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El estadounidense Robert Prevost será el papa León XIV

El estadounidense Robert Prevost será el papa León XIV

El cónclave elige al agustino estadounidense con nacionalidad de Perú, Robert Prevost, un Papa 'anti-Donald Trump' con la mirada puesta en Latinoamérica y considerado continuista con la línea de Francisco.

El estadounidense y peruano Robert Prevost será el papa León XIV. El número 267 de la historia después de ser elegido en la cuarta ronda de votaciones del cónclave de cardenales. “Gracias al papa Franisco”, dijo en su discurso inaugural. Y luego se permitió unas palabras en español en medio de su alocuión en italiano: “Un saludo a todos aquellos y en modo particular a mi querida diócesis de Chiclaio donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo y dado tanto tanto para seguir siendo iglesia”.

El cardenal protodiácono de la Logia Central de San Pedro el francés Dominique Mambert dijo este jueves tras la fumata blanca de las 18.00 y desde el balcón central de San Pedro: “Habemus Papam” y anunció que el cardenal estadounidense Robert Prevost con raíces peruanas sería el nuevo sumo pontífice.

El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, había expresado este jueves su deseo de que hoy hubiera ya un nuevo pontífice. “Espero que a mi regreso a Roma esta tarde encuentre ya la fumata blanca, para que sea elegido el Papa que necesita hoy la Iglesia y el mundo”, aseguró Re desde Pompeya, en el sur de Italia. Sus ruegos parecen haber sido escuchados.

“¡Mucha emoción, mucha felicidad!” Grita ante la grabadora una joven brasileña, envuelta en una bandera. “Un Papa brasileño, ¿por qué no?” Dice antes de salir corriendo como puede entre la multitud. Una familia con la bandera filipina la hace hondear a un costado de la columnata de la plaza. Con dos candidatos entre los papables, no pierden la esperanza de ver un Papa de su país.

Un poco más allá, Carolina, colombiana, solo pide “un Papa bueno”. Lo dice con los ojos llenos de lágrimas, mientras intenta evitar que un aluvión de personas la empuje hacia afuera de la fila de quienes intentan atravesar las vallas de la plaza. Un espacio donde muchos parecen curiosos, turistas emocionados por el acontecimiento. Otros se abrazan y aprietan con los dedos crucifijos y otros objetos religiosos al tiempo que se escuchan los acordes de la banda musical que atraviesa San Pedro y ven marchar la Guardia Suiza.

Cónclave corto

La elección del pontífice de la Iglesia católica número 267, que comenzó el este miércoles 7 de mayo, culminó en una segunda jornada en la que había previstas cuatro rondas de sufragios. El humo blanco apareció en la chimenea tras la votación número cuatro, como Benedicto XVI, que entró en la Capilla Sixtina como gran favorito, y fue elegido en la cuarta votación. Francisco lo consiguió a la quinta.

Muchos esperaban que este fuera un cónclave corto, dado que los cardenales se dieron tiempo antes del comienzo para conocerse, y se realizaron hasta 12 reuniones previas del Colegio Cardenalicio, aunque era muy difícil que el acuerdo llegara a la primera. Algunos candidatos, en particular el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, habían llegado al cónclave con un buen número de votos.

La particularidad de esta elección es que los cardenales pueden votar a cualquiera de los 133 presentes, incluso a sí mismos. Cada uno de ellos recibe una cartulina roja que sirve como apoyo y una blanca en la que escribe con letra legible el apellido de quien considera que debe ser el próximo Papa. Todos se colocan en una urna y se cuentan luego uno a uno. El escrutinio se apunta en unas planillas en las que figuran los nombres de todos.

La fumata blanca asomó por la chimenea instalada en el techo de la Capilla Sixtina por la combustión de las papeletas y un químico especial. Unos minutos después llega la confirmación sonora: tañen las campanas de San Pedro, y tras ellas las del resto de iglesias de la ciudad de Roma. Más tarde, una hora y media desde la fumata blanca, se anuncia quién es el nuevo Papa.

El cardenal debe aceptar el encargo de sus compañeros. Se le pregunta ¿Aceptas la elección? “Acceptasne electionem”. En caso afirmativo, dice qué nombre utilizará como Papa. Entonces pasa a la llamada Sala de las Lágrimas, la sacristía de la Capilla Sixtina. Allí se le viste con las ropas papales, que se prepara en tres tallas para encajar con la complexión del nuevo pontífice.

El primer discurso completo del papa León XIV desde el balcón de San Pedro: “Juntos tenemos que ser una iglesia que construya puentes”

El anuncio y el discurso completo del Papa León XIV desde el balcón de San Pedro

El primer discurso del papa León XVI desde el balcón principal de la plaza de San Pedro del Vaticano

El estadounidense Robert Prevost será el papa León XIV

Perfil - Robert Prevost, un puente entre dos mundos

El papa León XIV pidió hoy ayuda a la gente para “construir puentes de paz” con el objetivo también de buscar la justicia e invitó a hacerlo sin miedo, y dirigió un “saludo de paz” en sus primeras palabras desde el balcón de la Plaza de San Pedro.

Tras su elección como nuevo pontífice, anunciada mediante la fumata blanca, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost compareció poco más de una hora después ante miles de fieles concentrados en San Pedro.

Allí dijo que Dios ama a la humanidad “incondicionalmente” y animó a caminar “unidos, de la mano”, con la premisa de que “el mal no prevalecerá”. Emocionado al salir al balcón de San Pedro, León XIV añadió que la paz ha de ser “humilde y perseverante”.

La transcripción completa del primer discurso del Papa León XIV:

La paz esté con todos vosotros. Queridísimos hermanos y hermanas. Este es el primer saludo de Cristo resucitado que ha dado la vida. El Buen Pastor que dio la vida por el rebaño de Dios. Yo también querría que este saludo entrase en nuestro corazón y llegase a vuestras familias, a todas las personas, estén donde estén. A todos los pueblos, a toda la Tierra. La paz esté con vosotros.

Esta es la paz de Cristo resucitado. Una paz desarmada y una paz desarmante, humilde y perseverante. Proviene de Dios. Dios, que nos ama a todos de manera incondicional. Aunque ahora, nosotros aquí seguimos conservando en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco que bendijo a Roma.

El Papa que bendijo a Roma daba su bendición al mundo, al mundo entero. Esa mañana del día de Pascua. Permitidme seguir esa bendición. Dios nos quiere. Dios nos ama a todos. Y el mal no prevalecerá. Todos estamos en manos de Dios.

Por lo tanto, sin miedo Mano a mano, unidos hoy de la mano de Dios y entre nosotros, avancemos hacia adelante. Seamos discípulos de Cristo. Cristo te precede. El mundo necesita su luz. La humanidad necesita de él como el puente para ser alcanzada por Dios y por su amor. Ayudadnos también a ser vosotros, los unos con los otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un único pueblo siempre en paz. Gracias al Papa Francisco.

También quiero dar las gracias a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a vosotros como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo. Sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros.

Soy un hijo de San Agustín. Agustiniano. Que dijo “Con vosotros soy cristiano y por vosotros obispo”. En este sentido podemos todos caminar juntos hacia esta patria que nos ha pereparado Dios.

A la Iglesia de Roma, un saludo especial. Debemos comenzar juntos una iglesia misionera. Una iglesia que construya puentes de apertura y de diálogo siempre abierta a recibir. Como esta plaza, con los brazos abiertos a todos. Todos aquellos que necesitan caridad. Nuestra presencia, el diálogo y el amor.

Y se me permiten, también una palabra, un saludo a todos aquellos y en modo particular a mi querida Diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto, para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo.

A todos vosotros, hermanos y hermanas, de Roma, de Italia, de todo el mundo. Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cercanos, sobre todo a aquellos que sufren.

El antecedente de León XIII, un papa preocupado por los cambios de la revolución industrial

El antecedente de León XIII, un papa preocupado por los cambios de la revolución industrial

El último papa de nombre León antes de Robert Prevost tuvo su pontificado en el último tercio del siglo XIX y es recordado por una encíclica de carácter social

Si Jorge Bergoglio se desmarcó de sus precedesores al elegir para su papado el nombre de Francisco, nunca antes usado por un jefe de la Iglesia Católica, el cardenal Robert Prevost optó por uno con más arraigo, el de León, con más de una decena de precedentes. El más inmediato, León XIII, fue un cardenal nacido en Roma cuyo pontificado se desarrolló durante otra época de gran transformación tecnológica, como fue el último cuarto del siglo XIX, conocido principalmente por una encíclica de carácter social que abordaba los desequilibrios producidos por la Revolución Industrial.

Llamado Vincenzo Gioacchino Pecci, nació en Carpineto (Italia) en 1810 y murió en Roma en 1903. Fue elegido papa en 1878 y se le considera un pontífice “de Encíclicas”, porque publicó decenas, aunque destaca la Rerum Novarum, de 1891, vista como la primera gran encíclica social y que analizaba la situación de las clases trabajadoras.

El texto empezaba sin grandes preámbulos, prescribiendo las obligaciones de capital y trabajo, y era muy crítico con las penosas condiciones de vida de los pobres, oprimidos por “un puñado de gente muy rica”. Prescribía que se pagasen salarios justos y el sindicalismo de base católico —no así el obrero—, pero lejos de las posturas socialistas que preconizaba Karl Marx, ocho años más joven que el pontífice.

León XIII impulsó el catolicismo en muchos países de Europa; fundó la Academia de Santo Tomás de Aquino en 1859; tuvo gran habilidad en el manejo de las relaciones internacionales con otros Estados y a su postura conciliadora se atribuye el fin en 1879 de los cismas caldeo y armenio, aunque no contemporizó con los anglicanos.

Robert Prevost, un puente entre dos mundos

Robert Prevost, un puente entre dos mundos

Robert Prevost es el primer papa estadounidense aunque tiene una gran vinculación con Latinoamérica. Se le considera continuista de Francisco.

El estadounidense Robert Prevost será el papa León XIV

Robert Prevost (Chicago, 1955) es el nuevo Papa. El estadounidense, un perfil atípico, sintetiza lo mejor de dos continentes: la eficacia organizativa estadounidense y la sensibilidad pastoral latinoamericana, dos pilares clave para continuar la revolución sinodal de Francisco.

Combina el pragmatismo norteamericano con la calidez y el colorido de la piel latinoamericana, donde se fogueó y se curtió como pastor. Y, además, podría erigirse en muro de contención frente al presidente Donald Trump, cuyos mecanismos políticos conoce a la perfección. 

Desde el momento en el que sonó como papable se desencadenó una campaña contra él por parte de los rigoristas, que, con mentiras y medias verdades, le acusan de encubrimiento de casos de abuso sexual. Algo que se demostró ser absolutamente falso.

El desafío: de burócrata a profeta 

Su principal reto es trasladar su eficacia administrativa al carisma profético que exige el momento. Mientras Francisco combinó gestos radicales (lavatorio de pies a reclusos) con reformas estructurales, Prevost deberá demostrar que puede “desatar los nudos” del clericalismo sin quedar atrapado en la maquinaria vaticana.

En un cónclave donde la sinodalidad es la línea roja, su trayectoria como formador de comunidades participativas en Perú y su actual control del mapa episcopal global lo convierten en un continuador viable del proyecto franciscano. La pregunta es si su perfil bajo podrá encender el mismo fuego reformista que el papa argentino. 

Como escribió Francisco en Evangelii Gaudium: “Prefiero una Iglesia accidentada a una Iglesia enferma de encierro”. Prevost parece tener las herramientas para evitar ese encierro.

Obispo en Perú

Prevost pasó 18 años en Perú (1985-2003), dirigiendo seminarios, formando sacerdotes y trabajando en barrios marginados de Trujillo y, sobre todo, como obispo de Chiclayo. Este bagaje le permite articular el diálogo Norte-Sur, vital para una Iglesia que Francisco quiso desoccidentalizar. Su conocimiento de realidades como la migración masiva o la pobreza estructural lo acerca al “olor de las ovejas” bergogliano.

Como prefecto del Dicasterio para los Obispos desde 2023, Prevost controla el “termómetro” del cambio eclesial: selecciona obispos según criterios de sinodalidad, misericordia y opción por los pobres, alineados con el magisterio de Francisco. Su designación en este cargo clave fue interpretada como un espaldarazo del papa a su perfil reformista.

Su paso por la Curia General agustina (2001-2013), donde dirigió una orden global con presencia en 50 países, le otorga habilidad para navegar entre tradición y reforma. Este equilibrio es crucial para mantener unida a una Iglesia fracturada entre “rigoristas” y “pastorales”.

Como obispo de Chiclayo (2015-2023), priorizó visitas a comunidades rurales y programas contra la desnutrición infantil, reflejando la “Iglesia en salida” franciscana. Su trabajo en la Conferencia Episcopal Peruana (2018-2023) como vicepresidente demostró capacidad para construir consensos en entornos plurales.

Toda la información en www.religiondigital.org

Posiciones "antiTrump" y el reconocimiento a Francisco, el legado de Bergoglio en el nuevo papa

Posiciones

Defensa de los pobres y los migrantes, críticas al muro entre México y Estados Unidos, y una Iglesia para todos, son algunas de las posturas que Robert Prevost comparte con su antecesor. Elogios al argentino en su primer mensaje como León XIV.

Los cardenales que este jueves se inclinaron por el nombre de Robert Francis Prevost como sucesor del papa Francisco, optaron por un candidato alineado con las posturas más transformadoras de Jorge Bergoglio. Como su antecesor, el hasta ahora obispo de Chiclayo (Perú) cree en una Iglesia abierta e inclusiva, en el cuidado del medio ambiente, y la defensa de los más desprotegidos como los pobres y los migrantes.

En sus primeras palabras como papa León XIV dejó en claro la influencia de Bergoglio: “Aún mantenemos en nuestros oídos, aquella tenue, pero siempre valiente voz del papa Francisco bendiciendo en Roma”, dijo.

“Gracias Francisco”, continuó Prevost, de 69 años y elegido en la segunda jornada del cónclave y repitió varias veces uno de los lemas de Bergoglio: “Una Iglesia para todos”. En sus primeras palabras desde el balcón de la Plaza de San Pedro insistió: “Dios nos ama a todos incondicionalmente”.

Es que el primer estadounidense en convertirse en papa era muy cercano a su antecesor argentino quien lo había nombrado como prefecto del Dicasterio para los Obispos desde 2023. Desde allí, Prevost controlaba el “termómetro” del cambio eclesial con una función clave, la selección de obispos. Así, de los 133 cardenales que participaron en la elección, 108 fueron desginados durante el papado de Bergoglio.

Como Bergoglio, Prevost también cruzó críticas hacia Donald Trump por su politica migratoria. En 2016, Francisco había cuestionado la intención del entonces candidato presidencial de construir un muro en la frontera con México. “Las personas que solo piensan en levantar muros y no en tender puentes no son cristianas”.

Desde su cuenta de X, Prevost también cuestionó la politica migratoria de la administración Trump y respondió directamente a su vicepresidente J.D Vance a quien le dijo: “JD Vance se equivoca: Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás”.

Wilfredo Ardito, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP), señaló a la agencia EFE que el nuevo papa “es un nombramiento muy positivo, creo que va a seguir la línea de Francisco en todo lo que la gente apreciaba”. Y recordó que “en Chiclayo había una tradición de obispos del Opus Dei y el papa quería cambiar eso”, por eso el cambio llegó de la mano de Prevost, quien realizó su trabajo pastoral poniendo el acento en temas de derechos humanos y medioambiente junto a su congregación de los agustinos.

Hace un año, en una entrevista al canal italiano 12Porte, Prevost ya había dado muestras de que continuar con el legado de Bergoglio: “Pienso que el papa Francisco está haciendo un servicio, una misión tan importante en la Iglesia. Como católico, como cristiano, entender que aquello que él está buscando no es nuevo, en el fondo es vivir el evangelio, buscar y conocer a Jesucristo para luego anunciar su mensaje”, dijo entonces.