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Con el debut del nuevo sistema de votación, los partidos cambian su estrategia de fiscalización: ya no temen el robo de boletas, sino errores o maniobras en el cierre de mesas. Cómo es el control interno y el conflicto entre el PRO y La Libertad Avanza dejó a Milei sin fiscales en La Matanza.
En cada elección hay un desafío para los partidos políticos: cuidar las boletas en el cuarto oscuro durante toda la jornada para evitar robos que perjudiquen a sus candidatos. Pero este domingo, con el debut de la Boleta Única de Papel (BUP), la máxima preocupación de los candidatos se trasladará a un momento central: el conteo de sus votos una vez que se cierren las escuelas a las 18.
El cambio podría generar la escena atípica de que el presidente de mesa no esté acompañado por fiscales partidarios a lo largo del día, salvo al final. Es que con la BUP —que contiene a todos los candidatos en una misma papeleta y será entregada exclusivamente por el presidente de mesa a los votantes—, los armadores de las principales escuderías entienden que la fiscalización ahora pasa a ser importante solo para el conteo de los votos, según pudo recoger elDiarioAR de fuentes tanto del oficialismo como del peronismo.
Así, el reto de las fuerzas políticas pasa por estas horas por aceitar un esquema que les permita tener un fiscal propio en cada mesa de votación al menos cuando finalice la jornada electoral, y sobre todo en los lugares más “calientes” y sensibles, como el conurbano bonaerense. Solo en la provincia de Buenos Aires hay 38.760 mesas electorales repartidas por todo el territorio.
Y es en el corazón de la PBA donde estalló días atrás un inesperado conflicto para el Gobierno: el PRO le retiró a La Libertad Avanza sus fiscales de La Matanza, bastión peronista y corazón del conurbano, con más de un millón de electores. El conflicto surgió por una disputa entre el diputado Alejandro Finocchiaro —exministro de Mauricio Macri— y el referente libertario Luis Ontiveros. Según trascendió, no apareció el dinero para “bancar” a un grupo de 1.000 fiscales este domingo. El pago para la participación como fiscal oscila entre 40 mil y 80 mil pesos en PBA según el partido.
“La dificultad de esta elección está en el cierre. Ya no necesitamos tener fiscales para abrir las mesas, sino para cerrarlas. Si no tenés quién te cuente los votos, ¡sonaste!”, admitió a este medio una diputada nacional aliada al Gobierno y que coordina la fiscalización en Córdoba, una de las principales apuestas de Milei.
“Es verdad que ahora el laburo ya no es durante el día, porque con dos o tres personas caminando la escuela controlás las mesas, pero sí tenés que tener una persona sentada en cada mesa aunque sea media hora antes del cierre. El cierre lo tenés que mirar. Tenés que tener un fiscal por mesa”, coincidió un intendente que supervisa la fiscalización de Fuerza Patria en la zona norte del conurbano.
Los fiscales partidarios son auxiliares de las autoridades de mesa, designadas por la Justicia Electoral. Aunque no es obligatorio para las fuerzas políticas, las más grandes movilizan un verdadero ejército cada domingo de elecciones para custodiar sus votos. El objetivo es cuidar voto a voto ante un escenario que puede ser de paridad en algunos distritos. “Si vamos parejos, necesitamos que el recuento provisorio sea lo más fiel posible”, dijo una voz consultada.
Según la normativa, el fiscal tiene permitido entrar y salir libremente del local de votación; estar presente cuando se acondicionan las cabinas, cotejar la identidad de los electores con el padrón que le entregó su agrupación y firmar el acta, el certificado de escrutinio y el telegrama. Este domingo hay un cambio clave: a diferencia de otras votaciones en las que se utilizaba la boleta partidaria y el fiscal firmaba los sobres, ahora los representantes partidarios no deben manipular ni firmar la Boleta Única de Papel.
La imposibilidad de robar boletas fue uno de los argumentos usados en el Congreso para aprobar la reforma electoral que implementó la BUP. Sin embargo, el histórico sistema de papeleta partidaria nunca tuvo graves denuncias de fraude durante los últimos 40 años de democracia, aunque siempre hubo quejas sectoriales por faltantes o robos de boletas en el cuarto oscuro y hasta conteos sospechosos en mesas específicas.
Incluso hay voces que cuestionan el nuevo sistema por las “trampas” que habilita. “Ahora es mucho más fácil comprar votos, porque la persona a la que se mandaría para votarte no tiene otra que marcar la boleta y mandarte una foto. Esa foto no se puede truchar. Antes, en cambio, te mandaban una foto con la boleta en el sobre, pero después la podían sacar”, comentó en off un operador peronista del conurbano.
Para asegurar el trabajo de los fiscales, en Córdoba, por ejemplo, la alianza del PRO con LLA implementó un sistema innovador: una app propia donde los fiscales designados deben loguearse al ingresar a su escuela y mesa. Eso permite a los coordinadores monitorear la asistencia de su tropa.
¿Cuánto se paga por la fiscalización? “No pagamos. El día que pagaste, fuiste”, aseguró la diputada consultada, que confía en la militancia política. Pero elDiarioAR corroboró que en algunos partidos y distritos se paga. “Ochenta mil por cabeza”, comentó un especialista en campañas electorales del peronismo. “LLA da viáticos de $40.000 mas vianda”, dijo un operador libertario.
Dinero o no, el esquema de los partidos sí incluye asistencia básica: una vianda y una bebida, además de papel higiénico, toallitas femeninas o medicamentos para situaciones inesperadas. Porque a la hora de custodiar los votos, todo sirve.
MC/MG

Cabe esperar que los dos principales movimientos políticos se proclamen ganadores: LLA festejaría un importante crecimiento de legisladores, mientras que el peronismo estaría en condiciones de celebrar haber obtenido la mayor cantidad de votos en el país.
La Argentina celebrará este domingo unas elecciones legislativas que se presentan como un plebiscito sobre los dos primeros años del Gobierno de Javier Milei, en un contexto de fuerte enfrentamiento político entre el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) y el peronismo.
Los 24 distritos electorales de Argentina, que corresponden a 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), abrirán las urnas este 26 de octubre para elegir a la mitad de la Cámara de Diputados (257 escaños) y un tercio del Senado (72) a través de la Boleta Única en Papel, un sistema que la mayoría nunca antes utilizó.
Con 37 escaños actualmente en la Cámara baja, LLA aspira a crecer gracias a la alianza con el PRO, el partido del expresidente Mauricio Macri, y conseguir un tercio del Parlamento, es decir, 86 escaños.
Si lo logra, el Gobierno de Milei evitaría que sean vetados los decretos presidenciales, podría frenar iniciativas de juicio político e impulsaría proyectos de ley propios con el apoyo de nuevos aliados.
El peronismo, por su lado, buscará revalidar el 47% de sus diputados, mientras que otras fuerzas como la Unión Cívica Radical (UCR) y agrupaciones provinciales van a esta elección con el objetivo de renovar la casi totalidad de su representación legislativa.
En el Senado, LLA solo sumará bancas porque, a diferencia de anteriores elecciones, es la primera vez que lidera listas de candidatos para la Cámara alta, mientras que el peronismo tiene como objetivo salvaguardar el 44% de los senadores que tiene.
“Si todos los pronósticos son certeros (...), aún con el mejor resultado posible, el Gobierno no llegaría a tener un tercio de la Cámara Baja”, adelantó Lara Goyburu, directora de la consultora política Management & Fit. Agregó que Milei, “sí o sí, va a tener que negociar con otros actores, ya sea dentro o fuera del Congreso. Y durante este año no mostró ninguna señal de diálogo o consenso”.
Para el peronismo, un triunfo le permitiría ubicarse como la principal fuerza de la oposición, lo que supondría un empujón para el movimiento político histórico tras el desprestigio del Gobierno de Alberto Fernández (2019-2023) y, además, abriría el proceso de definición de un candidato de unidad para las elecciones presidenciales de 2027.
Shila Vilker, directora de Trespuntozero, explicó que en los sondeos realizados por su consultora “el peronismo se empieza a transformar en un instrumento para castigar a Milei”.
Bajo este panorama, podría esperarse que los dos principales movimientos políticos se proclamen ganadores: LLA festejaría un importante crecimiento de legisladores, mientras que el peronismo estaría en condiciones de celebrar haber obtenido la mayor cantidad de votos en el país.
Analistas consultados coinciden en que estos comicios son una suerte de referéndum encubierto sobre el mandato de Milei, que en diciembre cumplirá dos años en el poder, es decir, la mitad de su mandato.
De hecho, así lo planteó el oficialismo en su campaña, marcada por el apoyo incondicional de Estados Unidos a Milei, tanto con mensajes de apoyo explícito como en forma de acuerdos económicos y financieros.
El presidente se involucró de manera activa en los actos de LLA en medio de un terremoto financiero por la escasez de reservas de divisas y las presiones sobre un peso que el mercado considera sobrevalorado, un ancla que el Ejecutivo defiende como parte de su estrategia de desinflación.
En paralelo, recientes escándalos de corrupción colocaron en la mira a personas del entorno presidencial, como su hermana Karina, secretaria general de Presidencia y mano derecha del mandatario, que pusieron en entredicho la consigna con la que llegaron al poder: enfrentar a la “casta” política.
Andrés Malamud, investigador principal del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, afirmó que la noción de “casta” utilizada por Milei “se desgastó”. “El Gobierno pasó de antiestablishment (contra los de arriba) a antikirchnerista (contra los de enfrente)”, añadió.
Asimismo, el Gobierno argentino enfrenta desde inicios de 2025 dos escándalos lesivos para su imagen pública: Milei promocionó en febrero la criptomoneda $LIBRA, que derivó en una estafa para múltiples inversores tras la caída abrupta de su valor; y una investigación por supuestos sobornos en la compra de medicamentos a través de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis).
En las últimas semanas, LLA sufrió además la caída de su principal candidato en Buenos Aires, José Luis Espert, tras haber sido denunciado por vínculos revelados por elDiarioAR con Federico “Fred” Machado, quien será extraditado a Estados Unidos acusado de narcotráfico.
El exembajador y analista político Jorge Asís definió así lo que está en juego el domingo en la Argentina: “Milei el domingo se plebiscita; tuvo errores técnicos y catástrofes morales”.
Otro argumento que atenta contra la popularidad de Milei es la economía: la actividad está estancada, el empleo formal no repunta, los salarios no se recuperaron desde la alta inflación que dejó el final del Gobierno anterior, y el ajuste fiscal, que Milei prometió apuntar contra la “casta”, recayó hasta el momento en salud y educación. Aún así, no se descarta que crezca el número de legisladores de La Libertad Avanza.
Sebastián Rodríguez Mora para la agencia EFE

Es la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que instó a los gobiernos nacional y de Río Negro a revertir la flexibilización de la Ley 3308 y detener proyectos petroleros que amenazan la biodiversidad. Expertos advierten esta actividad podría alterar irreversiblemente ecosistemas claves y la forma de vida de las comunidades costeras.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la mayor red global ambiental, exhortó al Gobierno argentino y a la provincia de Río Negro a restablecer la protección ambiental del Golfo San Matías y les pidió suspender los proyectos que amenacen su biodiversidad. La recomendación apunta directamente a la modificación de la Ley 3308, que en 2022 flexibilizó las restricciones a la actividad petrolera en la zona y, según el organismo, abrió la puerta a iniciativas de alto riesgo ecológico.
“El Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN 2025, en su sesión de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos): EXHORTA a la República Argentina y a la provincia de Río Negro a derogar toda norma que disminuya el umbral de protección del Golfo San Matías, incluyendo el restablecimiento de la protección brindada por la Ley 3308, y a garantizar la conservación de la biodiversidad cancelando todo proyecto que pudiera comprometerla”, señala la resolución votada por la UICN.
Y señala que la Ley 3308 “fue modificada de manera inconsulta, apresurada y regresiva en el año 2022 poniendo en riesgo la integridad ambiental del Golfo San Matías a partir de proyectos que allí buscan instalarse”.
“Es la confirmación de que nuestra defensa del Golfo San Matías y de Península Valdés tiene validez y fundamento”, celebró Fabricio Di Giacomo, vocero del golfo, que se extiende entre Punta Bermeja, en Río Negro, y Punta Norte, en la Península Valdés, Chubut.
“Después de los reveses judiciales que consideraron ‘hipotéticos’ los daños del proyecto pese a los anuncios de YPF, esta resolución ratifica que lo que ocurre en Río Negro no es progreso sino un negociado con las corporaciones del sector energético que deja contaminación y pobreza”, advirtió.
La resolución, aprobada durante el Congreso Mundial de la Naturaleza 2025 en Abu Dabi, advierte que la expansión de los combustibles fósiles en los océanos pone en peligro crítico la biodiversidad marina y agrava la crisis climática y la extinción de especies.
La UICN invoca los principios precautorio y de no regresión, establecidos en la Declaración de Río y el Acuerdo de Escazú, y exige que Argentina cumpla con los compromisos asumidos en el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, orientado a detener la pérdida de ecosistemas clave antes de 2030.
A principios de octubre, elDiarioAR recorrió el Golfo y habló con los protagonistas de dos modelos que colicionan, por un lado el que propone un desarrollo extractivo y por el otro, la defensa de un ecosistema considerado único en el Atlántico sur. El proyecto para instalar buques de gas natural licuado (GNL) en el Golfo que lleva adelante Southern Energy generará, según la empresa, 1.900 empleos directos e indirectos durante la construcción, con una fuerte participación de proveedores locales. La compañía sostiene que el gas natural licuado funcionará como “combustible puente” en la transición energética mundial y que los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) fueron elaborados bajo estándares internacionales y mejores prácticas avaladas por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial.
Para las organizaciones ambientalistas, la visión es otra. “Durante más de veinte años, mientras la Ley 3308 estuvo vigente, el Golfo San Matías pudo desarrollarse de manera equilibrada. Las Grutas creció como villa turística, la pesca artesanal se consolidó y las comunidades costeras encontraron una forma de vida en armonía con el mar. Pero desde que se modificó la ley en 2022, todo eso está en riesgo”, alertó Di Giacomo.
Según los especialistas, la derogación parcial habilitó proyectos petroleros que ya generan efectos sobre la vida costera: restricciones de acceso a playas, cierres de caminos utilizados por pescadores y pulperos, y un avance territorial de las empresas con apoyo estatal.
“Si se concretan los puertos petroleros o los buques de GNL, el impacto sería devastador. Hablamos de contaminación crónica del agua y del aire, riesgo de derrames, y alteraciones en la temperatura y composición del mar. El Golfo San Matías y Península Valdés son ecosistemas únicos, y lo que está en juego es nuestra forma de vida y la salud de todo el litoral patagónico”, sostuvo.
Raquel Perier, doctora en Biología y especialista en peces del Mar Argentino, explicó que el golfo posee condiciones únicas que mantienen el equilibrio de la biodiversidad: “Tiene una boca de 100 kilómetros entre Punta Bermeja y Península Valdés, profundidades de hasta 200 metros y movimientos circulares de sus aguas que hacen que cualquier contaminación se disperse lentamente. Esto permite la reproducción y supervivencia de muchas especies”.
Perier fue clave en los 90 para la creación de la ley provincial que prohibió la instalación de puertos petroleros en la costa atlántica de Río Negro, un logro que ahora debe defender nuevamente tras la modificación de la normativa en 2022, que habilita la actividad hidrocarburífera
“No estamos en contra del desarrollo, lo que cuestionamos es el llamado ‘desarrollo sustentable’ que propone el gobierno, porque prioriza lo económico y el extractivismo, relegando lo social y ambiental. Defender el Golfo San Matías es cuidar la memoria, la identidad y el futuro de nuestras comunidades costeras”, señaló.
Entre los proyectos que generan preocupación, destacó el oleoducto y el puerto petrolero que busca conectar Vaca Muerta con la costa del Golfo San Matías a través de más de 400 kilómetros, atravesando ríos, territorios de comunidades originarias y campos hasta llegar a Punta Colorada.
“Estos proyectos ponen en riesgo directo la vida marina y las comunidades costeras. La instalación del puerto y los buques afectaría zonas clave de cría y tránsito de la ballena franca austral, lobos y pingüinos, y generaría contaminación crónica del agua y del aire”, advirtió.
Roxana Schteinbarg, cofundadora del Instituto de Conservación de Ballenas, enfatizó la importancia del golfo dentro de los “golfos norpatagónicos”. “El Golfo San Matías, junto con los golfos Nuevo y San José, forma un sistema marino clave para la biodiversidad del Atlántico Sur. Protegerlo es garantizar el futuro de la vida marina y la salud del mar del que todos dependemos”.
Según Schteinbarg, el exhorto de la UICN abre una ventana de oportunidad para reforzar la protección del último gran golfo sin contaminación petrolera de la región. También sostiene que el único camino posible es detener las obras hidrocarburíferas y avanzar hacia una matriz energética más limpia, que no arrase con ecosistemas valiosos como el Golfo San Matías y Península Valdés.
“Ambos están conectados, generan vida y brindan sustento a las comunidades costeras. Por eso es fundamental que se restablezcan las normas que fueron derogadas y se restaure la protección ambiental”, concluyó Schteinbarg.

Estudiaba en una escuela para adultos y desapareció en vacaciones de invierno. Su búsqueda está atravesada por prejuicos por posibles consumos problemáticos, narcomenudeo y prostitución. ¿Quién busca a las más vulnerables cuando no vuelven a casa?
En Neuquén, capital de Vaca Muerta, desapareció hace un año y dos meses Luciana Muñoz. Fue vista por última vez caminando por el barrio Gran Neuquén Norte, la madrugada del 13 de julio de 2024, tenía en ese momento 20 años. Fuentes judiciales de la causa dicen que tenía consumos problemáticos. Su familia y amigas dicen que fumaba marihuana y tomaba alcohol de vez en cuando. Una de las líneas de investigación, y la sospecha de su entorno, es que sea un caso de trata de personas.
La mamá de Luciana se llama Lila Aguerre. Tiene 36 años, a Luciana la tuvo a los 14. Vivieron siempre en Gran Neuquén Norte, en la zona oeste de la ciudad, donde se asentaron y se asientan los barrios más populosos y también los más pobres. Habla despacio, contiene las lágrimas, el cansancio, la rabia y la impotencia de no saber qué pasó con su hija. “¿Sabes qué? Volviendo para atrás, unos meses antes había empezado a salir con un chico y cambió muchísimo. Luciana estaba yendo a la escuela, estaba bien, se juntaba con sus amigas. Yo no tenía ni idea al principio de que el tipo vendía. Me enteré unas semanas antes de que desapareciera, porque ella me lo dijo. Entonces yo en un momento me enojé y le dije ‘Luciana, ese tipo no te conviene’, porque la vez que ella iba -a su casa- no la dejaba hablar por teléfono. Ya me había venido con la cara media ‘moreteada’, acá en el ojo”, cuenta Lila, mirando hacia la calle. Lo último que sabe de su hija es que el 13 de julio a la madrugada se fue a la casa de un amigo a tomar unos tragos, y que ese amigo dijo haberla acompañado alrededor de las 7 de la mañana hasta dos cuadras antes de su casa. Ese recorrido es el que hicieron sus amigas apenas no supieron nada de ella, se movieron hasta conseguir las filmaciones de las cámaras de seguridad donde aparentemente se la ve a Luciana cruzar la rotonda de 1 de mayo y Novella. En ese lugar, al cumplirse un año de la desaparición colocaron un cartel de madera que dice: “Acá desaparecí”.
Ahí se para Lila, con la foto de su hija, a color y plastificada, para que no se arruine de tanto mostrarla. “Lo que más extraño es su presencia, su risa, todo el tiempo. Falta eso en la casa, capaz que estábamos re callados, y venía ella a los gritos. Yo como mamá la siento en mi corazón, siento que ella está todavía con vida. El no saber es lo peor ¿Quiénes son los que están atrás de lo que le pasó a ella? ¿Por qué hay tanto silencio? ¿Por qué cuando vos hablas de ella la gente se pone incómoda? ¿Qué hay detrás de la desaparición de mi hija?”, se pregunta, sin encontrar todavía respuestas.
La causa está a cargo del fiscal Andrés Azar, quien asegura que hay varias líneas de investigación pero que no puede brindar detalles para no entorpecer la búsqueda. Sin embargo, confirma que una de las hipótesis es la trata de personas: “Estamos en ese punto. No sé si sería prematuro hablar de trata en este momento, pero sí hay ciertos puntos relacionados con la prostitución”. Al ser consultado sobre la activación de un protocolo nacional de búsqueda de Luciana afirma que “tiene que haber evidencia y evidencia que se pueda respaldar, para activar un protocolo de trata, no sospecha, tenemos que tener pruebas” aunque a la vez sostiene que “casos de desaparición tenemos un montón pero que haya pasado tanto tiempo sin que aparezca no”. En la región hay dos antecedentes que marcan la memoria colectiva: el de Florencia Penacchi, una estudiante neuquina que vivía en Buenos Aires, que desapareció sin dejar rastros en marzo de 2005, y se sospechó que era un caso de trata de personas; y el de Otoño Uriarte, una adolescente de Río Negro que estuvo desaparecida durante seis meses, la encontraron muerta en un canal de riego y también su familia denunció que había una trama de poderes vinculados a la trata y a la prostitución.
Ante la falta de certezas Azar sostiene que “es una causa de desaparición que está atravesada por varias vulnerabilidades y que ha complicado la pesquisa y la investigación desde un comienzo. Tenemos una persona (Luciana), y acá una vulnerabilidad económica, que no tenía teléfono celular, y desgraciadamente un consumo problemático de estupefacientes, y esto ha generado que se haya visto inmersa en un submundo. Sus contactos, sus amistades, no quieren hablar con la policía, no quieren acercarse a la Fiscalía. Por eso es muy difícil”. El único imputado hasta el momento es el ex novio, pero por falso testimonio, al comprobarse que había mentido en dos oportunidades sobre si había estado con la joven los días previos y sobre lo que hizo esa noche.
Nancy Antilef es la directora del CPEM 76, donde asistía Luciana. Es un secundario para personas jóvenes y adultas, de 600 estudiantes aproximadamente, y con una importante movilidad ya que la mayoría trabaja y busca terminar sus estudios. Todavía consideran a Luciana parte de la escuela: no abandonó, está desaparecida, y por eso desde la institución tramitaron su promoción.
“Las compañeras de Luciana la estaban acompañando en sus exámenes porque ella tenía que rendir materias previas entonces estaban muy atentas. La preocupación de ellas fue inmediata, llamaron a la secretaria de la escuela y ella nos avisa: ‘hay una estudiante desaparecida’”, recuerda Nancy. “Ellas hicieron el recorrido antes que la policía, salieron con la abuela a buscar las cámaras por donde había andado. Y son las que aportan las pruebas después a la Fiscalía”, agrega.
Todo ocurrió durante las vacaciones de invierno, pero aún así la comunidad educativa se movilizó: sacaron comunicados en la cartelera, fueron al gremio docente, empapelaron el barrio con la cara de Luciana. “Para la vuelta a clases organizamos un cambio de actividades para informar sobre la situación y trabajamos el protocolo de qué hay que hacer cuando una persona desaparece. Después pegatineamos toda la escuela para que todos sepan y que salga en los medios que esta escuela empezaba las clases sin una estudiante”. Con el paso de los días, también se abordaron los prejuicios: “pensar que si la estudiante consume no hay que buscarla, no se merece el respeto, ni de derechos, ni garantías, o decir ‘por algo habrá sido’, es volver a esa conceptualización de la dictadura, entonces trabajamos en romper esos prejuicios, desnaturalizar que una persona puede desaparecer y que nadie la busque o que a nadie le interese, hablamos de la problemática, aunque hay un silencio abismal atrás”. Además, sobre lo que pudo haber ocurrido sostiene la hipótesis de la familia: “hay grupos de poder vinculados, entre ellos la policía, hay una red de poder que sostiene una práctica de trata, de prostitución, de consumo”.
“Ella te decía ‘llego en 5 gordita’, y después del receso no llegó más”. El recuerdo es de Yanet Scalona, una sus compañeras. Dice que su grupo de amigas todavía espera que aparezca por el pasillo. “Nos conocimos en primer año, en 2023. Era muy pizpireta, como cualquier pibita de su edad. Estaba en esa transición de la adolescencia a la vida adulta, de compromiso, de trabajo, de querer estudiar, de querer formarse en algo”, cuenta Yanet. Tiene 47 años. “La Lu” -como le dicen sus amigas- podría ser su hija pero que se hicieron compinches. Recuerda haber compartido las lecturas de los libros “Tuya” y “Perros de nadie”. “Andaba con problemas de amor, pero típico de cualquier chica de su edad”, agrega.
Tanto Lila, como Nancy y Yanet aseguran que Luciana fumaba marihuana de vez en cuando y tomaba alcohol, pero que no era algo recurrente en su vida. “Si fuese como la quieren pintar, ella no habría estado preocupada en dar una lección, en entender un libro o ver cómo se hace alguna ecuación”, afirma Yanet.
El llamado “narcomenudeo” es el tráfico de drogas y estupefacientes en menor escala, una modalidad que crece en las zonas populares y más aún en épocas de crisis y ajuste. Nancy advierte que es algo que está presente en el barrio. La escuela está emplazada en Melipal, al lado de Gran Neuquén Norte, donde vivía Luciana. “Veníamos de una balacera en la esquina de la escuela, porque hay una disputa por los kioscos narcos. Hay un abandono al oeste en relación al narcomenudeo, hay un ‘dejar hacer’”, asegura.
Nancy destaca que la desaparición de Luciana destapó debates, puso sobre la mesa la necesidad de hablar de los consumos de sustancias, y también sobre los cuerpos de las mujeres y sus vínculos sexo-afectivos. “Tenemos estudiantes que reconocen vender su cuerpo, y que consumen sustancias y hablan abiertamente de esa situación, también de los riesgos. Ante esto ¿cómo contenemos?”, se pregunta la docente. Se abre ahí otro debate sobre el rol actual de la escuela, que trasciende lo meramente formativo. “Tal vez tengamos que habilitar más la escucha”, aventura Nancy. Desde el Consejo Provincial de Educación, afirman que “las escuelas no cuentan con protocolos específicos dado que la competencia frente a situaciones de esta naturaleza excede al ámbito educativo”.
En los últimos años Neuquén ha sido noticia nacionalmente por la explotación de gas y petróleo no convencional en la formación Vaca Muerta. No tienen la misma visibilidad las contradicciones y desigualdades que genera una economía de enclave petrolero. Entre ellas está lo que sucede con el comercio sexual en contextos extractivos. La antropóloga mapuche Melisa Cabrapán Duarte en una investigación publicada en 2018 ya abordaba cómo en los últimos años “la prostitución en estos entornos pasó a ser leída como trata de personas con fines de explotación sexual, que es la modalidad sexoeconómica más coercitiva y violenta dentro del comercio sexual –aunque no la única”. Además, sostiene que el comercio sexual en zonas petroleras de la Patagonia es “representado desde el sentido común como un espacio que promueve casi exclusivamente la trata de personas, a pesar de que exista una diversidad de experiencias o de grados de consentimiento”. En este contexto, de tramas de poder y modos de consumo extractivista de uso y descarte que instala la industria hidrocarburífera, no solo en su núcleo central sino sobre todo en los márgenes, hace más de un año falta Luciana.
“¿Quién les enseña a ser sujetas de derechos?” La pregunta se la hace Paola Gómez, médica del sistema público de Neuquén, referente del dispositivo de día Casa de Mujeres “Las Resilientes” destinado a embarazadas o puérperas con consumos problemáticos de sustancias. Desde su experiencia analiza: “si una mujer se considera sujeta, y quiere comercializar su cuerpo, es una discusión, y ahí podemos dar ciertos debates, ahora cuando no hay opción y cuando es la única manera para obtener plata, casa, drogas…No hay una sujeta ahí”. Paola no habla puntualmente del caso de Luciana sino que hace referencia a las condiciones de vida estructurales de una población vulnerable, marginada, que muchas veces repite patrones porque no conoce otros modos de vincularse y de transitar las existencias.
Lila, Nancy, la abuela de Luciana y una integrante de “la Asamblea por Luciana”, formada desde su desaparición por amigas y familiares, viajaron a Buenos Aires a fines de agosto para visibilizar la búsqueda. Fueron a la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, marcharon junto a los jubilados y jubiladas, hicieron ruido. “Volvimos y no tuvimos ningún llamado de la Justicia, ninguna novedad”, dice desilusionada Lila. Marchan cada mes que se cumple sin Luciana, en la escuela organizaron un taller sobre trata el 8 de agosto, pegan carteles. Se preguntan cómo cambiaría el reclamo en la sociedad, y si la respuesta por parte del Estado sería distinta si la desaparecida hubiese sido de otro estrato social.
En los 90, la filósofa Judith Butler postulaba la noción que existen “cuerpos que importan” y otros que son excluidos, por lo general aquellos que se alejan de la norma por su disidencia sexual o por su estado social. Cuerpos, vidas, que quedan a la deriva, que “se dejan morir” desde la perspectiva biopolítica, es decir que no hay políticas públicas que los incluyan, que les habiliten posibilidades, que los contengan.
Lila se resiste a la idea de no saber, de dejar morir, de dejar hacer. “El silencio se vuelve impunidad”, denuncia. Nancy también: “No podemos naturalizar que una estudiante esté desaparecida, la escuela tiene que tener un rol protagónico en visibilizar la situación cuando vemos que los medios estigmatizan, que no aparece en búsquedas permanentes o quedó como una noticia atrasada”. Yanet resume el dolor que comparten: “cuando una persona está desaparecida no se puede hacer un duelo, estás continuamente con ese dolor ahí. Estás esperando volver a verla, sus amigas todavía esperan que vuelva por ese pasillo”.
Si sos víctima o conocés una situación de trata de personas podes hacer la denuncia en el número gratuito 145. Si tenes algún dato de Luciana Muñoz comunicate con la Policía de Neuquén al 299 4422821 / 266 154017882.
MF / MA

En compañía de un soldado y un cabo españoles, tres hermanas andan huyendo del incendio de La Ranchería, histórico primer teatro porteño, en la hilarante obra “Civilización”.
Sin el menor rodeo, el soldado español Piedrabuena nos pone en eje teatral: “A partir de ahora, estamos en 1792”. Y hay que creer o reventar, como dice el dicho popular que, se da por bueno, proviene de la época en que ocurrían milagros a cargo de santas y santos. A su modo, el teatro es un milagro que sigue sucediendo en la ciudad de Buenos Aires (y en menor escala, en todo el país). Digan ustedes si no: que un lunes a las 20, en la calle Guevara al 300, en un sitio que se nombra Galpón, haya suficiente público para ver una obra –que ya se dio en otras salas– previo pago de $22.000, cerca de fin de mes y con el cuarto kilo de buen café tostado a $20.000 en el supermercado, ¿es o no un hecho prodigioso?
Obviamente, se trata de una platea más que dispuesta a creerse todo lo que ocurre en escena, e incluso muy propicia a celebrar con risas cómplices cuando el susodicho soldado anuncie más adelante: “Ahora va a cantar un grillo”. Porque el juego del teatro ya está en marcha y le seguimos el tren (metafórico, ya que la primera locomotora a vapor es de 1804) al recluta un tanto desaliñado, que la va de detective improvisado tras las pistas de un incendio mientras maldice su destino “en este culo del mundo, en Buenos Aires, donde no hay ni justicia ni cultura ni civilización”.
El hombre quiere entonar un quejío (él dice “quejica”) expresión del cante flamenco, ayes de dolor o nostalgia, anticipándose a esa muestra de la cultura gitana, que quedó asentada en el siglo XIX. Pero que viene de perillas para el lamento de Piedrabuena, que se hace a un lado para darle cabida a dos damas amaneradas en su hablar, pero con sus primorosos trajes (mérito de Julieta Harca) muy deteriorados, farolito en mano una de ellas. Dos chetas presumidas de fines del XVIII que fueron a ver teatro en La Ranchería y salieron trasquiladas porque la precaria sala se incendió. Y ambas deducen que una medio hermana (“por la debilidad de padre que preñó a la servidumbre”) que las acompañaba, ha muerto achicharrada. Mas no: cuando Mariquena y Juana María se alejan un poco, irrumpe una morocha aguerrida que se pregunta: “¿Seré un fantasma?”, y declara su voluntad de hacer justicia. Se borra la hermana malquerida y reaparecen las dos damas que antes hicieron gala de cultura literaria y de urbanidad: ahora, a Mariquena le “pica el bagre” mientras que a Juana María le preocupa el indio, “tribu diversa de avanzada variopinta”, que puede raptarlas. “Demonio lúbrico”, según JM. Para la previsora Mariquena, conviene entregarse… Ahí es cuando hace su entrada el cabo Piedramala, representante del virrey, otro uniformado descontento del lugar (“carísimo todo, humedad, condenado a buscar la oferta”), para hilaridad del público, por el anacronismo y por la vigencia actual del reclamo.
Y ya tenemos completo el quinteto de personajes en esta comedia de situaciones premeditadamente absurda, que da pie a esmerados chiches de actuación de actrices y actores, con Pablo Fusco y María Inés Sancerni a la cabeza, compitiendo en chispa cómica, bien respaldados por Andrea Nussembaum, Mariano Sayavedra y Julieta Brito (con un rol menos desarrollado). Mariquena y Juana María alardeando superioridad en todos los niveles, con algún intertexto de Sor Juana; Remedios dando su discurso de orgullo y asumiendo la defensa del teatro como arte. Y ¿por qué no? hay por parte del autor, Mariano Saba, una mirada de simpatía hacia esos simples soldados españoles que extrañan su tierra, que no saben bien qué están haciendo en estas playas barrosas, llenas de pastizales.
De paso, Civilización brinda un tributo a aquel primer teatro porteño, la Casa de Comedias La Ranchería, donde también se daban obras líricas, que se incendió efectivamente en 1792. Según se dedujo por causa de un cohete disparado desde el atrio de la iglesia de San Juan Bautista, aunque considerando que la iluminación era con velas de sebo, quizás no haya sido necesario el cohete de marras. Según el historiador José Torre Revello (El teatro de la colonia, 1933), fue el virrey Vértiz, natural de México y tirando a progre, quien habilitó primeramente el Corral de La Ranchería para bailes de máscaras. Destino pecaminoso que encrespó al clero del momento, y hubo que cerrar.
Tiempo después, con su espíritu abierto, en 1783 Vértiz remite un oficio al Cabildo para que decida “sobre la conveniencia o no del establecimiento de una Casa de Comedias, cuyos beneficios de aplicarían al sostenimiento de la Casa de Niños Expósitos (como se puede apreciar, con más sensibilidad social que políticos aborígenes actuales indiferentes a la crisis del Hospital de Niños Garrahan). El proyecto fue aceptado ”teniendo en cuenta que en todos los reynos (sic) se representan tragedias, zarzuelas, dramas, óperas y comedias“. Un género este último que se sigue cultivando en Civilización, bajo la diestra dirección de Lorena Vega, con el siempre valioso aporte de Jazmín Titiunik en las coreos.
Así fue que don Vértiz hizo reabrir el galpón La Ranchería y quiso fomentar la producción de obras locales iniciada por Manuel de Lavardén con Siripo, presentada en 1789. El sitio era modesto, pero con escenario, una garita para el apuntador, bambalinas y telones, varios bancos como platea y palique para los carros atrás del patio, con palco de honor; y una cazuela para los hombres y otra para las mujeres. En la parte del proscenio podía leerse en letras doradas: “Es la comedia el espejo de la vida”.
Allí fueron las tres hermanas la noche del 16 de agosto con sus preciosos vestidos que quedaron chamuscados. Y cada una aprendió alguna lección relativa a la necesidad ancestral de los seres humanos de la representación teatral, arte protegida en la mitología griega por Melpómene y Talía, que no hay pretendida batalla cultural que pueda cancelarla, abolirla, desactivarla, revocarla, etcétera.
“Civilización”, los lunes a las 20 en Galpón de Guevara. Hasta el 17 de noviembre.