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Un pago por US$9 millones vía la caja oscura de "Fred" Machado escala la inquietante conexión con el gobierno de Macri

Un pago por US$9 millones vía la caja oscura de

La operación de julio de 2016 se suma a giros por US$2,6 millones revelados por este diario. Los movimientos tienen al avión presidencial Tango 01 como referencia, pese a que estaba en desuso. Desarrolladores inmobiliarios, offshore e intermediarios financieros aparecen involucrados en las operaciones. Tres meses antes, Machado había iniciado contactos políticos en la Argentina.

El hilo que condujo a Espert y Machado hasta las tormentas del presente

El registro de una operación por US$9 millones a mediados de 2016 referida a los aviones presidenciales Tango 01 y 04 en el fideicomiso atribuido al argentino Federico “Fred” Machado incrementa la incógnita sobre un aparente vínculo con el gobierno de Mauricio Macri.

Un documento contable incorporado a la causa radicada en Texas por presuntos narcotráfico y/o fraude expone giros de entrada y salida por millones de dólares, y empresas de real estate que aparecen como origen y/o destino de fondos. El nuevo movimiento constatado por elDiarioAR consiste en un ingreso por US$9 millones del 21 de julio de 2016 al fideicomiso Aircrafts Guaranty Corporation (AGC), que, según un tribunal de Texas, habría sido utilizado por Machado y la estadounidense Debra Lynn Mercer-Erwin –quien cumple una pena de 16 años– para cometer delitos. 

El pago asociado a las aeronaves de la flota oficial se suma a otros movimientos por US$2,65 millones revelados por este medio días atrás. El total de los giros alcanza los US$11,6 millones en operaciones referidas al Tango 01 y Tango 04 entre junio y julio de 2016. A esa altura, el histórico avión presidencial estaba alojado en el aeropuerto de El Palomar, en desuso, en tanto que la segunda nave sólo estaba habilitada para distancias cortas.

Las preguntas se acumulan, pero en el entorno de Macri no atinan a dar una explicación o elaborar una hipótesis sobre el motivo de esas menciones en registros del Bank of America constatados por un juzgado federal del distrito Este de Texas. Desconocen por completo de qué se trata.

Fred Machado detenido por la Policía Federal, semanas atrás luego de la revelación de elDiarioAR.

En el giro “incoming” ahora detectado vuelven a surgir datos inquietantes. El estudio Frank, Weinberg & Black PL es mencionado como “origen” del pago, y esa misma firma de abogados radicada en Florida aparece en una transferencia saliente (“outgoing”) por US$590.000, en concepto de “INTEREST PAYMENT”.

Además, la firma KEB Group —probablemente un desarrollador inmobiliario— figura como “beneficiaria” en otro giro “outgoing” con los aviones presidenciales argentinos como referencia. En la misma operación, también del 21 de julio de 2016, Northern Trust, empresa de servicios financieros de Miami, es identificada como asociada.  

¿Por qué ese instrumento radicado en Texas a través del cual se pagaban compras, alquileres y reparaciones de naves —además de los delitos mencionados— habría sido utilizado por el Estado argentino, si los aviones Tango no estaban operables? ¿Por qué asoman firmas de real estate en un fideicomiso supuestamente utilizado para el comercio de aviones? 

En las transferencias antes informadas por este diario referidas a los Tango aparecía Sunrise Investors o Sunrise Company, un desarrollador de barrios de lujo radicado en Palm Desert, en el sur de California. Una fuente con conocimiento de la trayectoria de Machado lo ubica cerca de ese emprendimiento.

Los movimientos mencionados tuvieron lugar poco después de que el empresario argentino ahora detenido viajara a la Argentina y estableciera contactos políticos.

Mauricio Macri desciende de un avión cuando era Presidente. El Gobierno de Cambiemos dispuso que el Tango 01 no estaba en condiciones de volar en febrero de 2016.

En marzo de 2016, Machado viajó al país del que había emigrado dos décadas antes junto a Javier Naselli, ejecutivo del banco suizo UBS y entonces pareja de la actriz Victoria Xipolitakis. La dupla se entrevistó con los entonces gobernadores Juan Manuel Urtubey, Alberto Weretilneck y Juan Manzur, días después de la visita de Barack Obama al país, cuando algunos inversores —incluido Machado— veían un nuevo despertar económico por la asunción de Macri. 

Los encuentros con los gobernadores de Salta, Río Negro y Tucumán procuraban ofrecer instrumentos financieros, pero no dieron frutos. Pocos años más tarde, Machado se convertiría en un generoso aportante a las finanzas de José Luis Espert, al tiempo que crecían las sospechas sobre su actividad en Florida y Guatemala entre los fiscales de Texas.  

Ante la consulta de este medio, responsables de la Secretaría General de la Presidencia de la gestión de Macri —área que estuvo a cargo de Fernando de Andreis, actual candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza por la Ciudad de Buenos Aires y principal armador político del expresidente— desconocieron las operaciones. Las fuentes señalaron que no había ningún registro de pagos o contrataciones a las empresas que aparecen en el documento del expediente de Texas. 

Además, estimaron que la inscripción de los Tango 01 y 04 en las operaciones del fideicomiso AGC no tienen relación con el Estado argentino.

Fernando de Andreis con Macri, en la Casa Rosada, durante el gobierno de Cambiemos. Ahora es candidato a diputado por La Libertad Avanza.

La ruta de los US$9 millones

La transacción por US$9 milllones fue el 21 de julio de 2016. En los registros del Bank of America sobre esa operación, los aviones presidenciales son mencionados por sus números de serie. En la fila se lee textual “SAW FILE 13204 11 (P) AIRCRAFTS 757-23A SERIAL NO 25487 AND 737-5H6 SERIAL NO 26456”, lo que refiere a lo siguiente, según pudo constatar este medio con fuentes especializadas en la materia:

  • Un avión 757-23A con el número de serie 25487, que corresponde al Tango 01
  • Un avión 737-5H6 número de serie 26456, que corresponde al Tango 04, actualmente denominado ARG02.

Dicha operación “incoming” para el fideicomiso de Machado tiene como origen una cuenta referida a Frank, Weinberg & Black PL. Este estudio de abogados se especializa –según su web– en “litigio comercial, corporativo, empresarial, derecho tributario, bienes raíces y finanzas, intereses de desarrolladores/derechos de propietarios, planificación patrimonial, sucesiones, así como derecho administrativo y de asociaciones de condominios”. elDiarioAR contactó a dicha firma, pero al cierre de esta nota no obtuvo respuesta. 

El Tango 01 con su número de serie 25487, en los registros de aviación, el mismo MSN que aparece en los registros investigados en Texas.

El movimiento de los US$9 millones se hizo a través de la cuenta de crédito Wright Brothers Aircrafts, de Mercer-Erwin y Machado, la misma por la que Espert recibió US$200.000 el 22 de enero de 2020, como reveló este medio. Tras esa publicación, el economista de ultraderecha se dio de baja como primer candidato a diputado por Buenos Aires por La Libertad Avanza y pidió licencia en el Congreso. Ahora enfrenta una causa penal por presunto lavado de dinero en los tribunales federales de San Isidro.

El bufete Frank, Weinberg & Black PL es mencionado en otro movimiento que inscribe los números de serie de los Tango 01 y 04, pero como giro de salida (“outgoing”) por US$590.000 en concepto de intereses. 

Otra firma misteriosa

En tanto, KEB Group figura en otra operación “outgoing” por US$100.000. Este diario contactó a una firma con ese nombre, pero tampoco respondió a la consulta de elDiarioAR

Las vinculaciones de KEB Group, Northern Trust y el estudio de abogados Frank, Weinberg & Black PL con los aviones presidenciales se suman a las ya reveladas por este medio la semana pasada: las empresas America Core Aviation y Sunrise Investors ingresaron distintos montos relacionados a las naves oficiales por un total de US$2.650.000, los días 6, 14 y 23 de junio de 2016. 

America Core Aviation está radicada en Delaware con beneficiaria final en una mujer rusa y Sunrise Investors es una desarrolladora inmobiliaria de California. Poco antes o después de esas fechas de junio, con referencia a esas firmas, se giraron fondos a South Aviation, la empresa emblema del empresario detenido en Viedma a la espera de su probable extradición.

También Keb Group y Northern Trust figuran en giros posteriores a South Aviation en concepto de comisiones.

En suma, las operaciones halladas por este medio con respecto a los aviones Tango 01 y 04 son por US$11,6 millones en giros “incoming”, y otros US$690.000 “outgoing”. El balance neto para el fideicomiso de Machado fue de US$10,9 millones.

El documento del Bank of America da cuenta de miles de pagos desde y hacia AGC, en su mayoría, relacionados a aviones. El caso Espert demuestra que también era un vehículo para giros de otro tipo.

Según los fiscales de Texas, esa caja oscura habría servido para cometer un fraude o lavado por US$350 millones.

SL/MC/MG

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Santiago Caputo, entre tener firma o quedarse afuera: el dilema del hombre más influyente del Gobierno

Santiago Caputo, entre tener firma o quedarse afuera: el dilema del hombre más influyente del Gobierno

El peso del asesor volvió a crecer tras el acuerdo con Trump y la “diplomacia paralela” que activó en Washington. Pero su avance, sin un cargo formal que lo responsabilice de sus decisiones, desató nuevas tensiones con Karina Milei, choques con Guillermo Francos y recelos en la Cancillería.

La interna libertaria se muda a Cancillería: críticas a Werthein y nuevas tensiones entre Santiago Caputo y Karina Milei

La semana en que Javier Milei consiguió —no sin traspiés— la foto con Donald Trump también fue la semana en que Santiago Caputo recuperó poder. El artífice de la “diplomacia paralela” libertaria, que viajó a los Estados Unidos un día antes que la comitiva oficial y regresó un día después, se movió entre think tanks conservadores, lobistas vinculados al trumpismo y asesores republicanos que lo reconocen como el verdadero arquitecto del vínculo con Washington. Fue su triunfo personal. Pero en Buenos Aires, ese mismo éxito volvió a abrir la grieta que atraviesa al Gobierno: la disputa por el control político de la gestión.

En la Casa Rosada se impuso la lectura de que Caputo “se sobreactuó”. Lo dicen en voz baja funcionarios de distintos rangos. “Hay límites que no se pueden seguir cruzando: si maneja relaciones exteriores, redes, comunicación y la estrategia electoral, termina decidiendo más que el propio Presidente”, deslizó una persona que trajina los despachos de Balcarce 50, como si lo que describiese fuese una novedad. Es que, al menos desde la salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete, en mayo de 2024, el asesor todoterreno se movió como una Pac-Man. Pero ahora algo parece haber cambiado: algunos ya no ocultan el malestar con el “modelo Caputo”, ese formato de poder informal, sin cargo y sin firma, que domina sin dar la cara.

Santiago Caputo durante la cena de gala de la CPAC Argentina, en diciembre de 2024.

El canciller Gerardo Werthein fue el primero en chocarlo. Durante el viaje a Washington, las tensiones por el manejo de la agenda presidencial se volvieron inocultables. Luego del almuerzo con Trump, donde nada marchó de acuerdo al plan, comenzaron los reproches. Desde el entorno del asesor aseguran que fue él quien habilitó el diálogo con el trumpismo, a través del estratega Barry Bennett, que hoy oficia de nexo informal del Gobierno con la administración republicana.

De hecho, Bennett fue quien, durante su visita a la Argentina, dejó una frase que podría leerse como una exigencia: “Él debería tener un cargo”. La pronunció en un departamento de Puerto Madero, el jueves previo al viaje de Milei a Washington, en medio de una reunión organizada por el propio Caputo con los diputados Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal), Cristian Ritondo (PRO) y Rodrigo de Loredo (UCR). “Nosotros apostamos a este Gobierno, pero está muy solo”, dijo ese día, según recontruyó María Cafferata en este diario. La escena, tan informal como simbólica, dejó una lectura política inmediata: Estados Unidos ya no le pedía garantías de gobernabilidad a Milei, sino directamente a sus aliados.

Santiago Caputo y Barry Bennett, asesor de Trump.

Según los testigos, Bennett planteó la necesidad de un “coalition building” —una construcción de coalición política—, en línea con lo que días antes había transmitido el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, al ministro de Economía, Luis Caputo, tras el anuncio del salvataje financiero norteamericano. Algunos hasta interpretaron que el trumpista pedía un gobierno de coalición con el PRO y la UCR, pero en el oficialismo se apuraron a desmentirlo. “No es eso, es cuestión de estrategia y gobernabilidad”, explicaron cerca de La Libertad Avanza.

Interna espesa

El clima puertas adentro de la Casa Rosada es cada vez más espeso. Karina Milei está convencida de que Caputo estuvo detrás —por acción o por omisión— de la filtración de los audios de Diego Spagnuolo, el extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), que la apuntan como “coimera” y que involucran directamente al clan Menem. Según distintas fuentes, hace dos meses que la secretaria general de la Presidencia mantiene con el asesor un trato relativamente distante, aunque el Presidente lo sigue considerando un imprescindible de su “triángulo de hierro”. “Junto con Karina, Santiago es la única persona a la que Milei escucha incluso cuando no quiere hacerlo”, graficó un funcionario que lo trata a diario.

Lo cierto es que en el ámbito karinista no cayó bien que Caputo organizara la reunión con Bennet sin avisar. En el entorno de Martín Menem lo acusaron, por lo bajo, de “operar por cuenta propia” y de buscar protagonismo en medio de la campaña. La apuesta del asesor es clara: convertirse en el garante del nuevo consenso político que Milei necesita para sostener el programa económico después del 26 de octubre. “El objetivo fue mostrar que todavía hay margen para el diálogo razonable”, explicó uno de los emisarios de confianza del estratega.

Karina Milei, Guillermo Francos y Santiago Caputo juntos.

Sin embargo, pese a las desconfianzas, Karina le otorgó a Caputo una suerte de “última vida” a mediados de septiembre, cuando lo formalizó como estratega principal de la campaña nacional durante una reunión en Olivos. En ese encuentro, Pilar Ramírez, su principal aliada en la Ciudad, fue ungida como coordinadora política nacional, con la tarea de articular los armados provinciales y ordenar el vínculo con los jefes de campaña distritales. En la residencia presidencial se leyó el gesto como un intento de equilibrio: Caputo volvía a ocupar cierta centralidad, pero dentro de un dispositivo bajo control de la secretaria general de la Presidencia.

En paralelo, Las Fuerzas del Cielo, la agrupación que responde a Caputo y está referenciada en el Gordo Dan, volvió a ganar peso en el área de comunicación. Su tropa retomó un rol clave en la batalla discursiva en redes y tuvo presencia en los principales eventos que encabezó Milei, desde el acto en la ciudad de Córdoba hasta el show del Movistar Arena. La apuesta fue insistir en la combinación de músculo digital y despliegue territorial, un equilibrio que en el oficialismo reconocen que se había roto durante la campaña bonaerense previa al 7 de septiembre.

Santiago Caputo y su tropa en el Movistar Arena. Arriba, de izquierda a derecha: Agustín Romo, Gordo Dan y Lucas

¿Take over macrista?

Quien observa con creciente inquietud el avance de la figura de Santiago Caputo es Guillermo Francos. El ministro coordinador empoderó a Lisandro Catalán como ministro del Interior para poner orden y articular con los gobernadores, pero empieza a ver en el consultor un obstáculo formal. “El jefe de Gabinete soy yo, y Caputo no tiene firma ejecutiva”, apuntó Francos en una entrevista televisiva. En los despachos libertarios ya se habla de una convivencia tensa: ambos comparten el oído presidencial, pero compiten por definir el rumbo.

A todo esto se suma un nuevo actor: Mauricio Macri. En el oficialismo ya se da por hecho que el expresidente buscará incidir en la reconfiguración del gabinete si el mileísmo consolida el resultado electoral, aunque tampoco faltan los que especulan que una derrota podría abrirle mejor el camino. Macri tiene línea directa con Francos, y hace tiempo observa con recelo la influencia de Caputo. En el Gobierno no lo niegan: la alianza con el PRO, indispensable para sostener la gobernabilidad, podría derivar en una nueva ingeniería interna donde el asesor pierda terreno frente a los viejos cuadros del macrismo.

Mauricio Macri y Guillermo Francos se encontraron en un acto organizado por la Embajada de Arabia Saudita en el Hotel Four Season.

Macri ya dio a entender que su predisposición a colaborar no será gratuita. En su cuenta de X, tras su último encuentro con Milei, escribió: “Es bueno haber retomado el diálogo después de más de un año, siempre con la misma vocación: decirle la verdad al Presidente sobre lo que pienso de la situación del país y encontrar oportunidades para trabajar para que la Argentina salga adelante”. En el Gobierno interpretaron ese mensaje como una advertencia: el expresidente busca condicionar y colocar figuras propios a partir de diciembre, una vez que los ministros Patricia Bullrich y Luis Petri desembarquen en el Congreso.

¿Tendrá firma finalmente Caputo, como reclamó Bennett? ¿Aceptará la exposición pública que evitó a lo largo de estos casi dos años? ¿O se quedará sin lugar cuando termine la tregua con Karina? En los pasillos del poder, esos interrogantes tienden a transformarse en dilema: crece el rumor de que el asesor deberá hacerse responsable de sus decisiones o quedará afuera del círculo presidencial.

Sin la indulgencia de la hermanísima, su poder sigue siendo el mismo de siempre: enorme y frágil a la vez. Opera sin cargo, sostenido por la lealtad de Milei y a pesar del creciente recelo de los funcionarios que no controla. En el tablero libertario, la única constante es su sombra: la de un estratega que todavía no sabe si lo espera la consagración o el exilio político.

PL/MG

El Gobierno y el peronismo se preparan para llegar primero con su propio relato del resultado electoral

El Gobierno y el peronismo se preparan para llegar primero con su propio relato del resultado electoral

El oficialismo necesita mostrarle a Trump que fue la fuerza nacional más votada y que aumentó su número de bancas en el Congreso. La calculadora de Cristina Fernández de Kirchner. Una app para unificar a todos los sellos peronistas provinciales.

“Después del 26 de octubre, ¿dónde va a estar el eje de poder? ¿En el Congreso o en la Casa Rosada? Más allá de los números, más allá de las bancas, lo que hay que esperar es la percepción de poder”, analiza, precavido, un referente del peronismo. La oposición acaba de fracasar en juntar el número del quórum para interpelar a Karina Milei, y está conversando, en un pasillo del Congreso, con una dirigenta de Provincias Unidas. Ninguno sabe si, después de las elecciones, estarán parados en el mismo bando, pero coinciden en algo: será la interpretación del resultado electoral, más que el mismo resultado, lo que definirá el poder del Gobierno a partir de diciembre.

A varios kilómetros de distancia, en Casa Rosada, un funcionario de La Libertad Avanza coincide. Es cuestión de expectativas. Javier Milei necesita poder mostrarle a su amigo Donald Trump que ganó las elecciones para destrabar los 20 mil millones de dólares del swap. No importan los detalles, lo único que importa es poder mostrar, en los diarios del lunes, que LLA fue la fuerza nacional más votada y que amplió sus fuerzas en el Congreso.

Otros dirigentes de LLA agregan una tercera variable: hacer una elección digna en la Provincia de Buenos Aires. Es decir, achicar la diferencia de 14 puntos de las elecciones bonaerenses y, pese al drama de haber tenido que bajar a la cabeza de lista por sus vínculos con un empresario investigado por lavado de dinero del narco, mostrarse como una opción competitiva en la provincia más populosa del país. 

Javier Milei y Donald Trump en el Salón Oval.

La mayoría de las encuestas, por estas horas, confirman las expectativas oficialistas: LLA será primera fuerza a nivel nacional. Es el único sello electoral, después de todo, que compite en las 24 jurisdicciones del país. Fuerza Patria, en cambio, estará presente solo en 15 distritos, por lo que es razonable intuir que, aún haciendo una mala elección, el Gobierno podrá mostrarle a Trump que fue la fuerza más votada. 

El primer desafío del Gobierno será imponer la lectura política del domingo de elecciones. Un triunfo con hasta el 35% de los votos será considerado aceptable e, incluso, festejado, en los búnkers libertarios. Se pasará a enumerar la cantidad de bancas que LLA tendrá en la Cámara de Diputados y la corta distancia que los separa, con ayuda del PRO, del tercio vetador. Un resultado más cercano al 30%, en cambio, será percibido como un fracaso, una confirmación de que lo único que le queda a Milei es el voto duro que lo llevó al ballotage en 2023.

El día después, en cambio, será diferente. El 27 de octubre, luego de haber salido a instalar la versión del triunfo en los medios nacionales e internacionales, el Gobierno pasará a mirar lo que realmente le interesa. Es decir: el número de bancas que pasará a tener el peronismo a partir del recambio legislativo de diciembre.

La calculadora del peronismo

Sin saberlo, Cristina Fernández de Kirchner coincide con la clave de lectura del gobierno libertario. Lo importante de la elección del 26 de octubre, insiste puertas adentro, es el número de porotos opositores que habrá en el Congreso para oponerse a Milei. “En la elección se eligen legisladores oficialistas, para oficialistas y opositores. Provincias Unidas va a volver a acordar con el Gobierno. Lo que hay que contar el domingo es cuántos diputados opositores va a haber, a partir de diciembre, para frenar a Milei”, reflexiona un dirigente de La Cámpora cercano a CFK.

Cristina Fernández de Kirchner festeja el 17 de octubre desde el balcón de la casa donde cumple arresto domiciliario.

Estas palabras podrían haber salido, a su vez, de la boca de un funcionario libertario, que también observa en el caudal de votos peronistas el principal indicio del poder relativo que podrá tener el Gobierno en el Congreso para los próximos dos años. Cuentan, como CFK, que los diputados de Provincias Unidas pasarán a convertirse en aliados para las reformas futuras –como la laboral y la previsional– y que un triunfo de los oficialismos provinciales no representará, a mediano plazo, una amenaza directa.

No todos en el peronismo coinciden, sin embargo. El kicillofismo es más optimista y sostiene, como otros dirigentes peronistas con aspiraciones a ganar en sus territorios –Santa Fe, La Pampa o Chubut–, que el criterio de interpretación del resultado electoral tiene que ser otro. Tiene que ser, contrario a lo que sostienen CFK y LLA, el color con el que se tiña el mapa electoral.

“El domingo a la noche va a haber 24 pantallas diferentes, cada una mostrando qué fuerza ganó en cada provincia. Y la gente se va a dar cuenta cuando vea que LLA ganó en muy pocas”, reflexiona un dirigente peronista santafesino. 

Axel Kicillof, en el acto por el 17 de octubre, junto a Jorge Taiana, Juan Grabois y Verónica Magario

Pese a las diferencias interpretativas, sin embargo, el peronismo buscará disputarle a LLA la lectura del domingo a la noche. Se sabe en desigualdad de condiciones, ya que el sello de Fuerza Patria aparecerá en 9 distritos menos que LLA, pero buscarán plantear un escenario nacional que acumule todos los sellos peronistas. “Es ridículo pensar que el Frente para la Victoria de Gildo (Insfrán) o el sello de (Sergio) Ziliotto no suman a Fuerza Patria”, explican en el equipo de campaña de FP.

Es por este motivo que el peronismo está desarrollando una app que permitirá mostrar los resultados del domingo unificando los resultados de Fuerza Patria con el de las otras marcas peronistas provinciales. El objetivo es demostrar la dimensión del voto peronista a nivel nacional. Y competir, a su vez, por la lectura política del resultado electoral.

Al día siguiente, sin embargo, el énfasis volverá a estar puesto en las bancas conseguidas. El kicillofismo está confiado de que hará una buena elección y, si bien advierte que la distancia será menor a los 14 puntos que le sacó a LLA en las elecciones bonaerenses, aspira a poder sacarle una amplia ventaja a Diego Santilli en PBA. Los puntos de ventaja que pueda sacar en PBA serán claves, ya que obligará al Gobierno a tener que hacer muy buenas elecciones en Córdoba, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires para compensar los votos perdidos en la Provincia.

Diego Santilli junto a Javier Milei

No todos en la mesa electoral bonaerense están confiados, sin embargo. Los números que le llegan al massismo, de la mano de Sebastián Galmarini, son poco optimistas. No solo muestran que LLA ganará en CABA, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Neuquén, Salta y Misiones. Sino que, además, muestran que la distancia con FP en PBA será de menos de 5 puntos

Es decir, un triunfo contundente del Gobierno. Aunque, una vez más, depende de la interpretación del día después. “Y el lunes, después de festejar, Milei se derrumba”, vaticina el más escéptico de los integrantes de la mesa de campaña bonaerense.

MCM/MG

Trump quiere redibujar el mundo desde un país en llamas

Trump quiere redibujar el mundo desde un país en llamas

En una semana en la que prosigue el cierre del Gobierno y que ha culminado con movilizaciones por todo el país contra Trump, el presidente de EEUU ha sellado un incipiente alto el fuego en Gaza, para después autorizar operaciones encubiertas en Venezuela y hablar por teléfono y en persona con Putin y Zelenski para el fin de la guerra en Ucrania

La oposición a Trump se moviliza por todo EEUU contra la deriva autoritaria y la agenda ultra al grito de “no a los reyes”

Un acuerdo de paz para Oriente Próximo que no parece que sea un acuerdo ni que sea de paz para una Gaza hecha escombros por Israel. Una escalada creciente contra Nicolás Maduro que pasa por operaciones encubiertas en suelo venezolano con un despliegue militar cada vez mayor cerca del país y personas detenidas en aguas internacionales. Y un nuevo intento de acabar con la invasión rusa de Ucrania abordando la seguridad en Europa sin Europa en la mesa de negociación.

Donald Trump arrancó la semana con un show en Egipto para celebrar un inestable e incipiente alto el fuego sin garantías de cómo consolidarlo y la termina con miles de movilizaciones en todo Estados Unidos contra su autoritarismo, la militarización de las calles y las deportaciones masivas sin garantías judiciales. No Kings (no a los reyes, en español) es el nombre del movimiento que arrancó hace unos meses, en vísperas de su cumpleaños –14 de junio– celebrado con un desfile militar por las calles de Washington. El lema juega con el significante monarca que ejerce el poder por encima de la ley y sin control democrático, pero también con el recuerdo de que EE.UU. ya se independizó de una monarquía, la británica, hace 249 años.

Un hombre vestido como Trump, en la protesta No Kings, el 18 de octubre de 2025 en Washington, DC.

“En junio, millones de estadounidenses comunes y corrientes, de todos los ámbitos, salieron pacíficamente a las calles y declararon al unísono: ¡No a los reyes!”, afirman los organizadores: “El mundo vio el poder del pueblo, y el intento de coronación del presidente Trump se derrumbó ante la fuerza de un movimiento que se alzaba contra sus abusos de poder. Ahora, redobla la apuesta: envía agentes militarizados a nuestras comunidades, silencia a los votantes y reparte beneficios a multimillonarios mientras las familias pasan apuros. Esto no es solo política. Es democracia contra dictadura. Y juntos, elegimos la democracia”.

Y todo esto se produce mientras se suman ya 18 días de un cierre del Gobierno que apunta a prolongarse en el tiempo y que mantiene en el aire las nóminas de los funcionarios, servicios públicos, aeropuertos y programas sociales.

Trump quiere redibujar el mundo a golpe de amenaza, aranceles y coacciones. Juega con la seguridad en Europa haciendo notar que “hay un escenario de por medio”, lo cual le permite abrir la puerta a principios de la semana al envío de Tomahawks y cerrarla al final de la semana después de su conversación de dos horas y media con el presidente ruso, Vladímir Putin.

El presidente de EE.UU. ha pasado en apenas ocho meses de insultar a Zelenski en el Despacho Oval a reconocer este viernes los sacrificios del pueblo ucraniano, pasando por su comentario hace tres semanas en Naciones Unidas sobre la capacidad de Kiev para recuperar el territorio ocupado “e ir más allá”. Eso sí, el presidente ucraniano ha aprendido la lección y se ha presentado con chaqueta y con numerosos halagos a su anfitrión, algo permanente en cada interlocutor que habla públicamente con Trump. Sin embargo, por lo que han dicho los dos a la salida de la reunión, ni Zelenski ha conseguido los misiles que ansía ni el presidente de EE.UU. le ha dado garantías futuras de seguridad, cosa que también preocupa a la UE, ni de la integridad territorial del país. De hecho, Trump ha afirmado: “Deberían parar como están”. Si hacen eso, Putin se quedaría para Rusia con buena parte del Donbás y consolidaría la ocupación de Crimea.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, saluda al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a su llegada a la Casa Blanca, en Washington, DC, el 17 de octubre de 2025.

Así mismo, mientras juega al Risk con Europa, redobla sus amenazas a la Venezuela de Nicolás Maduro con cada vez más soldados cerca del país y autorizando operaciones encubiertas en suelo venezolano. Y todo esto en la misma semana en la que se han conocido otros dos ataques letales contra embarcaciones en el Caribe –de las que no se dice ni de donde salieron, ni a donde iban ni donde fueron hundidas– acusadas, sin pruebas, de cargar droga.

A su vez, Trump no esconde su decepción por la falta de avances en el proceso de paz en Gaza, donde se han intercambiados rehenes y presos, pero la situación sigue siendo crítica por la falta de ayuda humanitaria, la violencia persistente y la poca claridad sobre el futuro de Palestina y su aspiración de convertirse en Estado, apoyada por cada vez más países como pudo evidenciarse hace unas semanas en Naciones Unidas.

“No es un plan de paz”, decía Mehdi Hassan, director ejecutivo y editor jefe de la empresa de nuevos medios Zito, en la marcha No Kings de Washington DC este sábado: “Donald Trump, el hombre que usa la palabra palestino como un término peyorativo, no tiene ningún plan para la libertad palestina ni para la creación de un Estado palestino o para la justicia de los palestinos que han sido masacrados, matados de hambre, sufrido un genocidio y sometidos a una limpieza étnica durante los últimos dos años, incluyendo los últimos nueve meses de su presidencia. No hay paz en Oriente Medio porque, como dijo el Dr. King, la paz no es solo la ausencia de violencia, es la presencia de la justicia”.

Bolivia elige a su nuevo presidente en un duelo de la derecha tras 20 años de hegemonía de izquierda

Bolivia elige a su nuevo presidente en un duelo de la derecha tras 20 años de hegemonía de izquierda

Los candidatos Rodrigo Paz y Jorge Quiroga plantean recetas similares en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, muy marcadas por la recesión económica y con una izquierda prácticamente anulada políticamente

La izquierda pierde las elecciones en Bolivia por primera vez en 20 años y dos candidatos conservadores irán a segunda vuelta

Una Bolivia en crisis, hundida por la recesión económica y polarizada por el fantasma del racismo, acude este domingo a votar para elegir a su nuevo presidente en una inédita segunda vuelta electoral donde dos candidatos de derecha, Rodrigo Paz y Jorge Quiroga, pelean por gobernar el país andino tras casi 20 años de hegemonía de la izquierda.

Casi ocho millones de ciudadanos están habilitados para votar en el balotaje, el primero que se celebra en la historia política de Bolivia, tras una primera vuelta en la que ninguno de los dos candidatos alcanzó el 50% ni suficiente ventaja sobre el otro para evitar la segunda votación. Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), fue la gran sorpresa al alcanzar el primer lugar, con el 32,1%, seguido por Quiroga, de la Alianza Libre, con el 26,7%. Los resultados echaron por tierra las previsiones de las encuestas.

Las mismas encuestadoras ubican como favorito para el balotaje al expresidente Quiroga (2001-2002), el aspirante más radical de los dos, por diferencias que oscilan entre los cuatro y los ocho puntos, pero con un 10% de indecisos que podrían resultar determinantes para definir al ganador.

La izquierda queda fuera de la elección definitiva, impedida por la división del voto entre dos candidaturas y el boicot de Evo Morales, que llamó a sus partidarios al voto nulo en la primera vuelta tras ser inhabilitado constitucionalmente.

Para esta segunda ronda, Morales no ha dado consignas a sus simpatizantes sobre los candidatos, muy alejados de su proyecto político. Sin embargo, no han faltado voces, en especial desde la Alianza Libre, que han denunciado un “pacto secreto” no comprobado entre el líder cocalero y el PDC. A su vez, Morales ha declarado abiertamente que Quiroga es el “candidato de Lucho Arce”, el aún presidente de Bolivia y antes su ministro de Economía, con quien ha librado en los últimos años una lucha intestina que ha acabado por desarticular al proyecto político de izquierda.

Desde el jueves, en Bolivia rige el “silencio electoral”, que impide las campañas y la propaganda electoral en medios de comunicación. Sin embargo, la veda no se respeta en las redes sociales, donde seguidores de ambos frentes revelan el clima de crispación e incertidumbre política que impera en el país.

Con recesión y sin combustibles

Bolivia se apresta a votar en segunda vuelta solo cinco días después de que su Instituto Nacional de Estadística (INE) reportara un crecimiento negativo del -2,4% durante el primer semestre de 2025. La nación andina no registraba una tasa similar de decrecimiento económico desde 1986, según datos del Banco Mundial. Con la excepción del periodo de la pandemia de COVID-19, la economía boliviana solo había tenido números positivos durante los últimos 39 años. El Gobierno de Arce atribuye la recesión técnica a los “bloqueos políticos” y los conflictos sociales en el país.

La nación sudamericana enfrenta una crisis económica palpable en la vida cotidiana de sus habitantes. Calles y avenidas de las principales ciudades del país están colapsadas por vehículos que hacen filas interminables en las gasolineras. Este desabastecimiento, que ha paralizado parcialmente el sector productivo, es un problema prácticamente naturalizado en el país desde hace poco más de un año. La petrolera estatal petrolera YPFB, responsable de la provisión energética, se defiende diciendo que no cuenta con los dólares suficientes para importar los carburantes.

En Bolivia, ser propietario no equivale a ser capitalista, así como tener propiedad privada no significa tener capital

Gonzalo Colque Economista

La escasez de la moneda estadounidense es, precisamente, otra fuente de angustia para los bolivianos, a los que los bancos han impuesto cupos para hacer transacciones en moneda internacional, al tiempo que se ha disparado la cotización paralela. Un brete por el que el Gobierno de Luis Arce responsabiliza a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), que ha bloqueado sistemáticamente sus solicitudes de créditos internacionales.

El sofocante clima económico ha sido el núcleo de la campaña electoral de los dos aspirantes a la presidencia. El aún senador Rodrigo Paz Pereira (Santiago de Compostela, 1967) ha hecho de la promesa “capitalismo para todos” el eslogan de su programa económico, que apunta a promover el emprendimiento privado en los diferentes sectores productivos del país, en especial, los populares. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, el senador muestra una posición más distante con los industriales del oriente del país, asociados a una oligarquía económica que busca conservar sus privilegios económicos.

Por su lado, Jorge 'Tuto' Quiroga (Cochabamba, 1960) ha procurado seducir al electorado ofreciéndole “un país de propietarios”, lo que, en la práctica, implicaría la privatización de gran parte de las empresas estratégicas de Bolivia, a las que achaca el elevado gasto público. Quiroga ya fue presidente incidental entre 2001 y 2002 tras la renuncia por enfermedad de Hugo Banzer, dictador que gobernó con mano de hierro entre 1971 y 1978 y que volvió a dirigir el país —esa segunda vez pasando por las urnas— entre 1997 y 2001, con Quiroga como vicepresidente. Este ofrece hoy gestionar recursos millonarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) para paliar la escasez de dólares y garantizar el suministro de combustible.

Los candidatos Rodrigo Paz (izquierda) y Jorge

La similitud de las propuestas genera dudas entre algunos analistas. El economista Gonzalo Colque de la Fundación Tierra, especializada en desarrollo rural sostenible, observa que, mientras Quiroga defiende a capa y espada la propiedad privada, Paz abandera una suerte de economía popular formalizada. Dos ofertas que, al margen de sus aparentes diferencias, “plantean lo mismo: libertad económica basada en el esfuerzo personal, la meritocracia y la liquidación del Estado clientelista, burocrático y corrupto que asfixia la iniciativa privada”.

“Sin embargo, esta narrativa oculta un problema estructural: la libertad económica no brota ni florece espontáneamente en contextos de precariedad, desigualdad y baja productividad. En Bolivia, ser propietario no equivale a ser capitalista, así como tener propiedad privada no significa tener capital”, dice Colque. 

El fantasma del racismo

Como pocas veces antes en Bolivia, los candidatos a la vicepresidencia de los dos binomios en competencia han cobrado un protagonismo inusitado en la campaña electoral. Por un lado, el expolicía y abogado Edman Lara, acompañante de Paz, ha ocupado constantemente la agenda pública debido a sus intervenciones en redes sociales, principalmente realizadas a través de su cuenta de TikTok. En ella ha vertido declaraciones que han levantado mucha polvareda, desde anunciar que encarcelaban a su candidato a la presidencia hasta afirmar que tendría más poder que el propio Paz en caso de victoria.

Frente a la locuacidad circunstancial de Lara, al candidato a la vicepresidencia de Libre, el empresario Juan Pablo Velasco, lo vienen asediando los fantasmas del pasado. El más persistente ha sido el del racismo. En medio de la campaña emergieron unos tuits de 2010 atribuidos a Velasco, en los que este llama a matar a los “collas”, denominación empleada para identificar a los habitantes del occidente andino del país (La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Chuquisaca). Aunque desmentidas por él y sus allegados, las publicaciones calaron inexorablemente en la población boliviana.

Tampoco ayudó a Libre que, con las sospechas de racismo sobre Velasco aún frescas, uno de sus diputados electos, Juan Carlos Velarde, aludiera despectivamente a los bolivianos que acullican hoja de coca como “mascacoca hediondos”. Una declaración realizada en una transmisión en vivo que el asambleísta no pudo negar y que, a la postre, lo llevó a renunciar al cargo para el que ya había sido elegido en la primera vuelta.

“No hay proyecto de país de ninguna naturaleza en ninguna de las dos propuestas”

Eduardo Paz Sociólogo de la Universidad Mayor de San Andrés

El sociólogo de la Universidad Mayor de San Andrés Eduardo Paz advierte de que esta actitud no es puntual. “No es solamente Velasco, sino que alrededor de Quiroga hay muchos y muy conocidos defensores de viejos privilegios oligárquicos, de castas, de las clases altas. Los tuits de Velasco son una golondrina de una primavera derechista mucho más amplia”, analiza Paz.

Esta “primavera derechista” a la que alude el sociólogo agrada a EEUU. “Ambos candidatos que se presentan a la segunda vuelta quieren relaciones sólidas y mejores con Estados Unidos y otra oportunidad transformadora allí”, saludó esta semana el secretario de Estado, Marco Rubio.

Gane quien gane, la composición del parlamento, sin mayorías claras, obliga a las diversas derechas a buscar acuerdos, también con la alianza Unidad del empresario Samuel Doria Medina.

Paz cree que la alianza de la derecha es factible. “Las posibilidades de gobernabilidad dentro de la Asamblea son favorables en el marco de una gobernanza neoliberal, siendo que la izquierda ha sido arrinconada y cuenta con apenas algunos representantes. Parece posible para las fuerzas de derecha llevar adelante unas reformas de carácter restaurador en un esquema neoliberal”, pronostica.

Sin embargo, esta unión coyuntural no será estable a largo plazo, vaticina el sociólogo. “No hay proyecto de país de ninguna naturaleza en ninguna de las dos propuestas”, alega. “Simplemente, se trata de reponer el diésel, la circulación de dólares; pero no hay un proyecto que enamore a la gente en la construcción de alguna, cualquiera que sea, imagen ideal de lo que se quiere del país”.