos. En tanto, su colega de Salud, Mario Lugones, también hizo lo suyo para evitar que las prepagas aumentaran tanto tras difundirse el 3,7% del IPC de marzo y aplicaran un 2,5%.

AR/MG

En abril una familia tipo necesitó $1.110.063 para no ser pobre

En abril una familia tipo necesitó $1.110.063 para no ser pobre

La canasta básica total subió 0,9%. Un adulto necesitó más de $359.244 para no ser pobre.

La canasta básica total (CBT) registró una suba de 0,9% en abril, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). La canasta básica alimentaria (CBA), por su parte, aumentó 1,3% en el cuarto mes del año.

La CBT acumuló un incremento del 8,4% en lo que va del año, mientras que la CBA del 11,8%.

En cuanto a variación interanual, almacena 34% la CBT y 34,6% la CBA.

La canasta básica total, que incluye tanto alimentos básicos como los bienes y servicios no alimentarios que necesita una persona o familia para superar la línea de la pobreza, aumentó 0,9% en abril y en ese mes un adulto necesitó más de $359.244 para no ser pobre. Una familia tipo necesitó $1.110.063 para superar la línea de la pobreza.

En tanto, la canasta básica alimentaria, que solo calcula la comida mínima para la subsistencia y marca la línea de la indigencia, aumentó 1,3% en el cuarto mes del 2025, por lo que un adulto necesitó más de $162.554 para no ser indigente, mientras que una familia tipo necesitó $502.291 para no ser indigente.

En cuanto a una familia con tres integrantes, necesitaron más de $399.882 para cubrir la CBA, mientras que más de $883.740 para la CBT.

Una familia de cinco integrantes, por su parte, necesitó $528.300 en la canasta básica alimentaria y $1.167.542 en la canasta básica total para no caer por debajo de la línea de la pobreza.

El último dato de la pobreza alcanzó al 38,1% de las personas y al 28,6% de los hogares en el segundo semestre de 2024, según el INDEC.

En tanto, 8,2% de las personas en el país se encuentran en situación de indigencia, una baja de 9,9 p.p. (puntos porcentuales) con respecto al informe del primer semestre del 2024.

Con información de la agencia NA

El último adiós a Pepe Mujica: cortejo fúnebre, velorio en el Palacio Legislativo y duelo nacional hasta el viernes

El último adiós a Pepe Mujica: cortejo fúnebre, velorio en el Palacio Legislativo y duelo nacional hasta el viernes

Acompañado por la viuda del expresidente uruguayo, Lucía Topolansky, el actual presidente, Yamandú Orsi, colocó el pabellón patrio sobre el féretro, que fue trasladado en una cureña de artillería.

Acompañado por miles de personas, el cortejo fúnebre del expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica partió este miércoles desde la Torre Ejecutiva de Montevideo hacia el Palacio Legislativo, donde sus restos serán velados.

A pocos metros de la salida y acompañado por la viuda de Mujica, Lucía Topolansky, el actual presidente, Yamandú Orsi, colocó el pabellón patrio sobre el féretro, que es trasladado en una cureña de artillería.

Minutos después, entre aplausos, el cortejo fúnebre partió hacia la avenida 18 de julio de Montevideo —la principal de la capital— por la que marchó hacia la sede del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros.

Delante de la cureña, cientos de militantes del Movimiento de Participación Popular, histórico sector del Frente Amplio creado por el expresidente, marcharon con banderas y vestidos de negro con una camiseta que en su espalda tiene la leyenda: “No me voy, estoy llegando”. Esta frase fue pronunciada por Mujica el 1 de marzo de 2015, cuando dejó la Presidencia del país tras su mandato de cinco años.

“No me voy, estoy llegando. Me iré con el último aliento y donde esté estaré por ti, estaré contigo, porque es la forma superior de estar con la vida. Gracias, querido pueblo”, enfatizó entonces.

Tras detenerse frente a la sede del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, el cortejo fúnebre siguió su camino para hacer lo mismo frente a las sedes del Movimiento de Participación Popular y del Frente Amplio, ambas ubicadas en el centro de Montevideo.

Mientras tanto, a las 15.00 hora local comenzará el velatorio, que se llevará a cabo en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo de Montevideo, que será accesible para el público en general. Por el momento no está confirmado si se extenderá por 24 horas o por 36.

El Gobierno de Uruguay decretó este martes duelo nacional hasta el próximo 16 de mayo. “Declaráse duelo oficial, de carácter nacional, los días 14 al 16, por el fallecimiento del expresidente de la República, José Alberto Mujica Cordano”, indica el decreto rubricado por Yamandú Orsi.

De acuerdo con esto, la bandera de Uruguay permanecerá a media asta en todos los edificios públicos, embajadas de la República en el exterior, cuarteles, fortalezas, bases aéreas y buques de guerra. Asimismo, los restos mortales de Mujica tendrán honores fúnebres de presidente de la República.

Pepe Mujica falleció este martes en Montevideo a los 89 años, un año después de que le descubrieran un tumor maligno en el esófago y cuando le faltaba una semana para llegar a los noventa.

“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, anunció en su cuenta de la red social X el presidente Yamandú Orsi.

El 29 de abril del pasado año, Mujica anunció en una rueda de prensa que tenía un tumor en el esófago. Poco después, reveló que era maligno y que debía tratarse con radioterapia, procedimiento al que fue sometido en Montevideo. A comienzos de este año, el expresidente informó en una entrevista con el semanario local Búsqueda de que el cáncer que le fue descubierto en el esófago se le había expandido al hígado.

El traslado de los restos mortales de Mujica hacia el cementerio para la cremación el días viernes será privado. En la despedida, se espera la presencia de la expresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner; del mandatario español, Pedro Sánchez; y que Lula da Silva regrese de China para darle el último adiós a su amigo.

Con información de la agencia EFE

IG/CRM

Pepe Mujica, el presidente que hizo historia en Uruguay y se convirtió en referente de la izquierda latinoamericana

Pepe Mujica, el presidente que hizo historia en Uruguay y se convirtió en referente de la izquierda latinoamericana

Empezó a militar muy joven, fue guerrillero y preso político de la última dictadura de ese país, que gobernó entre 2010 y 2015 de la mano de la coalición Frente Amplio

Murió el ex presidente uruguayo Pepe Mujica

José 'Pepe' Mujica, expresidente de Uruguay, murió a los 89 años. El exmandatario, uno de los principales referentes de la izquierda latinoamericana en las últimas décadas, había anunciado el pasado 9 de enero en una entrevista que el cáncer que le fue descubierto en el esófago se le había extendido al hígado y que no iba a recibir un nuevo tratamiento. “Me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo entonces.

Mujica conmovió al mundo al llegar al Gobierno de Uruguay el 1 de marzo de 2010. Medios de comunicación de todo el planeta contaron la historia del exguerrillero que con 75 años se convertía en presidente liderando una coalición de izquierda. Era el punto culminante de una vida marcada por el compromiso político con los sectores más vulnerables. 

Pepe, sobrenombre con herencia española con el que lo saludaban los uruguayos, militó desde muy joven. Tenía 14 años cuando empezó en una “agrupación anarco”, según contó él mismo y fue relacionándose cada vez más con partidos de izquierda y abrazando el marxismo. Fue un ávido lector de historia, biología y literatura, y tuvo una fuerte formación humanística. 

Naturaleza y austeridad

Mujica creció en Paso de la Arena, una zona ubicada al oeste de Montevideo, de clase obrera y bastión de la resistencia a la última dictadura (1973-1985). Aprovechando la hectárea de campo que tenía la familia ahí, Pepe Mujica plantaba verduras y flores que vendía para ayudar a su madre, Lucy Cordano. Su padre, Demetrio Mujica, murió cuando él tenía 16 años. El apego a la tierra –siguió cultivando flores–, la austeridad y su hablar campechano han sido sus marcas distintivas. 

En el libro Mujica, de Miguel Ángel Campodónico, el político uruguayo rememoró la etapa en los exámenes de acceso de Derecho y la ebullición de los debates estudiantiles. “De la época de los preparatorios recuerdo que hacíamos tertulias, íbamos a la Facultad de Humanidades, también a la casa de José Bergamín (escritor español exiliado en Uruguay). El tema de la guerra civil española durante mi juventud estaba presente, aparecía a cada paso, dejó una herencia cultural muy importante”. 

“Me fui haciendo marxista”

A sus 20 años no estaba afiliado a ningún partido político pero participaba en protestas de trabajadores y se movilizó por la reforma universitaria. La revolución cubana de 1959 fue una influencia para los jóvenes y sectores intelectuales de América latina. En Uruguay gobernaba el Partido Nacional, conocido como “los blancos”, que giraba cada vez más a la derecha y reprimía al movimiento estudiantil. 

“Me fui haciendo marxista”, contó Mujica. “Un marxismo más librepensador, menos escolástico. Y siempre muy cuestionador, especialmente de los soviéticos”. 

En esa búsqueda, Mujica se incorporó a la lucha armada con el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana inspirada en la revolución cubana. Fue encarcelado por primera vez en 1964 por el intento de asalto a una sucursal de la empresa Sudamtex y en 1969 pasó a la clandestinidad porque la policía descubrió armas y municiones que la guerrilla le había entregado para que las custodiase.

El expresidente de Uruguay, José Mujica, en noviembre de 2024.

Fue detenido varias veces. En 1970, los policías ya lo tenían en el suelo, desarmado, y le dispararon seis balazos. Al año siguiente, Mujica protagonizó la espectacular fuga de la Cárcel de Punta Carretas: a través de un túnel se escaparon 111 presos (106 eran guerrilleros).

Tras el golpe de Estado de 1973, Mujica se convirtió en rehén de la dictadura. En el libro Memorias del calabozo, Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof narraron la tortuosa experiencia que vivieron junto a Raúl Sendic, Jorge Manera, Henry Engler, Adolfo Wasem, Jorge Zabalza y Julio Marenales, a quienes estuvieron rotando entre cuarteles de todo Uruguay. “Ese largo viaje de nueve rehenes de la tiranía duró, exactamente, 11 años, seis meses y siete días”.

En ese tiempo, Pepe Mujica empezó a sufrir delirios y hablar con las hormigas. Una psiquiatra del Hospital Militar además de medicarlo, autorizó a que lo dejaran leer y escribir. “Yo agarraba las pastillas que me daba y las tiraba en el baño. Hubo algo, sin embargo, en lo que esa mujer me sirvió. Me consiguió permisos para leer libros de ciencia... me autorizaron también a escribir y el ejercicio de escribir disciplinó mi cerebro”, recordó en el libro Pepe Mujica, de tupamaro a presidente, de María Esther Gilio.

Mujica recuperó la libertad en una amnistía en 1985 y una década después fue elegido diputado, luego senador, y en 2005 ocupó el cargo de ministro de Ganadería y Agricultura del primer gobierno de la coalición de partidos de izquierda Frente Amplio, encabezado por el socialista Tabaré Vázquez. 

Un presidente modesto

En el sistema político de Uruguay no está permitida la reelección directa. Entonces, Mujica fue el candidato presidencial del Frente Amplio y ganó las elecciones de noviembre de 2009. Durante su Gobierno se aprobaron leyes que ampliaron los derechos de las personas y que fueron de vanguardia para América Latina, como la liberación de la producción y comercialización del cannabis, la legalización del aborto y el matrimonio igualitario. 

Pepe Mujica donó casi el 90% de su sueldo como presidente a fondos de ayuda social y siguió viviendo en su modesta chacra (finca rural) en Rincón del Cerro junto a Lucía Topolansky –también extupamara, luego diputada, senadora y vicepresidenta–, con quien compartió su vida desde el regreso a la democracia. 

El presidente de Uruguay, José Mujica, posa para unas fotos en su chacra en 2011.

De tanto en tanto, Pepe Mujica se escapaba de la escasa guardia policial y salía a pasear con su Volkswagen Escarabajo celeste de 1987. Su chacra ha sido la más visitada deUruguay. 

El exguerrillero Mujica fue quien, en nombre del Estado, pidió disculpas en un acto público por la desaparición de María Claudia Iruretagoyena, nuera del poeta argentino Juan Gelman, durante la dictadura. Lo hizo en marzo de 2012, cumpliendo con un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Gelman. En contraste, su Gobierno se encontró con dificultades para dejar sin efecto la Ley de Caducidad, que daba impunidad a militares y policías acusados de delitos de lesa humanidad.

“No me voy, estoy llegando”, dijo en su último acto público como jefe del Gobierno, en vísperas de entregar la banda presidencial a su correligionario Tabaré Vázquez, el 28 de febrero de 2015. A sus 80 años dejaba la presidencia, pero nunca la militancia. “Me iré con el último aliento y donde esté estaré por ti, contigo, porque es la forma superior de estar con la vida. Gracias, querido pueblo”, le dijo a una multitud. Se fue ligero de equipaje, como le gustaba decir. 

Mujica provenía de un país pequeño, pero su proyección tuvo alcance mundial. Se convirtió en una voz respetada y en un referente político, sobre todo entre las nuevas generaciones. Su legado quedará marcado por su característico hablar pausado y a veces deslenguado, sus reflexiones serenas y su franqueza. Se definía como un estoico en el plano filosófico. “Y eso no encaja en el mundo de hoy, soy consciente”, reconoció en una de sus últimas entrevistas.

En abril de 2024, el expresidente uruguayo anunció en una rueda de prensa que le habían detectado un tumor en el esófago. Durante los meses posteriores, se mantuvo en gran medida alejado de los eventos públicos, aunque intervino en varios actos de su partido político, al que vio volver al poder tras ganar las elecciones del pasado mes de noviembre.

Las contadas apariciones del incombustible Mujica sabían a despedida. En ellas aseguraba estar peleando con la muerte, “absolutamente convencido y consciente”. “Soy un anciano que está muy cerca de emprender la retirada de donde no se vuelve, pero soy feliz porque están ustedes, porque cuando mis brazos se vayan habrá miles de brazos sustituyendo la lucha”, dijo ante una multitud en el cierre de campaña en octubre. “Hasta siempre, les doy mi corazón”.

Mujica y lo que viene después

Mujica y lo que viene después

Hoy y durante los próximos años construiremos un Mujica quizás proyectado a través de nuestras ilusiones o de nuestros miedos. Quizás lo responsabilicemos de nuestros sueños, o de tantos fracasos. Quizás él nos diría que nadie es tan importante y que la vida no es tan solemne

No somos más importantes que los gusanos, le gustaba decir al expresidente uruguayo José Mujica. Ese sentido de nuestra intrascendencia lo mantuvo a salvo de los aires de ostentación e imposición que rodean al poder. Ocupó el máximo lugar de jerarquía en un país republicano durante unos años, pero comprendió que el poder es algo que se ejerce en todo momento. Entendió la importancia de la cultura y captó las dinámicas contemporáneas de la comunicación política, interiorizó de manera profunda el espíritu de su tiempo. Cometió muchas equivocaciones, pero no perdió el norte que buscó desde la época en que integró la organización guerrillera Movimiento de Liberación Nacional (MLN): la transformación social.

Visto desde cierta óptica, su proyecto emancipatorio, y el de tantos, fracasó. Fracasó en el siglo pasado, y fue seguido de 12 años de dictadura que aplicó la tortura sistemática y la desaparición forzada contra militantes políticos y sociales, dirigentes sindicales, estudiantes, trabajadores de la cultura...

Durante su presidencia, entre 2010 y 2015, no hubo cambios radicales en Uruguay –más allá de la destacable aprobación parlamentaria de la despenalización del aborto, del matrimonio igualitario y de la legalización de la marihuana–, y su apuesta por la autogestión, esa “velita prendida al socialismo” como le gustaba decir, no logró consolidar empresas y proyectos sustentables y duraderos. Todavía nos queda mucho a los trabajadores para aprender a ser patrones de nosotros mismos, nos decía Mujica, pero nos convocaba a no cejar en ese intento.

Y a pesar de tantas derrotas, medios de todo el mundo, activistas, personalidades reconocidas de la cultura y de la política peregrinaron durante años por su chacra en Rincón del Cerro, un paraje rural a las afueras de la capital de Uruguay, Montevideo. Uno de los últimos en visitarlo fue el presidente chileno, Gabriel Boric, con quien plantó un olivo. Recibió hace pocos meses una condecoración del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantuvo una larga amistad, y ninguno pudo ocultar la emoción de las despedidas. 

Y a pesar de tantos fracasos, hay frases de Mujica en un muro en España. El expresidente uruguayo es el centro de un libro para niños editado en Japón. Se titula El discurso del presidente más pobre del mundo, y utiliza como base su famosa declaración en la cumbre Río+20 en 2012. En su portada aparece el expresidente uruguayo abrazando una gallina.

“La verdadera dominación es sutil”

Mujica generó ilusiones, en un mundo tan falto de ellas. Convenció a muchos y muchas de que podemos y debemos tener otra vida. Y que cada uno de nosotros y nosotras tiene una parte que jugar. 

“Eventualmente no sé si se puede construir un sistema mejor, pero no cabe duda de que algo mejor supone una cultura. Mi generación globalmente cometió el error de creer que cambiando las relaciones de producción y de distribución iba a cambiar la sociedad. Y entonces tuvo una visión del cambio excesivamente material y subestimó el valor de la cultura. El capitalismo, en los hechos, ha ido formando una cultura que nos rodea y nos embebe a todos, y estamos manejados por esa cultura. Y nos encontramos con un trabajador corriente que está esperando ganar más para comprar un auto mejor, y etcétera. Y no trabajamos en ese terreno. Entonces, los gobernantes siguieron siendo tipos como todos los gobernantes, con alfombra roja y los tipos que tocan la corneta, el señor y su señoría, igual que en la época de los marqueses y de los condes”, decía en 2021 en una entrevista con el medio cooperativo uruguayo la diaria

Pero vos no tuviste la alfombra roja, le dijimos. “No tuve, pero me la ponían. Cuando fui a Alemania me pusieron una alfombra roja como de acá a la esquina. Me metieron en un Mercedes Benz que la puerta pesaría como mil kilos, era blindado. Me pusieron 50 motos adelante y 50 atrás. Y yo pensaba para adentro mío: ”Pero ¿y qué...?“. Pero ta, yo no puedo arreglar el mundo, esos son los valores del mundo en el que vivimos. Hay gente que le parece que tiene que ser esplendorosa. Y yo me pregunto: ¿y las repúblicas modernas vinieron para eso, en términos de valores, o para suscribir que básicamente somos iguales, y fueron un grito contra la nobleza, contra todo eso?”.

Cuando te quieres acordar, estás del otro lado del mostrador, advertía Mujica. “No es que te lo impongan, es que te ponen un dulce tobogán de humanas conveniencias para que te deslices suavemente. La verdadera dominación es sutil”.

Nació el 20 de mayo de 1935, en tiempos de la dictadura de Gabriel Terra en Uruguay. En un artículo publicado en el periódico la diaria antes de que asumiera como presidente, recordábamos que aprendió a trabajar la tierra y a cultivar flores junto con su madre, que luego las vendió para sobrevivir. Que estuvo preso durante 12 años, que, enterrado en un pozo, conoció el derrotero diario de las hormigas, que las oyó gritar. Que cuando salió, se comprometió a insertarse en el sistema democrático-representativo. Que fue diputado y senador por el Movimiento de Participación Popular (MPP) de la coalición de izquierda Frente Amplio, luego ministro de Ganadería. Y más tarde, presidente de la República.

Pequeños gestos

Pero más allá de la enumeración de cargos y datos, las personas se definen por sus pequeños gestos. Mujica vivió como vive su pueblo. Postergó su –a la postre famosa– entrevista a la BBC para atender primero a un medio cooperativo uruguayo: “Arranquen ustedes, que ellos tienen muchas camaritas y cosas”. Una perra coja lo acompañó durante años. Ahora está enterrada en la chacra, y Mujica pidió que lo entierren allí también. Donde vivió durante muchos años, y siguió viviendo cuando era presidente. 

Su vivienda en Rincón del Cerro es una casa pequeña, que no se diferencia en nada de cualquier vivienda rural humilde en Uruguay, salvo por los recuerdos de personalidades políticas de distintos lugares del mundo que el Pepe guardaba en su biblioteca. A veces, llegábamos a entrevistarlo y estaba haciendo salsa de tomate. Otras veces andaba en su tractor, o cuidaba las flores en el invernadero. O lo encontrábamos recién levantado de la siesta. 

Lo ponían de mal humor el protocolo, la gente pretenciosa, la gente estúpida. Renegaba del autoritarismo, era profundamente libertario (aunque hoy esa palabra se haya resignificado tristemente). Le gustaba leer de historia, de filosofía. Conocía a poetas y novelistas a un nivel que pocos políticos lo hacen actualmente. Le gustaba dar consejos a los jóvenes, como un abuelo medio pesado: uno de los últimos fue que se hagan más mimos, que estén menos con el móvil. 

Su actuación en política fue siempre lúcida, hábil, a veces despiadada. No tenía problema en defenestrar a una persona si eso favorecía, a su entender, al proyecto político. En las últimas elecciones, en 2024, logró que su sector, el MPP, fuera el más votado del Frente Amplio. Logró junto con tantos otros que Yamandú Orsi, la persona que él catapultó, sea hoy el presidente de Uruguay. 

Y hasta logró que le rindieran tributo en vida, cuando se supo que el cáncer de esófago que sufría se había expandido. Músicos de distintos estilos y géneros –Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Ruben Rada, Joan Manuel Serrat y muchos otros– se unieron en la iniciativa “Unas palabras y una canción para el Pepe”. Mujica despertaba cariño en la gente, y por eso personas de todos los orígenes sociales lo abrazaban, lo tocaban, con la confianza que da el afecto y con la cercanía del reconocimiento de los iguales. 

Hoy y durante los próximos años construiremos un Mujica quizás proyectado a través de nuestras ilusiones o de nuestros miedos. Quizás lo responsabilicemos de nuestros sueños, o de tantos fracasos. Quizás él nos diría, con su sonrisa pícara, que nadie es tan importante y que la vida no es tan solemne. Que discurre simplemente, marcha en orgullosa sumisión al infinito, como decía Khalil Gibrán. Que construimos todos los días, como las hormigas.

Natalia Uval es editora de Política y de Opinión en la diaria y docente en FIC-Udelar.