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La Cámara de Diputados buscará aprobar un paquete de proyectos sociales que sintetizan la última semana de protestas. Juego de presiones a los gobernadores: la oposición apuesta a la presión callejera, el Gobierno a la chequera.
Jubilados, feminismos y trabajadores unifican sus reclamos en una jornada de protesta “contra el ajuste y la crueldad”
Este miércoles, la oposición se juega la batalla final que definirá si, en lo que resta del año, se podrá avanzar en una agenda opositora en la Cámara de Diputados o si, en cambio, habrá que cerrar el Congreso hasta que finalice la campaña electoral. Con el malestar social como ariete de batalla, el peronismo, el pichettismo y el radicalismo díscolo buscarán conseguir quórum para impulsar un paquete proyectos que funcionan como contracara de la última semana de protestas callejeras: aumento a las jubilaciones, emergencia en discapacidad, emergencia pediátrica en el Garrahan y presupuesto universitario.
La sesión comenzará al mediodía, el quórum es una moneda en el aire y las 24 horas previas se vivieron, en la Cámara de Diputados, como frenesí de ansiedades y reunionismo furioso. Ninguno está confiado, ni oficialismo ni oposición, pero ambos sectores apuestan a presionar a los indecisos con las herramientas que les quedan: el Gobierno, la promesa electoral y la chequera de la administración pública; la oposición, la tensión creciente en las calles.
La oposición apostó a todo o nada a esta sesión. Tras el fracaso de hace un par de semana, la multipartidaria opositora que se percibe como el “Grupo A” de Milei tomó la decisión de cambiar la carátula de la sesión: el eje sería el descontento social, los reclamos de los médicos y los jubilados, y no la agenda institucional de la cripto $LIBRA o la Auditoría General de la Nación (AGN). Fue así que se construyó un temario que parece una síntesis del repertorio de protestas de los últimos días.
Se incluyó la Emergencia en Discapacidad hasta 2027, que busca garantizar el financiamiento de las pensiones no contributivas, incrementar el presupuesto de la Agencia Nacional de Discapacidad. Además, sumaron una actualización del bono de jubilados que cobran la mínima, así como una prórroga de la moratoria previsional vencida y su alternativa: una prestación proporcional de vejez. Y también agregaron una emergencia por las inundaciones en la Provincia de Buenos Aires.
Pero eso no fue todo. Aprovechando el empuje de las protestas, buscarán remplazar a la comisión de Presupuesto, que preside José Luis Espert, para tratar dos temas: la situación de emergencia en el Hospital Garrahan y la actualización presupuestaria de las universidades. Un tamiz de la conflictividad social que tendrá su correlato en la calle, mientras se desarrolle la sesión, justo en frente del Congreso: una postal de unidad de calle y palacio que la oposición buscará aprovechar.
La clave es esa: presionar a los gobernadores con el escrache social. “Si no acompañan a los médicos del Garrahan o a las familias de personas con discapacidad entonces hay que cerrar el Congreso, ya está”, murmuran en las filas opositoras, apuntando los cañones contra los gobernadores. Serán ellos quienes definirán el futuro de la sesión.
El ojo puesto, fundamentalmente, en el cordobés Martín Llaryora. Los cordobeses habían comprometido su presencia en la última sesión, pero, cuando llegó el momento, Ignacio García Aresca, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres se ausentaron. La decisión tuvo un costo: su coterránea Natalia de la Sota los cruzó en público y, a los pocos días, los cordobeses se movilizaron al centro cordobés reclamando por la declaración de la Emergencia en Discapacidad.
En la oposición esperan que la presión social funcione como escudo protector ante la otra presión, la que llega desde Casa Rosada.
Mientras la oposición utiliza la calle para presionar, el Gobierno utiliza la chequera. En las horas previas a la sesión, la gestión libertaria había logrado desactivar a Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Nacho Torres (Chubut) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). Los emisarios de los tres gobernadores habían anticipado su postura a la oposición, para que no quedaran dudas: no podían sentarse a dar quórum.
El Gobierno utiliza diferentes mecanismos para seducir y amedrentar. Misiones, que quedó en el ojo de la tormenta luego del rechazo a la ley de Ficha Limpia, fue la provincia que más ATN (Aportes del Tesoro Nacional) recibió en el último año y, en consecuencia, no se movió un centímetro de las demandas del Ejecutivo. Otros, como Maximiliano Pullaro, dependen de la presencia de las fuerzas de Seguridad que le proporciona Patricia Bullrich.
El éxito del modus operandi alcanza hasta los peronistas que integran Unión por la Patria. Este es el caso del catamarqueño Raúl Jalil, que la última semana mandó a sus diputados, incluida su esposa Silvana Ginocchio, a ausentarse. En UxP se resignan a que, el miércoles, los catamarqueños vuelvan a ausentarse. Distinto es el caso con Gerardo Zamora (Santiago del Estero), que esta vez prometió que estarían todos (a excepción de solo un diputado que se encuentra con problemas de salud).
Las presiones del Ejecutivo se intensificaron en las últimas horas, pero en la oposición temen más que nada que afecte a un actor: Llaryora. De él depende que los otros aliados más jabonosos, como algunos radicales que se resisten al mileísmo de Rodrigo de Loredo o PRO rebeldes, puedan sumarse.
En los últimos días, el Ejecutivo, sin embargo, comenzó a preparar el terreno para un futuro veto presidencial. “No existen los recursos. Por más que propongan un aumento de partidas no se puede aprobar una ley así, y si lo hacen el Ejecutivo la va a vetar”, declaró, por ejemplo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en la previa de la sesión.
En paralelo, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, se abocó a taladrar con datos sobre el costo fiscal de las medidas. Según sostiene el riojano, la sumatoria de la moratoria previsional, la actualización del bono jubilatorio y la emergencia en discapacidad implicaría un 1,8 del PBI. A su manera, el riojano presionaba a los aliados, aunque el gesto daba cuenta más de una admisión de la derrota que otra cosa: si Menem se preparaba para el veto es porque consideraba que, el miércoles, la oposición conseguiría el quórum.
El PRO y la UCR deloredista, mientras tanto, se mantendrán fieles a las directivas de Casa Rosada. Sumisos ante el empoderamiento oficialista, los diputados radicales y amarillos, sin distinción, ayudarán a vaciar la sesión.
MC/MG
La movilización está prevista para las 16. Habrá réplicas en las principales capitales del país.
Bullrich activa el protocolo antipiquetes contra la marcha de jubilados, médicos, científicos y feminismos
Este miércoles los jubilados no marcharán solos. Tendrán el apoyo de numerosos colectivos, incluyendo organizaciones de médicos, científicos, migrantes y grupos feministas que decidieron correr un día la movilización por el décimo aniversario de Ni Una Menos –es el 3 de junio– para concentrarse frente al Congreso en rechazo a las políticas del Gobierno de Javier Milei y bajo el lema “contra el ajuste y la crueldad”.
La movilización está prevista para las 16 y aglutinará a numerosos grupos que se han visto afectados por las políticas y recortes implementados por el Ejecutivo.
Al igual que todas las semanas, la concentración fue convocada en la icónica Plaza del Congreso, y tendrá lugar ante un fuerte protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Además de los jubilados, que reclaman una mejora de sus paupérrimas pensiones –casi dos tercios de ellos reciben sumas que los dejan prácticamente por debajo de la línea de pobreza–, este miércoles saldrán a las calles una serie de colectivos con otros reclamos.
Se espera que el más numeroso sea el colectivo feminista, que, tras cumplirse este martes el décimo aniversario del movimiento Ni Una Menos, decidió mover su tradicional manifestación anual al miércoles, para coincidir con los jubilados y otros grupos vulnerables.
“Unir las luchas es la tarea”, escribió el grupo en sus redes sociales, y agregó: “La salida, siempre colectiva”.
También se harán presentes en la manifestación de este miércoles grupos de científicos argentinos, muchos de ellos empleados por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que reclaman contra los recortes presupuestarios sufridos por el sector, por el congelamiento de sus salarios y por la falta de subsidios para la investigación, entre otras cuestiones.
“Los trabajadores de Conicet continuamos movilizados y nos unimos a los jubilados, los trabajadores de salud, las personas con discapacidad, y a todos los sectores afectados por el ajuste y la crueldad del gobierno de Javier Milei. A 10 años del primer Ni una Menos, nos encontramos en las calles”, anticiparon.
Otro colectivo que se manifestará este miércoles será el de los trabajadores del estatal Hospital Garrahan, el centro médico pediátrico más importante del país, que han implementado una serie de medidas de fuerza en los últimos días en reclamo de mejores condiciones, sobre todo para los médicos residentes.
Pese a que este lunes el estado informó a los trabajadores del hospital del otorgamiento de un bono único de 300.000 pesos (unos 250 dólares) en julio, los residentes de la clínica reclamaron que esa suma sea incorporada de forma permanente a sus salarios y hasta entonces decidieron continuar con las medidas de fuerza.
También acudirán colectivos de migrantes, en protesta a la reciente reforma migratoria impulsada por el Ejecutivo de Milei, que limita el acceso a la ciudadanía, a la educación superior y al sistema de salud, entre otras cuestiones.
Distintos sindicatos, especialmente los que aglutinan a trabajadores estatales, anticiparon que se unirán a la protesta, mientras que también se espera la participación de un número importante de ciudadanos de a pie.
En paralelo con la movilización central en Buenos Aires, también están previstas una serie de manifestaciones en distintos puntos del país.
La de este miércole será la marcha 17° de los jubilados en lo que va del año. En las primeras 15, la represión policial se cobró 129 detenidos y 406 heridos, supo elDiarioAR de un relevamiento realizado por el CELS.
“Siempre se aplica el protocolo porque es algo que está vigente”. La afirmación que soltó ante elDiarioAR una fuente que rodea a Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad revela el estado de situación por estas horas en el Gobierno de cara a la protesta del miércoles que viene frente al Congreso.
En ese marco, Bullrich mantendrá en pie su llamado protocolo antipiquetes, aunque los voceros consultados por este medio buscaron no dar pistas sobre cuál será el alcance definitivo que tendrá el operativo de las fuerzas nacionales. Si bien desde hace varios miércoles se suceden represiones, especialmente violentas contra los trabajadores de la prensa que registran la marcha de los jubilados, siempre en las protestas más masivas el Gobierno prefirió adrede correrse del lugar.
Entonces, la posibilidad de que haya una “zona estéril” alrededor del Congreso cobra fuerza, como ya hizo en la protesta de jubilados que acompañó la CGT luego de la feroz represión del 12 de marzo, cuando fue gravemente herido el fotógrafo Pablo Grillo. La “zona estéril” significa instalar un vallado a lo ancho de toda la fachada del Palacio Legislativo, sobre la avenida Entre Ríos, entre Yrigoyen y Rivadavia, para evitar que cualquier persona sin autorización transite por la zona. De esa manera obliga a los manifestantes a quedar concentrados en la plaza frente al Congreso, así como en zonas aledañas. El piquete lo termina haciendo la policía porque hay cortes de tránsito en varias manzanas a la redonda del Palacio Legislativo.
MM/MG
Jubilados, trabajadores del Hospital Garrahan, el colectivo Ni Una Menos y otras cuantas organizaciones más se concentrarán alrededor de las 16. Los cortes de calles en este mapa.
Este miércoles, se sumarán a la habitual marcha de los jubilados frente al Congreso, los trabajadores del Garrahan y el colectivo de Ni Una Menos.
Se trata de tres frentes que anticipan una movilización multitudinaria, junto al resto de las usuales agrupaciones. Bajo la consigna “Contra la crueldad, el hambre y el saqueo, ni una jubilada menos”, los grupos se trasladarán desde diferentes puntos hasta encontrarse ante la sede del Poder Legislativo, a las 15.
De esta manera, el mapa de cortes se delimitó de la siguiente manera, de acuerdo al punto de concentración que tendrán las organizaciones:
La novedad en la movilización tiene, por un lado, a los trabajadores residentes del Hospital Garrahan, que mantienen una medida de fuerza desde hace días debido al conflicto por los sueldos que percibe este sector: $797.000 es lo que iban a cobrar en mano este mes.
Al intensificarse la protesta, el Gobierno decidió otorgar un bono de $500.000, lo que derivaba en un incremento nominal de $ 300.000. Sin embargo, tras una asamblea celebrada en horas del mediodía del martes, los trabajadores decidieron rechazar la oferta y mantener la convocatoria, ya que lo que buscan alcanzar es una remuneración total de $1.300.000 a partir del mes de julio.
A raíz del conflicto, decidieron plegarse a la marcha de los jubilados, y convocar a un encuentro pacífico el jueves frente al Ministerio de Salud.
Por otro lado, el movimiento femenino Ni Una Menos confirmó su participación y estará presente en “La Marcha Más Grande” para “unir las luchas” contra las “políticas de ajuste, crueldad, estigmatización, criminalización y represión del gobierno de Javier Milei”, según el comunicado que firman organizaciones como las dos CTA, la CCC, la UTEP y la CGT.
El colectivo señaló que las autoridades respondieron con inacción a la problemática de la violencia de género, lo que interpretan como una manera de revictimización por parte de las instituciones. Además, denunciaron el cierre de instancias de capacitación en perspectiva de género, la inexistencia de fondos para dispositivos de emergencia y la suspensión de campañas públicas destinadas a generar conciencia.
La adhesión a la marcha de los miércoles responde a los 10 años que se cumplieron el martes 3, del impulso de la cuarta ola feminista mundial, que se inició con un tuit de la periodista Marcela Ojeda, quien se indignó por los delitos que estaban ocurriendo contra las mujeres y posteó diciendo: “Nos están matando”, “¿No nos vamos a hacer oír?”.
Mientras tanto, la Cámara de Diputados sesionará este 4 de junio desde el mediodía, con un temario que incluye el debate de un “incremento excepcional y de emergencia, equivalente al 7,2% para las jubilaciones y pensiones”, y un aumento del bono extraordinario de $70.000 que actualmente se otorga, a 105.000 o 115.000 pesos.
Además, se suma la discusión por el restablecimiento de la moratoria previsional, en donde aquel que no contaba con los 30 años de aporte podía ir saldando su deuda. Los impulsores del reclamo, y sobre quienes el resto de las agrupaciones se fueron acoplando para manifestarse ante las políticas del gobierno de Javier Milei, se reunirán en el mismo lugar de todos los miércoles.
El mandatario volverá a España para cerrar un foro de la extrema derecha en medio de la investigación por su participación en el escándalo $LIBRA, la criptomoneda que hizo perder su dinero a miles de inversores justo después de que él la promocionara y que generó causas en la Justicia argentina y de EEUU.
Lo que Karina sabía: el caso $LIBRA y un escándalo que el Gobierno no logra encapsular
Dinero de las criptomonedas para reunir a economistas ultraliberales, figuras de la extrema derecha e influencers conspiranoicos con Javier Milei como principal estrella. El Presidente volverá a España este domingo para participar en el Madrid Economic Forum, un evento auspiciado por la principal plataforma cripto española que se celebrará mientras continúa la investigación de la presunta estafa de $LIBRA, la criptomoneda que se hundió en febrero justo después de que el mandatario argentino la promocionara.
El Madrid Economic Forum surgió en 2023 vinculado al Andorra Economic Forum, ambos organizados por las firmas andorranas Racks Labs y Abast Global. La primera es una consultora tecnológica vinculada a Víctor Domínguez, polemista conocido en redes sociales como Wall Street Wolverine por sus críticas al gobierno español o promover la emigración fiscal a Andorra de los influencers. Abast Global es un despacho de abogados especializado en gestionar traslados de residencia y creación de sociedades en el Principado.
Esta será la primera edición del evento que tendrá lugar en la capital entre el 6 y el 8 de junio, tras dos celebradas en Andorra la Vella. La clausura correrá a cargo de Milei el 8 de junio a las 14.45, que no solo está siendo investigado en Argentina sino también en EEUU, donde no fue imputado. No obstante, su nombre aparece en una demanda presentada en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York por haber promocionado la criptomoneda y reunirse en varias ocasiones con sus creadores en los días previos.
El Tribunal del Distrito Sur de Nueva York congeló recientemente US$289 millones en cuentas pertenecientes a los impulsores de $LIBRA, quienes retiraron sus fondos poco antes del colapso de la criptomoneda. Se estima que hay hasta 75.000 afectados.
En paralelo, la Fiscalía federal argentina abrió una investigación contra Milei por su posible implicación en estos hechos, analizando delitos como abuso de autoridad, estafa, tráfico de influencias y cohecho. El Presidente publicó un tuit promocionando $LIBRA y, según los indicios, los responsables del proyecto retiraron su dinero inmediatamente después, precipitando el desplome del valor del activo.
elDiario.es contactó directamente con Helena de Torres, socia y organizadora del evento, para preguntar por la participación de Milei en relación con su situación procesal. De Torres no respondió al requerimiento. Fuentes oficiales de Bit2Me, la empresa cripto patrocinadora del foro, se desmarcan por su parte de la elección de Milei y el resto de nombres que tomarán la palabra en el evento, entre los que también se encuentran el presentador Iker Jiménez o Esperanza Aguirre.
“No entramos a valorar cuando una investigación está en curso”, expresan en contacto con elDiario.es desde la bolsa cripto, que está registrada en el Banco de España como proveedora de monedas virtuales y cuenta entre sus inversores con empresas como Telefónica o BBVA. “Eso corresponde a los organizadores”, inciden.
No obstante, sus responsables sí recalcaron “el error” que había supuesto la actuación del presidente argentino en su momento. “A pesar de que muchos estén ilusionados con las ideas que trae Javier Milei, que se supone que son frescas y traen un cambio al modelo que teníamos, este tipo de error penaliza su posición y decepciona a muchísimos seguidores”, dijo en febrero Javier Pastor, director de Formación de Bit2Me en Capital Radio.
“Es una decepción. Los inversores que confiaron perdieron muchísimo dinero”, recordaba Pastor, que será uno de los ponentes en el evento.
Pese a que sus patrocinadores son dos plataformas cripto (la otra es Orion Funded, radicada en Emiratos Árabes y especializada en facilitar las primeras inversiones de aquellos que incursionan en este mundo), el foro solo tocará de pasada esa temática. “Se abordarán aspectos como la vivienda, la seguridad, las pensiones, el emprendimiento, la batalla cultural y el nuevo orden mundial”, explican desde la organización.
Lejos de ser un foro cripto, el Madrid Economic Forum estará dominado por los debates que popularizó el trumpismo y la nueva extrema derecha estadounidense, como el antiglobalismo, las críticas a la democracia representativa y los servicios públicos.
La charla inicial estará a cargo del empresario español Marcos de Quinto, que departirá sobre “cómo el wokismo está impactando en las políticas corporativas y en la libertad de expresión”, así como “los peligros de este fenómeno para el entorno laboral y la cultura empresarial”. Por su parte, el polemista argentino y amigo personal de Milei, Agustín Laje, hablará sobre “el surgimiento de una nueva derecha”, mientras que el influencer Marc Vidal tratará sobre “el euro digital, la moneda espía”, una teoría de la conspiración presente en cultores de la extrema derecha.
La lista sigue con el citado Iker Jiménez, que tratará sobre “la crisis de los medios de comunicación en España y la pérdida de credibilidad” o el economista anarcocapitalista Miguel Anxo Bastos, conocido por pedir el fin de la sanidad o la educación públicas, y que defenderá “el fracaso del socialismo como modelo económico”.
Además de De Quinto, hay numerosos nombres de políticos que estuvieron vinculados con la derecha y la extrema derecha, como el exlíder de Ciudadanos Albert Rivera. Como ex representantes de Vox intervendrán Iván Espinosa de los Monteros o Ramón Tamames, el candidato de los de Santiago Abascal en la moción de censura fallida, que dará una charla sobre “la hispanidad”. La única mujer entre los cerca de dos docenas de ponentes será Esperanza Aguirre.
“Nuestro objetivo es crear un espacio donde la innovación, el debate y el aprendizaje se den la mano”, expresaba su organizadora, Helena de Torres, en un comunicado oficial enviado en mayo. “Buscamos no solo transmitir información, sino también generar un entorno de reflexión que inspire soluciones concretas a los grandes desafíos económicos que enfrentamos”, continuaba.
Hay tres modalidades de entrada para asistir al evento: una básica de 100 euros, otra de 1.450 euros, que da acceso a eventos VIP, y una tercera de 7.500 euros, que permite departir con los ponentes. La organización afirma que se esperan más de 10.000 asistentes al Palacio Vistalegre de la capital, pero el evento no está completo y, de hecho, sus entradas se ofrecen ahora con un 30% de descuento sobre el precio original.
El flujo constante de desinformación y espectáculo es para saturar el espacio público y erosionar los marcos compartidos de la verdad. No se trata de convencer a todos de una narrativa coherente, sino de disolver el terreno mismo del debate racional y llevarse la mayor parte.
Como de costumbre, el gobierno de Milei y su entorno han desplegado una secuencia vertiginosa de controversias que saturan el espacio público: el desmantelamiento de las políticas de derechos humanos, con el vaciamiento de la Secretaría y de sitios de memoria; la autorización de un plan de espionaje estatal contra opositores, periodistas y economistas críticos; el ataque en redes contra niño con autismo; el ajuste al Hospital Garrahan y la agresión contra los residentes; la justificación de la represión violenta contra jubilados; el desmantelamiento de políticas de discapacidad la disolución del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, ícono de la memoria histórica del movimiento popular; el intento de eliminación de la figura de femicidio del Código Penal; la pelea con Ricardo Darín; etcétera, etcétera.
La acumulación de polémicas no es casual. No es un error. Es una estrategia: generar frentes múltiples que fragmenten la capacidad de respuesta de la oposición y llene a la sociedad de mierda. Es una gobernabilidad basada en el conflicto permanente, en vez de en el consenso.
Con mis compañeros analizamos mucho la dinámica de las narrativas políticas actuales, su relación con el desarrollo de las fuerzas productivas, las nuevas tecnologías y la geopolítica mundial, las formas de abordarlas desde un proyecto humanista, la mejor manera de promover nuestra agenda de justicia social. Una de las conclusiones –bastante obvias por cierto– es que todo es muy confuso y muy difícil.
Esta confusión no es un fenómeno argentino. Más allá de las características particulares de nuestro país, Milei es un producto de importación diseñado en el algoritmo de lo que suele llamarse, un tanto burdamente, las nuevas derechas. En ese sentido, su equipo político-comunicacional aplica tácticas de manual que, lamentablemente, le dan muy buen resultado frente a la reacción lacrimosa de la oposición y algunas élites bien pensantes, algo que Francisco llamaba “indignación elegante”.
Que cada día exista una nueva provocación sea institucional, sea comunicacional, por más exótico que sea Milei, no es producto de ninguna patología. El grupejo de Milei está aplicando una táctica deliberada y calculada, que ejecutan trolls financiados por la SIDE pero que el propio Presidente de la Nación lidera.
Milei es la provocación permanente. Es su metier. Es su talento. Ese es su vil oficio. Como ideólogo, es un plagiario. Como intelectual, es un bruto. En política exterior, es un bufón del palacio. En su propio gobierno, un títere. Pero como provocador es extraordinario. Para eso lo tienen. Para eso lo usan.
Así, en su carácter de provocador en jefe, cada día —o incluso varias veces por día— genera un hecho comunicacional que a veces puede ser trivial pero otras tiene en sí mismo una gravedad –material o simbólica– que, aún comprendiendo su táctica, no puede desatenderse. Puede ser algo bien performativo como un ataque contra un artista, una provocación contra la universidad pública, una fake news o agresión contra cualquiera. Puede ser algo bien material como el cierre de un hospital psiquiátrico, el vaciamiento de un hospital infantil, la represión a jubilados, la eliminación de fondos para el mejoramiento de barrios o el acaparamiento de alimentos para comedores infantiles. Todos los días el mismo bizcocho… ¿para qué?
El flujo constante de desinformación y espectáculo es para saturar el espacio público y erosionar los marcos compartidos de la verdad. No se trata de convencer a todos de una narrativa coherente, sino de disolver el terreno mismo del debate racional y llevarse la mayor parte. Me enseñaron que en la jerga de estrategas digitales se conoce como flood the zone with shit —inundar la zona con mierda—, una técnica que busca que las audiencias no puedan distinguir entre lo importante y lo accesorio, entre el dato y la opinión, entre lo cierto y lo falso. El único discernimiento pasa a ser el propio sesgo de confirmación que las personas ya tenemos y el algoritmo de las redes sociales refuerza. Esta expresión se popularizó a partir de un asesor de Trump, Steve Bannon, un hombre particularmente inteligente y perceptivo sobre el momento histórico.
Si llenás la zona de mierda, todos nadamos en la mierda, donde la gente de mierda nada mejor porque no tiene escrúpulos ni principios éticos. Este lodazal genera insensibilización, confusión, apatía… pero sobre todo, desacredita la vieja “racionalidad política” –bastante hipócrita debe decirse– para reemplazarlo por un cambalache donde “todo es igual, nada es mejor”. Si todo es igual, mejor un clown terraplanista que un hipócrita bienpensante.
El show del enfrentamiento con los artistas del mainstream tiene su razón de ser. No es casual, no es espontáneo: es una jugada pensada importada de manuales ajenos. Por un lado, generar ruido, inundar la conversación pública con pavadas y llevar la política al terreno de los chimentos, de la farándula, fabricando polémicas con personas que no se presentan a elecciones. Todo ganancia. Si el escándalo es lo suficientemente ruidoso, se pierde de vista lo que de verdad importa.
Por otro lado, hay algo más perverso todavía: el desvío. Mientras nos distraemos con la pelea con Darín —que por más querido que sea, no deja de ser una persona muy exitosa, con una vida distinta a la del pueblo común— se tapa el llanto de una médica que atiende pibes con cáncer y ve cómo se va destruyendo su hospital. Ahí sí que puede haber un rechazo político real, incluso entre los que bancan a Milei. Porque ahí se toca algo humano, algo que importa. No es una grieta de cartón. Es una herida abierta.
Y, de paso, meten miedo. Porque esa lógica también tiene un mensaje: mirá lo que te pasa si hablás, ni el más famoso se salva. No es solo contra el que habla, es para que el resto se calle.
Como dije antes, la gravedad de los dichos y los hechos de Javier Milei nos “obliga” a responder. Es muy difícil no defender a los jubilados, a las personas con discapacidad, a los niños sin hospital, a la universidad pública. No solo es difícil sino que sería incorrecto. También es muy difícil hacer lo que convendría estratégicamente: focalizar nuestro discurso y consolidar una agenda propia. O mejor, planificar nuestra propia lluvia de mierda, ponderar nuestros propios conflictos. Personalmente, esta dificultad me toca de cerca. No hay semana que como abogado o como dirigente pueda evitar pronunciarme o actuar frente a un nuevo ataque de Milei contra todo lo que para nosotros vale la pena ser defendido.
La dinámica es de fragmentación permanente: se pierde el hilo de las denuncias, se diluye el seguimiento de los problemas estructurales, se agota la capacidad de respuesta, se adormece la indignación y se saturan los canales de comunicación. En este terreno de juego, diseñado para el caos, hay que tener un plan muy claro, que mezcle la defensiva con la ofensiva, para construir una alternativa sólida y sostenida.
Ni bien se aborda un tema, ellos imponen no-agenda idiótico-memistico a través de miles de influencers semianalfabetos pero persistentes o instalan una agenda ultra-agresiva contra núcleos ideológicos parciales o minorías relativamente dispersas. Así, Milei consolida una red de terrorismo psicológico temeraria y atrevida; varios miles de varoncillos que pasaron de fenotípicos nerds reprimidos a machos alfa que ocupan el lugar de disrupción frente al status quo; los nuevos lobos que intimidan desde atrás de una computadora a las oposiciones-cordero.
Como dije, desde mi punto de vista, para pasar de la defensiva a la ofensiva, se necesita un plan claro. Esto solamente puede lograrse focalizando nuestra política en la situación de la clase trabajadora en sentido amplio. Esta focalización no implica dejar de abordar los múltiples frentes abiertos pero sí priorizar, seleccionar y sostener nuestro propio predicamento, es decir, no perdernos en el episodio ni dejarlo pasar: mostrar cómo cada uno de esos hechos es parte de un mismo modelo de sociedad que se quiere imponer.
Por otro lado, es fundamental dejar de temer a decir y defender nuestra verdad: la polémica, cuando es pensada, puede ser un combustible para hacer que la agenda gire en torno a causas nobles como la justicia social. Eso sí, polémica sobre los temas importantes, no sobre la agenda de los políticos que cada vez importan menos. Si debemos dispersarnos en mil micro-batallas, tenemos que pensar bien cómo distribuir esa información para que llegue a cada persona que le importe. Y, sobre todo, debemos agrupar los hechos bajo tres o cuatro grandes ejes sobre los que insistamos una y otra vez, como el ataque contra los derechos sociales básicos, la degradación de los niños y ancianos, la destrucción de la salud y la educación, y la cripto-corrupción.
Por último necesitamos empujar una agenda propia creativa, proactiva, creíble, coherente y realizable que no solo convoque a resistir la miseria planificada de Milei, sino que también proponga un nuevo país posible. Dejar de temer al conflicto implica asumirlo como lo que es: una convocatoria a pelear con coraje por la patria, cosa que nuestros compañeros parecieran exigirnos cada vez más.
JG/DTC