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El Vaticano confirmó que la misa de inicio del pontificado de Robert Prevost será el 18 de mayo, domingo en que se eligen los legisladores de la ciudad de Buenos Aires. El Presidente irá a Roma y no estará para acompañar a su candidato, Manuel Adorni, en unos comicios que desde el Gobierno ven como clave.
El Gobierno anunció este jueves que el presidente Javier Milei viajará a la ceremonia de asunción del flamante papa León XIV. Horas después, se supo que la misa de inicio del pontificado de Robert Prevost será el 18 de mayo, mismo día en el que en la ciudad de Buenos Aires se desarrollarán las elecciones legislativas porteñas, que para la gestión libertaria son clave de cara a los comicios nacionales de octubre.
“El Presidente Javier Milei asistirá a la Solemne Ceremonia de Inauguración del Pontificado de Su Santidad León XIV, en representación de la República Argentina. Fin”, indicó el vocero presidencial y candidato a legislador porteño, Manuel Adorni, en su cuenta de la red social X, antes de conocer que la misa sería el mismo día en el que el funcionario, miembro del círculo más íntimo del mandatario, se juega cabeza a cabeza con Leandro Santoro (UxP) y Silvia Lospennato (PRO) la elección más ajustada de los últimos años en el distrito capitalino, al menos de acuerdo a las encuestas previas.
La misa del inicio del pontificado de León XIV será el domingo 18 de mayo y tres días después, el 21, el nuevo papa tendrá su primera audiencia con los fieles, informó este viernes la prefectura de la Casa Pontificia.
Dicha misa, en la que recibe el anillo del pescador y el palio, símbolos del poder pontificio, tendrá lugar a las 10 hora local (las 15 de la Argentina) en la plaza de San Pedro del Vaticano y se espera que lleguen delegaciones y jefes de Estado de todo el mundo.
El 21 de mayo, León XIV presidirá su primera audiencia general con los fieles, mientras que el 24 de mayo recibirá en audiencia a los miembros de la Curia Romana y a los empleados del Estado de la Ciudad del Vaticano.
En su agenda, detallada este jueves, un día después de su elección, el primer compromiso será este sábado con un encuentro con los cardenales y el domingo se asomará a la logia central de la basílica de San Pedro para presidir el Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual.
El 12 de mayo, León XIV recibirá en audiencia a los periodistas que siguieron el cónclave y el 16 al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
Asimismo, deberá tomar posesión de las cuatro basílicas papales de Roma, además de la de San Pedro del Vaticano: el 20 de mayo acudirá a la de San Pablo Extramuros y el domingo 25 a las de San Juan de Letrán y la de Santa María La Mayor.
En esta última reposa su antecesor, el argentino Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.
Por otro lado, León XIV celebró este viernes una misa en la Capilla Sixtina tras su elección y después comunicó que confirma temporalmente a los cargos de la Curia Romana y otras autoridades en lo que se toma un tiempo para “reflexionar, rezar y debatir” eventuales cambios.
Con información de agencias.
MM /IG
El Presidente no quiere pedir explicaciones a quienes gasten dinero oculto, pero Caputo exige que los comerciantes facturen y Sturzenegger, que el agro pague retenciones. No hay contradicción es a la hora de recolectar fondos para la política. Mientras, el ministro de Economía disciplina precios y EE.UU. busca restringir su vínculo con China.
Milei redefinió el concepto de explotación y quiere que se blanqueen los dólares debajo del colchón para sostener su plan
Ante un auditorio adicto, el de una mayoría de empresarios judíos reunidos en el Latam Economic Forum, Javier Milei fue tan ovacionado en su discurso violento este jueves como una semana antes lo había sido en la Expo EFI, donde predominaban los inversores bursátiles. No fue el mismo recibimiento de cruces picantes que los representantes del establishment del campo, la industria, el comercio, la banca, la construcción y la bolsa, nucleados en la Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), le propinaron al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.
El Latam Economic Forum es organizado por el financista Darío Epstein, asesor de Milei en la campaña de 2023 y derrotado el año pasado en su intento por presidir la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). En el Golden Center, del sindicato de comercio que lidera Armando Cavalieri, Epstein recibió primero al ministro de Economía, Luis Caputo, y al finalizar su alocución le comentó que en el fondo del salón había unos comerciantes de Once que le decían que “eso de los US$100.000 sin factura les funcionó siempre” y le preguntó si en 2026 iban a poder cobrar en dólares “directamente”. “Sin ninguna duda, pero con factura”, aclaró Caputo, que arrancó esta semana abogando por otro blanqueo de capitales, pero ahora se da cuenta de que el perdón impositivo permanente le puede jugar en contra del superávit fiscal.
Después llegó Milei y volvió sobre la idea de la dolarización “endógena”. ¿Qué quiere decir? Quiere incentivar que la gente que acumuló dólares fuera del sistema legal los use para comprar bienes, sin tener que cambiarlos por pesos. La idea de que no los cambien a pesos tiene que ver con un intento de evitar que la apreciación de la moneda nacional no se pase de rosca y que a la vez se fomente el consumo y la por ahora inexistente acumulación de reservas del Banco Central, comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Presidente defendió a los evasores como héroes que les habían robado a los “ladrones” que gobernaron antes que él. ¿Qué interés tendrían los tenedores de moneda norteamericana de gastarlos cuando valen tan poco, sólo $1.130? Uno podría pensar que quizás los incentiva el perdón fiscal, pero, como dijo Epstein, muchos argentinos ya se manejan de por sí con dólares y en la informalidad tal vez porque saben que la agencia tributaria no los persigue.
En el público, algunos banqueros comentaban la movida que sospechan que hizo el Banco Central de intervenir en el mercado del dólar futuro este miércoles para bajarlo y, así, empujar también la caída del tipo de cambio. ¿El objetivo? Recuperar la senda de la desinflación, perdida en febrero y marzo, y bajar la tasa de interés. ¿El riesgo? Esos hombres de banca apuntaban a que al descenso abrupto del dólar ahora le suceda un ascenso repentino en el tercer trimestre del año, entre el fin de la cosecha gruesa (soja y maíz) y la campaña de las legislativas bonaerenses en septiembre y las nacionales en octubre. En principio, las porteñas del próximo día 18 no deberían provocar una disrupción en los mercados.
Fuera del ex Parque Norte, otros banqueros advierten que del atraso cambiario nunca se salió de manera ordenada, que está pulverizando el ahorro de los argentinos, que sólo conviene gastarlo en caso de necesidad y que está derivando en una sucesión de defaults corporativos como el nuevo de Celulosa. El dólar barato baja la inflación, pero sube el desempleo. Abarata la competencia importada y encarece la producción nacional. Pero Milei privilegia el capítulo inflacionario: la tranquilidad para el consumidor de que las remarcaciones no son permanentes y de que reaparece el crédito, aunque por ahora con pocas cuotas sin interés. La duda de algunos trabajadores es para qué sirve la menor suba de precios sin el ingreso alcanza para menos que antes, ya sea porque el salario no se recupera lo suficiente o porque el empleo se contrae.
Hay empresarios del Cicyp también preocupados por el tipo de cambio, por más que se entusiasmen con las reformas tributaria, laboral y jubilatoria comprometidas con el FMI. Por eso, el presidente saliente del consejo, el ruralista Marcos Pereda, reclamó contra las retenciones, que reducen aún más el dólar que efectivamente cobran los exportadores del campo. “Una parte significativa del superávit fiscal actual proviene de ingresos transitorios y distorsivos, como los derechos de exportación, en especial del sector agropecuario”. Pereda le había adelantado su discurso a Caputo, que entonces prefirió ni ir. Lo reemplazó Sturzenegger, que también se enojó: “Todos los impuestos son distorsivos. Marcos, hablás de retenciones pero si pregunto aquí qué impuestos hay que bajar seguramente habrá distintas propuestas. Se hablará del impuesto al cheque, por ejemplo. Lo relevante no es la baja de impuestos sino la baja del gasto y lo verdaderamente relevante es la motosierra. Están reclamando mal la baja de impuestos, primero hay que bajar el gasto”. Otro ministro en tensión entre el jubileo impositivo y la necesidad de recaudar para sostener el objetivo del superávit fiscal.
La semana próxima Pereda dejará su cargo en el Cicyp porque a la Sociedad Rural le toca cederle la presidencia a la Cámara Argentina de Comercio, que preside Mario Grinman. Se trata de un empresario por demás oficalista, pese a los reclamos de comerciantes en crisis. Una opción es que él asuma la conducción del consejo o que lo haga Bettina Bulgheroni, esposa del presidente de Pan American Energy (PAE) y amiga de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
La hermana del presidente está encargada de otra recaudación que interesa, según comentan más y más en el mundo empresarial. Ella y sus asesores como el subsecretario Eduardo Menem, alias Lule, pedirían hasta US$50.000 a los empresarios interesados en reunirse con el jefe de Estado, según comentan al menos dos lobbistas y tal como vienen publicando diversos medios nacionales e internacionales a partir del caso $Libra. Los consultores aclaran que los pagos no aseguran ninguna otra contraprestación, como ser la adopción de alguna medida favorable a determinado interés, y apuntan a reforzar sueldos que públicamente se reivindican como bajos pero resultan insuficientes para sostener el nivel de gastos de funcionarios acostumbrados al buen vivir. No es plata para la campaña.
Para ese fin, los hombres de negocios pueden aportar en blanco a la Fundación Faro, que dirige Agustín Laje y para la que recauda Francisco Caputo, hermano del asesor presidencial estrella Santiago Caputo, o a las colectas menos iluminadas que organizan el subsecretario de Integración Socio Urbana, Sebastián Pareja, que ahora se quedó sin fondo fiduciario para ejecutar su política, y el vicepresidente del Banco Nación, Darío Wasserman, dos alfiles de Karina Milei. Pareja arma en provincia de Buenos Aires y Wasserman, en la capital que disputa el vocero Manuel Adorni. Al final de cuentas, son todos métodos de recaucación para la política que siempre existieron y que los continúan los renegados de la casta.
El ministro Caputo, alias Toto, también está en contacto permanente con los empresarios por estos días, pero para disciplinar sus precios. Además de utilizar la receta ortodoxa de bajar la inflación eliminando el déficit fiscal y su financiamiento monetario, también recurre a la herramienta ortodoxa de reclamar que no remarquen bajo la amenaza de usar “herramientas para defender a los consumidores”. Ya lo hizo el año pasado, cuando denunció a las principales prepagas por presunta cartelización mientras los trolls libertarios como el médico Daniel Parisini, alias Gordo Dan, escrachaban en redes sociales al dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt. A partir de entonces, reina el temor empresario a criticar en público. Tras la salida del cepo cambiario el mes último, el propio Caputo escrachó en redes a las aceiteras y la fabricante de alimentos y productos de higiene Unilever, así como a la automotriz Stellantis. Sobre las telecomunicaciones y la energía también hay presión por los precios.
En el mundillo empresarial advierten de que al mismo tiempo que el ministro reclama contra las remarcaciones, a veces la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que dirge Juan Pazo, alfil de Toto, activa alguna consulta contra los remarcadores. Se preguntan por la casualidad. Comparan su estilo con el de Guillermo Moreno, el exsecretario de Comercio que negociaba con una pistola sobre el escritorio pero que fracasó tanto en su cometido que terminó manipulando las estadísticas públicas con la venia de sus presidentes, Néstor y Cristina Kirchner.
Caputo no sólo aprieta los precios sino todavía más los sueldos. Mientras los primeros corren al 3,7% el último mes medido (marzo), no quiere que el secretario de Trabajo, Julio Cordero, homologue paritarias por encima del 1% mensual. Por eso se indignó con el aumento del 5,4% trimestral que pactaron Grinman y Cavalieri para los empleados de comercio.
Toto ejerce presión, pero también la padece. De manos del gobierno de Donald Trump. Por ejemplo, para que cancele el swap con China (canje de monedas) que refuerzan las reservas del Banco Central. Ya con Joe Biden, Milei inspeccionó la estación china de observación espacial en Neuquén, sin hallar ningún rastro de uso militar, y excluyó a las empresas estatales como la china CCCC Shanghai Dredging del negocio de la hidrovía del río Paraná. Al gobierno de Xi Jinping le preocupa la presión norteamericana para hacer retroceder a China en el financiamiento y la construción de infraestructura en la región.
Por lo pronto, Caputo no piensa cancelar el swap. Y su subsecretaria de Comercio Exterior, Carolina Cuenca, recibió este miércoles a una misión comercial de 30 empresarios chinos que visitó la Argentina para comprar aquí los alimentos, la energía y los minerales que ya no pueden adquirir en EE.UU. Es que Beijing le impuso un arancel del 125% a los productos estadounidenses como represalia al 145% que primero les propinó Washington. Aunque China no lo quiera admitir, también busca colocar en otros mercados como la Argentina el 16% de sus exportaciones que iban a EE.UU., sobre todo manufacturas, tanto terminadas como insumos. Pese a que tampoco lo puede reconocer, sigue enviando productos a territorio norteamericano, pero triangulándolo por otras naciones como Vietnam o México.
Los negocios chinoargentinos continúan, mientras el gobierno de Milei negocio con su aliado Trump rebajas arancelarias a 50 productos argentinos a cambio de levantar 16 barreras a bienes estadounidenses, desde la maquinaria usada hasta la ropa de marca que enfrenta la falsificación no sólo en La Salada. Lo que quedó congelado a partir de la asunción de Trump es el viaje del presidente argentino a China. Puede que Milei haya dejado de atacar a China por dictadura comunista, pero tampoco quiere ofender a su amigo. En Beijing no desesperan. Pacientes por tradición, repiten su refrán: “Con prisa no se puede comer el tofu caliente”.
AR/MC
El Presidente defendió la dolarización con discursos polémicos, mientras su ministro de Economía, Luis Caputo, esquivó definiciones sobre incentivos a dólares no declarados. El evento expuso los desafíos económicos del modelo libertario ante inversores.
El empresario financiero Darío Epstein, muy cercano al presidente de la Nación, se subió al escenario con dos regalos: un termo de la fundación del Hospital Gutiérrez y un libro de formación espiritual. Eran para el ministro de Economía Luis Caputo, que acababa de terminar su discurso en el Latam Economic Forum sin las prometidas novedades sobre las medidas para incentivar el uso doméstico de dólares no declarados. Ante la incomodidad del funcionario, que dijo no tomar mate, Epstein le sugirió que le diera el termo a Axel Kicillof y continuó con un mensaje de los comerciantes del barrio de Once, sentados al fondo del salón: “Me dicen que eso de los US$100.000 sin recibo y sin factura les funcionó siempre. ¿El año que viene vamos a poder cobrar en dólares directamente?”. “Sin ninguna duda. Pero con factura”, respondió Caputo antes de bajarse del escenario.
Tanto el ministro como el presidente Javier Milei, que cerró el evento, centraron sus discursos en el nuevo puente de dólares que buscan para sostener el modelo económico: los no declarados de los ahorristas. “En los colchones los argentinos debemos tener entre U$S200 y 400 mil millones, según quien lo mida. Es una inyección enorme para la economía argentina”, aseguró Milei.
“Entre el ARCA, Economía y el BCRA se está trabajando en un mecanismo para que la gente pueda entrar los dólares en el sistema, que puedan comprar lo que quieran sin la sensación de dejar los dedos marcados para que nadie los vaya a buscar”, gritó Milei ante un salón que se iba vaciando a medida que pasaban los minutos de su discurso sobre la naturaleza del dinero, y cosechó el aplauso número siete de los diez que consiguió durante la hora que duró su disertación.
La inscripción al evento que organiza hace once años Darío Epstein es de $100.000 y convoca a un público distinto al convencional: gente de mucho dinero con caras poco conocidas. “El verdadero poder”, explicaba uno de los asistentes mientras comía un sándwich de pastrón y pepinillo del catering kosher Schuster. Este año, la organización convocó a un centenar de empresarios del exterior interesados en invertir en el país. Desde el año pasado, el salón se llenó también de jóvenes de menos de 25 años, con una estética “criptobro”, con relojes llamativos y buzos de Balenciaga. Muchos de ellos pertenecientes a la Juventud Libertaria.
En palabras de Caputo, la entrada de dólares al sistema formal va a ayudar a que la economía “se sostenga o incluso pueda crecer”. El objetivo del Gobierno es que la economía se sostenga en el crecimiento del 6% y hasta un 8% en los próximos años usando no solo pesos sino también los dólares, y poder aumentar de esta manera la recaudación. “Si crece al 6% en los próximos siete años, vamos a poder bajar impuestos a razón de 1,5 puntos de producto por año. Se le devolverían U$S420.000 millones al sector privado. Si la tasa es del 8%, le devolveríamos U$S550.000 millones que podrían usar para invertir”, sedujo Caputo a los casi mil asistentes sentados en el Golden Center de Parque Norte.
Debajo del escenario, una fuente cercana al Gobierno aseguró a elDiarioAR que el objetivo es lograr una inyección del 20% de esos U$S400.000 millones que diferentes consultoras reconocen como no declarados, ya que el 80% restante está más concentrado, y fuera del sistema local por lo que va a costar más tiempo que ingresen al país . “Serán menos de U$S80.000 millones la suma de todos los canutos”, aseguró. La medida no va a pasar por el Congreso, lo que plantea dudas respecto de su legalidad. Según esta misma fuente, el mensaje de Kristalina Georgieva sobre los dólares de los ahorristas actúa como un apoyo importante en el caso de que hubiera reclamos internacionales de organismos como el GAFI.
Hace más de una semana que Luis Caputo amaga con anunciar medidas en las que trabaja el ARCA, el BCRA y Economía para la remonetización de los dólares fuera del sistema. Aunque aún sin definiciones concretas, Milei se encargó de dejar algo en claro: “En esta transición (a la competencia de monedas) el peso va a seguir siendo utilizado para pagar impuestos”, un punto importante para un esquema de competencia de monedas, porque mantiene la demanda de esa moneda dentro de la economía.
Ahora bien el objetivo final, una vez que la economía esté dolarizada endógenamente y el peso sea marginal, es poder “cerrar esa institución siniestra”, el Banco Central, para “ganar libertad monetaria y evitar que los políticos roben con el impuesto inflacionario”, concluyó Milei.
El discurso del Presidente comenzó con un tono político a horas de que el Senado rechace el proyecto de ficha limpia, con acusaciones al PRO y a Clarín, e incluso instalando un nuevo apodo para Alberto Fernández: “Golperto Fernández”. Pero la mayor parte, que hizo que el salón se vaya vaciando muy lentamente, la ocupó en un formato de clase de economía para justificar la dolarización endógena.
Una de las frases más provocadoras del discurso económico fue la resignificación de la teoría de la explotación, uno de los conceptos centrales del pensamiento marxista, que sostiene que el capitalista se apropia del valor generado por el trabajador pagándole menos de lo que produce. “Se acabó la Teoría de la Explotación, salvo que sean los trabajadores los que estén explotando a los empresarios, porque los trabajadores le compran dinero a los empleadores a cambio de trabajo”.
Para Milei no existe tal explotación porque en una transacción libre el trabajador entrega su trabajo a cambio de dinero que valora más en ese momento, anulando la idea de opresión sistemática. La premisa resulta funcional al relato liberal clásico, que interpreta las relaciones laborales como acuerdos voluntarios entre partes iguales, aunque omite considerar los condicionamientos estructurales que limitan esa supuesta libertad en amplios sectores sociales.
NR/JJD
El Consejo del Salario Mínimo se había reunido el martes 29 de abril sin lograr acordar los nuevos montos. Para junio de 2025 será de $313.400; para julio, $317.800; y para agosto, $322.000. Muy lejos de lo que reclaman los gremios de trabajadores.
Se cerró la paritaria de los empleados de Comercio con un aumento de 5,4% por tres meses
El Gobierno nacional fijó por decreto el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) y los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo debido a que el Consejo que trata el tema no alcanzó un consenso durante su reciente sesión plenaria.
La Resolución 5/2025 publicada este viernes en el Boletín Oficial establece los nuevos valores del SMVM para todos los trabajadores comprendidos en el Régimen de Contrato de Trabajo, el Régimen de Trabajo Agrario, la Administración Pública Nacional y entidades del Estado empleadoras.
El Consejo del Salario Mínimo se había reunido el martes 29 de abril sin lograr acordar los nuevos montos.
Ahora estos valores, excluidas las asignaciones familiares, son los siguientes:
En relación con la Prestación por Desempleo, la resolución establece que se mantendrá la fórmula fijada previamente. El monto será equivalente a un 75% del importe neto de la mejor remuneración mensual, normal y habitual de los seis (6) meses anteriores al cese del contrato de trabajo.
Asimismo, se dispone que “en ningún caso la prestación mensual podrá ser inferior al 50% del Salario Mínimo Vital y Móvil vigente, ni superior al CIEN POR CIENTO 100% del Salario Mínimo Vital y Móvil vigente”.
A fines de abril, el Consejo había solicitado un Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) de $644.165 para abril y de $657.703 para mayo.
Del lado del empresariado ofrecieron $301.500 para abril, $306.500 para mayo y $311.500 para junio, cifras casi iguales a las que dio finalmente el Gobierno. Estos aumentos significan una suba de 1,3% de aumento respecto de la cifra actual de $296.832. Acudieron a la reunión las tres centrales sindicales (la CGT y las dos CTAs).
En los primeros tres meses del año, el salario mínimo aumentó 3,53% mientras que la variación de precios acumuló una suba del 8,6%.
La CGT se movilizó el 30 de abril, en la previa del Día del Trabajador, con el eje puesto en el reclamo por la reapertura de las paritarias frente a una inflación que retomó un camino ascendente en marzo (fue de 3,7%), más lejos del 1% al que apuntaba el Gobierno de Javier Milei un tiempo atrás. El salario mínimo perdió 33,5% del poder de compra desde que el mandatario libertario llegó al poder y los gremios acuerdan aumentos por debajo de lo que marca el índice de precios al consumidor.
Con información de agencias.
IG
¿Existe realmente un “mejor momento” para tener un hijo? ¿Podemos planificar el deseo o se impone como una respuesta vital, incluso en medio de las contradicciones del amor? ¿Qué lugar ocupa el hijo en la historia de una pareja: es consecuencia, punto de inflexión o intento de rescate?
Hace poco alguien me preguntó cuál era el mejor momento para tener un hijo. No supe qué responder, pero me quedé pensando en la pregunta. Pensarla tampoco me permite tener hoy una respuesta, pero sí me hizo recordar ciertas situaciones. Si por “el mejor momento” se entiende el momento ideal, menos podría responder, porque francamente no creo que exista ese momento. Más bien tengo presente una triple distinción por la que los hijos llegan a este mundo, que aplica en principio a las parejas.
Primero, me refiero a una constatación. Las parejas que tienen un hijo poco tiempo después de haber iniciado el vínculo. Es cierto que en esta circunstancia habría que tener en cuenta de dónde viene cada uno –porque no pocas veces se tiene con una persona a la que se conoce hace poco el hijo que no se tuvo con una pareja anterior–, pero si nos atenemos a la circunstancia de dos personas que se conocen y se enamoran, aquí suelen pasar dos cosas: la pareja se separa al poco tiempo y el amor se convierte en odio; o bien el amor hacia el hijo produce una culpa enorme que mantiene a la pareja funcionando en el nivel exclusivamente parental.
De esta doble consideración creo que se desprenden tres ideas: por un lado, la llegada de un hijo absorbe en buena medida el amor que se tienen entre los miembros de la pareja; de otra manera: para tener un hijo es preciso estar dispuestos a amarse un poco menos y esta es una renuncia que puede ser muy dolorosa para una pareja en el inicio. Por otro lado, los hijos implican una separación en la pareja, que tiene que estar preparada para atravesar el proceso de distancia y, por último, la adquisición del rol parental reprime en buena medida lo erótico de la pareja conyugal –más bien, lo reprime y también genera uno nuevo, pero como todo lo nuevo necesita un descubrimiento que, si la pareja no se amó lo suficiente antes, es vivido en términos de una merma.
De la constatación anterior y de las tres ideas anteriores, puedo pasar a una segunda vía para pensar otra cuestión: las parejas que tienen un hijo cuando ya no se aman hace tiempo; aquí hay nuevamente una consideración doble, porque suelen pasar dos cosas: llega el hijo y la separación ocurre al poco tiempo, porque para ese entonces el vínculo ya está sumamente desgastado; o bien, antes de que ocurra el embarazo, cuando un atraso lo hace presentir o se habla del tema, uno decide poner fin a la relación –como si el razonamiento vivencial fuera: para tener un hijo y separarnos, mejor separarnos.
De esta segunda consideración de dos situaciones, se desprende una idea –tercera, en la serie de distinciones que anticipé al comienzo– que creo que es central: si hubiera algo así como “el mejor momento” para tener un hijo, este tendría que ser ese en que dos personas ya no se aman demasiado, pero tampoco dejaron de amarse del todo. Como si el amor atenuado de la pareja consolidada fuera el escenario más propicio para que la pareja pueda rehabilitar su amor a través del hijo. Como si el núcleo del deseo de hijo no estuviese en desear un hijo por sí mismo, sino en que este puede ser un modo de recuperar el amor de la pareja o, mejor dicho, en que una pareja puede (volver a) amarse a través de un hijo.
Como contrapunto, pienso en la situación de un varón que después de muchos años en una relación no se podía separar porque le generaba mucha culpa que ella no hubiera tenido hijos (con él). Por ese entonces avanzaban en un tratamiento que no lograba consolidarse en la implantación de un embrión. Él insistía: “Así no me voy a poder separar más”, porque la otra cara de su angustia estaba en que ella le dijera: “Si esto no funciona, al menos está vos”. Sin duda fue un arduo trabajo el que tuvo que hacer este varón para atravesar la culpa neurótica que lo dejaba atado hostilmente a un lugar en el que ya no estaba. En su fantasía inconsciente, el hijo funcionaba como relevo –dejarlo e irse, no porque fuera a abandonarlo, ya que él tenía toda la intención de ser un padre presente. Por cierto, el padre excelente también puede ser la versión de un padre que desprecia a la madre.
Otra situación que también funciona como contraejemplo es la del varón al que una vez le pregunté cómo era que se llevaba tan bien con la madre de su hijo, después de separarse al poco tiempo del nacimiento del niño. Su repuesta fue elocuente: “Creo que fuimos sinceros y reconocimos que nunca nos amamos”. El saber popular dice que donde hubo fuego cenizas quedan; esta sabiduría podría extenderse con la de que la falta de amor puede ser el origen de una amistad. En este punto alguien podría decir: “Qué bárbaro, traer un hijo al mundo en esas condiciones”, pero desde mi humilde punto de vista, creo, los hijos llegan al mundo también porque quieren y quizá confían en que padres imperfectos, siempre que no fuercen las cosas, pueden recibirlos y hacerles un espléndido lugar en su vida.
LL/MF