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Sorpresa y algarabía entre la multitud que esperaba en la plaza en la segunda jornada de este cónclave, que se resolvió en cuatro votaciones: el nombre se conoce alrededor de una hora y media tras el humo
La Iglesia ya tiene papa, aunque por el momento no sabemos su nombre. El humo blanco asomó de la Capilla Sixtina entre los gritos y aplausos de una plaza de San Pedro abarrotada porco después de las ocho de la tarde.
El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, había expresado este jueves su deseo de que hoy hubiera ya un nuevo pontífice. “Espero que a mi regreso a Roma esta tarde encuentre ya la fumata blanca, para que sea elegido el Papa que necesita hoy la Iglesia y el mundo”, aseguró Re desde Pompeya, en el sur de Italia. Sus ruegos parecen haber sido escuchados.
La elección del pontífice de la Iglesia católica número 267, que comenzó el este miércoles 7 de mayo, culminó en una segunda jornada en la que había previstas cuatro rondas de sufragios. El humo blanco apareció en la chimenea tras la votación número cuatro, como Benedicto XVI, que entró en la Capilla Sixtina como gran favorito, y fue elegido en la cuarta votación. Francisco lo consiguió a la quinta.
Muchos esperaban que este fuera un cónclave corto, dado que los cardenales se dieron tiempo antes del comienzo para conocerse, y se realizaron hasta 12 reuniones previas del Colegio Cardenalicio, aunque era muy difícil que el acuerdo llegara a la primera. Algunos candidatos, en particular el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, habían llegado al cónclave con un buen número de votos.
La particularidad de esta elección es que los cardenales pueden votar a cualquiera de los 133 presentes, incluso a sí mismos. Cada uno de ellos recibe una cartulina roja que sirve como apoyo y una blanca en la que escribe con letra legible el apellido de quien considera que debe ser el próximo Papa. Todos se colocan en una urna y se cuentan luego uno a uno. El escrutinio se apunta en unas planillas en las que figuran los nombres de todos.
La fumata blanca asomó por la chimenea instalada en el techo de la Capilla Sixtina por la combustión de las papeletas y un químico especial. Unos minutos después llega la confirmación sonora: tañen las campanas de San Pedro, y tras ellas las del resto de iglesias de la ciudad de Roma. Más tarde, una hora y media desde la fumata blanca, se anuncia quién es el nuevo Papa.
El cardenal debe aceptar el encargo de sus compañeros. Se le pregunta ¿Aceptas la elección? “Acceptasne electionem”. En caso afirmativo, dice qué nombre utilizará como Papa. Entonces pasa a la llamada Sala de las Lágrimas, la sacristía de la Capilla Sixtina. Allí se le viste con las ropas papales, que se prepara en tres tallas para encajar con la complexión del nuevo pontífice.
Desde la tarde de este 7 de mayo, los 133 cardenales electores -menores de 80 años- se encerraron en esta capilla vaticana para elegir al sucesor de Francisco, con el imponente Juicio Final que pintó Miguel Ángel y los frescos bíblicos de otros maestros como únicos testigos. Pero ese es solo uno de los espacios clave durante el cónclave. Hay otros.
Los cardenales llamados a votar y elegir un nuevo papa se aislan durante sus debates en la Capilla Sixtina, pero este antiguo y fascinante rito tendrá otros escenarios, delimitados en todo momento dentro de los muros vaticanos.
Desde la tarde de este 7 de mayo, los 133 cardenales electores -menores de 80 años- se encerraron en esta capilla vaticana para elegir al sucesor de Francisco, con el imponente Juicio Final que pintó Miguel Ángel y los frescos bíblicos de otros maestros como únicos testigos.
La Sixtina, parte del Palacio Apostólico, se convertirá en un auténtico 'búnker' en el que los purpurados buscarán al futuro pontífice con total secretismo y privacidad... tanto que comunicarán al mundo exterior su decisión con el humo de una chimenea.
La palabra cónclave viene del latín 'cum clave', bajo llave, pero esto no quiere decir que los cardenales hagan noche bajo las bóvedas de la Sixtina.
1) Muros leoninos: La Constitución Apostólica 'Universi Dominici Gregis' (1996) establece que el cónclave sea “dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano”, un estado independiente desde 1929 y amurallado en el centro de Roma que, con sus 0,44 kilómetros cuadrados de extensión, es actualmente el más diminuto del planeta.
Todo este proceso de elección papal deberá limitarse a “lugares y edificios determinados, cerrados a extraños, de modo que se garantice una conveniente acomodación y estancia” de los cardenales pero, sobre todo, se deberá garantizar su total confidencialidad.
2) 'Domus Sanctae Marthae': Los purpurados electores pernoctarán en la Casa Santa Marta, una residencia de cinco plantas inaugurada en 1996 por Juan Pablo II al lado derecho de la basílica de San Pedro. El papa Francisco residió en ella desde su elección en 2013 hasta su muerte el pasado 21 de abril. El edificio cuenta con 105 habitaciones en 'suite' con baño privado y climatizador, además de un comedor común. La asignación de cada estancia es por sorteo.
3) La Sixtina: Esta monumental capilla construida por Sixto IV a finales del siglo XV es el escenario más icónico del cónclave y ya ha sido cerrada al público para preparar los escaños cardenalicios y la estufa en la que se quemarán sus votos. Se trata de la vigésimo sexta ocasión en que acogerá la elección papal desde 1492.
4) Paseo vaticano: Los 133 cardenales convocados a este cónclave pasarán el día en la Capilla Sixtina y la noche en Casa Santa Marta, por lo que serán trasladados de una a otra en minibuses, aunque la distancia entre ambos puntos sea de pocos metros, bordeando la basílica de San Pedro. Los purpurados también podrán ir caminando, para pasear o estirar las piernas, pero bajo vigilancia para que nadie interfiera con ellos durante este breve paseo.
5) El Palacio Apostólico: Situado tras el brazo derecho de la columnata de la plaza de San Pedro, es un enorme edificio construido durante siglos residencia oficial del Obispo de Roma. Alberga el apartamento papal (Francisco lo usó solo para los Ángelus desde la ventana), parte de los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina.
6) Capilla Paolina: De esta capilla ricamente decorada y abierta a mediados del siglo XVI por el papa Pablo III partirá la procesión solemne de los cardenales hasta llegar a la Sixtina para su encierro.
7) 'La Sala de las lágrimas': La Capilla Sixtina cuenta con una pequeña antecámara conocida como la 'Sala de las lágrimas' o 'del llanto' pues es al lugar al que es llevado el cardenal que acaba de ser elegido papa para vestir, por primera vez, el hábito blanco. El peso de la responsabilidad es tal que, según cuentan, el elegido suele conmoverse.
8) Ante el mundo: El cónclave concluye con la 'fumata blanca' y con la presentación al mundo del nuevo papa, que suele mantenerse en secreto hasta que se asoma a la balconada de la fachada de la basílica de San Pedro, tras la proclamación del ¡Habemus papam!.
Gonzalo Sánchez, para la agencia EFE.
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Como cardenal de mayor antigüedad en la orden de los diáconoses, es el protodiácono del Colegio Cardenalicio, lo que significa que será quien salga al balcón de la Basílica de San Pedro para anunciar en latín el nombre del nuevo papa cuando los 133 cardenales electores en el cónclave definan al nuevo líder de la Iglesia católica (alcanzando la mayoría requerida de 2/3, 89 votos necesarios)y el título que este haya elegido para su pontificado.
Dominique Mamberti es el protodiácono del Colegio Cardenalicio, lo que significa que es el cardenal de mayor antigüedad en la orden de los diáconos. Por esta razón, será él quien salga al balcón de la Basílica de San Pedro para anunciar en latín el nombre del nuevo papa cuando los 133 cardenales electores en el cónclave definan al nuevo líder de la Iglesia católica (alcanzando la mayoría requerida de 2/3, 89 votos necesarios)y el título que este haya elegido para su pontificado.
Su designación para este rol se formalizó en julio de 2024, y su participación en este momento es crucial para el ritual vaticano. Además, tuvo un papel destacado en los días de duelo tras el fallecimiento del papa Francisco, presidiendo la novena y última misa en su homenaje.
Dominique François Joseph Mamberti nació en Marruecos, Marrakech, el 7 de marzo de 1952. Durante su niñez se trasladó junto a su familia a Francia, residiendo en la Isla de Córcega, años más tarde pasó a estudiar en el seminario.
Fue ordenado sacerdote el día 20 de septiembre de 1981 por el obispo de la Diócesis de Ajaccio Mons. Jean-Charles Thomas, allí se doctoró en Derecho civil y en Derecho canónico.
En el año 1986, entró en el Servicio Diplomático de la Santa Sede, siendo destinado a trabajar en las Nunciaturas Apostólicas de Argelia, Chile, el Líbano, también en la oficina de la Santa Sede en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la ciudad de Nueva York y en la Sección de relaciones con los estados de la Santa Sede. Durante su trabajo en esos años, ha sido considerado como un experto en América Latina, la ONU, África, Oriente Medio y el Islam.
El 18 de mayo de 2002 fue nombrado por el papa Juan Pablo II como Obispo titular de Sagona, también fue nombrado Delegado apostólico en Somalía y Nuncio Apostólico en Sudán. Recibió la consagración episcopal el 3 de julio de ese año, a manos del cardenal Angelo Sodano. El 17 de enero de 2004 fue nombrado por Juan Pablo II, Nuncio Apostólico en Eritrea, hasta 2006.
El 15 de septiembre de 2006 fue nombrado por el papa Benedicto XVI como Secretario de la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaria de Estado de la Santa Sede y también Secretario de la Comisión Interdicasterial permanente para la Iglesia en Europa del Este, siendo reelegido en ambos cargos el 31 de agosto de 2013 por el papa Francisco.
En septiembre de 2007, Mamberti organizó la primera visita oficial entre un jefe de Estado árabe, el presidente de Sudán Omar el-Bashir, y el Papa Benedicto XVI. La visita tuvo lugar en la residencia veraniega del Papa, Castel Gandolfo. Poco después de este evento histórico, el rey de Arabia Saudita se reunió con el Papa, lo que marcó el inicio de un nuevo período en las relaciones católico-musulmanas.
Cardenalato
El 8 de noviembre de 2014, el Papa Francisco lo designó como Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, la corte final de apelaciones de todo juicio canónico.
El 14 de febrero de 2015 el papa Francisco lo creó cardenal de la Iglesia Católica en el consistorio celebrado ese año.
El 17 de marzo de 2015 fue nombrado miembro del Consejo de cardenales y obispos de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y miembro de la Congregación para las Causas de los Santos.
El 8 de agosto de 2017 fue nombrado miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
El 8 de noviembre de 2019 fue confirmado como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica in aliud quinquennium.
El 26 de mayo de 2020 fue nombrado miembro del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos ad quinquennium.
El 2 de junio de 2020 fue confirmado como miembro de la Congregación para las Causas de los Santos in aliud quinquennium.
El 22 de febrero de 2022 fue confirmado como miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ad aliud quinquennium.
El 21 de febrero de 2023 fue confirmado como miembro de la Sección para la primera Evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, ad aliud quinquennium.
El 1 de julio de 2024 fue nombrado Cardenal Protodiácono de la Iglesia Católica.
A lo largo de su trayectoria, Mamberti mantuvo un perfil reservado, pero fue claro en sus posturas sobre temas sensibles. En 2013, en una entrevista con Radio Vaticano, defendió el derecho de los empresarios cristianos a negarse a brindar servicios contrarios a sus convicciones, como en el caso de celebraciones de parejas homosexuales. También ha expresado su preocupación por el avance del secularismo en Occidente.
Con una vida dedicada a la diplomacia y la Iglesia, Dominique Mamberti se prepara para uno de los momentos más simbólicos de su carrera: anunciar al mundo el nombre del nuevo líder de la Iglesia Católica.
Dominique Mamberti fue una figura clave en la diplomacia vaticana durante décadas. Su influencia se manifestó en varios frentes:
Mamberti es reconocido por su perfil discreto y su enfoque técnico, lo que le ha permitido consolidar la posición del Vaticano en el escenario internacional sin protagonismos excesivos.
Con información de agencias.
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El humo blanco será indicativo de que un cardenal logró al menos dos tercios de los votos en el cónclave y se convierte en pontífice, aunque para oficializarlo tiene que aceptar el cargo y decir con qué nombre quiere ser llamado.
La elección de un papa tiene un ritual, no solo en el proceso previo, sino en el inmediatamente posterior.
Este jueves los 133 cardenales electores - menores de 80 años - tiene programadas cuatro votaciones (dos ya fueron sin acuerdo, restan otras dos), a la espera de saber si tras una de ellas la chimenea sobre la Capilla Sixtina despide humo blanco.
Eso sería indicativo de que un cardenal ha obtenido al menos dos tercios de los votos y se convierte en pontífice, aunque para oficializarlo tiene que aceptar el cargo y decir con qué nombre quiere ser llamado.
Solo entonces se anuncia al mundo la elección de un nuevo papa y se abre un pequeño lapso hasta que se asoma al balcón central de la plaza de San Pedro.
Desde la Capilla Sixtina el elegido es invitado a ir a una habitación cercana, la llamada 'Sala de las Lágrimas', donde desde hace días está preparada la vestimenta que puede empezar a usar.
La habitación es conocida con ese nombre porque históricamente es el lugar donde el elegido podía permanecer tranquilo un momento y, eventualmente, rezar y llorar para desahogar la tensión acumulada.
En esa cámara hay tres hábitos largos o sotanas de color blanco de distinto tamaño en función de la altura del elegido, así como cuatro vestimentas cortas tipo sobrepelliz, una muceta o esclavina de color morado y una estola púrpura con decoración dorada.
También, si lo desea, puede elegir entre zapatos de distintos números, fajines, un cordón y una cruz dorada, todo allí dispuesto.
Cada papa elige cómo comparece ante los fieles en San Pedro y, así, en el caso de los dos últimos pontífices, el cardenal alemán Joseph Ratzinger salió al balcón con la esclavina y la estola mientras el argentino Jorge Bergoglio optó por aparecer sin esas piezas y se presentó al mundo solo de blanco, con la cruz en el pecho.
El protodiacono, el cardenal francés Dominique Mamberti, es el que anunciará quién es el elegido y el nombre con el que gobernará la Iglesia.
Después el nuevo papa dirigirá unas palabras a los presentes en San Pedro y hará la bendición urbi et orbi.
EFE
Una dinámica de larga data en la política argentina encuentra un punto de saturación en el fallido trámite para bloquear la candidatura de Cristina. Preguntas sin respuesta y una sociedad que elige creer cuando conviene.
Una vez consumado el rechazo de los senadores al proyecto de Ficha Limpia, pactado entre el Gobierno y el mandamás misionero Carlos Rovira, el foco se dirigió a la dirigencia del PRO, que había hecho del tema un caballito de campaña.
El proyecto aspiraba a impedir las candidaturas a cargos nacionales de personas con condena por corrupción en dos instancias judiciales, lo que habría significado la exclusión de Cristina de la contienda de este año. Gracias al giro de dos senadores por Misiones y pese al apoyo de los de la oficialista La Libertad Avanza (LLA), Ficha Limpia quedó a un voto de los 37 necesarios para ser aprobado.
Con Clarín a la cabeza, el sistema mediático había organizado un banquete para coronar a Silvia Lospennato, la candidata a legisladora del PRO, como la heroína del proyecto. La plasticidad de los senadores misioneros le aguó la fiesta a la diputada macrista, pero, de inmediato, ésta vio la oportunidad de sugerir un acuerdo espurio entre el Ejecutivo y el Gobierno de Misiones. Con medias palabras —al fin y al cabo, es una postulante que manifiesta pesar por no haber acordado listas con la ultraderecha para los comicios del 18 de mayo—, Lospennato profundizó en la línea de que lo que está en juego en las elecciones de la Ciudad y del país es una divisoria entre honestos y corruptos. Del lado de los primeros se encontraría el “institucionalista” macrismo y quien quiera sumarse; del lado de los corruptos, el kirchnerismo y el mileísmo. Así será para cierto sector del PRO en estos días de mayo hasta que las urnas reordenen el tablero.
Por ahora, cruzan palabras, “asco”, “decepción”, adujo Lospennato. “Mentirosa”, lanzó el irascible de Casa Rosada en un encuentro de finanzas. Nada que no pueda ser reparado en cuestión de semanas, si toca regresar las citas en Casa Rosada para continuar unidos con la gesta libertaria.
La jefa de campaña del PRO en las elecciones para la Legislatura porteña, María Eugenia Vidal, levantó la bandera de Lospennato. La exgobernadora cuenta con el beneficio de que un juez de Comodoro Py la sobreseyó este año de la sospecha de enriquecimiento ilícito por la compra de un departamento oneroso en Recoleta, al que accedió mediante un particularísimo préstamo otorgado por su vendedor, luego de declarar por TV que su divorcio la había dejado en Pampa y la vía, “con media casa y medio auto”, para la carcajada de Fantino.
La exhaustiva investigación sobre el patrimonio de Vidal fue llevada a cabo por Ariel Lijo y Ramiro González. El juez firmó el sobreseimiento en pleno remo para ser juez de la Corte, una mera casualidad. El fiscal, quien suscribió el criterio de Lijo, seguramente no estuvo condicionado por haber quedado en el ojo de la tormenta tras su fastuosa fiesta de cumpleaños en Puerto Madero, de la que rápidamente quedó indemne.
Si del PRO se trata, resulta inevitable oir la voz de Cristian Ritondo, jefe del bloque en Diputados. El partido de Macri se encuentra en la encrucijada de que decidió competir con La Libertad Avanza en la elección de CABA, mientras negocia la unidad en la provincia de Buenos Aires. Ritondo, con sus fichas puestas en la Provincia, debe navegar esa contradicción y va de foto en foto entre los pulgares arriba y plano picado con el Presidente, y otra con pose de persona normal cuando se ve con Macri.
A Ritondo no lo preocupa lo chocante que resulta ser visto como promotor de la proscripción de candidaturas por razones de decencia al tiempo que la causa que debe investigar sus decenas de propiedades en Buenos Aires y Miami duerme en Comodoro Py. El interés del diputado bonaerense está en preservar los puentes con Karina Milei. Es por ello que se desvive por estas horas por coordinar una postura del PRO que deslinde de toda sospecha al Gobierno de haber pactado el voto de los dos senadores misioneros para voltear el proyecto de Ficha Limpia. Para Ritondo, en flagrante contradicción con Lospennato, la decisión de Sonia Rojas Decut y Carlos Arce es exclusiva decisión de Rovira.
Lo que hoy es pesar porque Rovira pactó con Milei para voltear el intento de proscripción de Cristina, ayer fue algarabía porque esos saltimbanquis, como los provinciales santacruceños, salteños, neuquinos y cordobeses y la UCR estaban en el mismo barco.
Más allá de sus diferencias circunstanciales, a Ritondo, Vidal y Lospennato los unen sus acciones. El trío, como todo el PRO, fueron garantes de que los hermanos Milei eludieran cualquier intento de investigación parlamentaria por la supuesta criptoestafa, o que el ultra pudiera hacer uso y abuso de la herramienta de los DNU como ningún otro Presidente, contra toda práctica republicana. Lo que hoy es pesar porque Rovira pactó con Milei la voltereta de los dos representantes de Misiones para bloquear el intento de proscripción de Cristina, ayer fue algarabía porque esos saltimbanquis, como los provinciales santacruceños, salteños, neuquinos y cordobeses, y gran parte de la UCR estuvieron subidos al mismo barco. Si de comprar votos se trata, como sugiere Lospennato, el rechazo debe ser la norma y no la excepción en las semanas previas a una elección que la tiene como protagonista.
No hay ningún principio ideológico ni aspiración de coherencia que esperar de Rojas Decut y Arce, como tampoco del jefe del bloque de la UCR, el correntino Eduardo Vischi, que cambió en cuestión de dos horas el sentido de su voto por una comisión investigadora de la criptoestafa. El peronista Edgardo Kueider goza de sus millones en Paraguay, pero no está solo. Hoy cabe obedecer a Milei, mañana escucharán ofertas así como ayer prestaron el oído a las de Cristina o Macri, si se quiere pensar bien, para favorecer las arcas de sus provincias. Es un dato penoso y repudiable de la política argentina, pero rige hace tiempo.
El debate sobre Ficha Limpia tiene otras aristas. Una de ellas es constitucional, lo que habría deparado nuevas escenas en el pantano judicial, por si hubiera pocas. Juristas cuestionan en qué medida una ley puede alterar el principio de presunción de inocencia hasta tanto no se alcance sentencia firme, y por qué correspondería agregar un impedimento para ejercer el derecho de ser elegido, pilar de la democracia.
Otra cuestión es el argumento elemental de que una disposición legal que otorgue tamaña responsabilidad a los jueces como sumarles a sus decisiones la posibilidad de vetar candidaturas requiere un elenco de jueces y fiscales intachable, que sería lo contrario de lo que ocurre en los tribunales federales. Quizás es casualidad, pero ocurre que muchos jueces y fiscales que abren, cierran, cajonean, manotean, absuelven y sentencian causas visitaron a Macri en sus altillos más reservados, se dejaron invitar a viajes por Clarín y/o acumulan prontuarios por supuestos delitos graves.
Del lado de los Milei, hubo razones comprensibles desde la óptica del interés político. Con el voto de los senadores de la Libertad Avanza, el Gobierno no terminó de ceder la bandera que hoy reclama con exclusividad el PRO, aunque el acuerdo con Rovira haya quedado demasiado expuesto. Dejar a Cristina en carrera implica extender una polarización en un principio eludida y luego fomentada por el mandatario, con la presunción de que es una rival a la que le gana. Macri podría explicarle los riesgos de la estrategia. En segundo orden, la vigencia de la expresidenta actúa como factor discordante en todo el campo opositor y erosiona la emergencia de Axel Kicillof, el único liderazgo potencialmente competitivo que asoma en el peronismo.
Quizás es casualidad, pero ocurre que muchos jueces y fiscales que abren, cierran, cajonean, manotean, absuelven y sentencian causas visitaron a Macri en sus altillos más reservados, se dejaron invitar a viajes por Clarín y/o acumulan prontuarios
Y nada de ello exime a Cristina y prominentes funcionarios kirchneristas de la promiscuidad de relaciones con empresarios corruptos como Lázaro Báez. El cristinismo se desentiende de las fundadas sospechas, por ejemplo, en el soterramiento del tren Sarmiento, la obra pública bajo el aspirante a monja de medianoche José López, las deudas impositivas acumuladas por Cristóbal López y un sinfín de casos de presunta corrupción, con el argumento de que Macri resuelve de taquito las cuentas offshore de su familia, los millones obtenidos del pase de manos de los parques eólicos, el soterramiento del Sarmiento (alcoyana) y otro sinfín de casos de presunta corrupción.
Una clave para abordar esta podredumbre está dada por la impostura honestista que sobrevuela la política hace décadas. En la medida en que la lucha conta la corrupción sea un arma de uso circunstancial e intermitente, a ser activada para dañar al rival y proteger a los propios, el estrago que causa la deshonestidad en las políticas públicas tendrá un largo recorrido.
No es una cuestión de dirigentes más o menos oportunistas e inescrupulosos, sino de instituciones y de actores centrales de la democracia, como los medios de comunicación. La filmación fraguada en el living del departamento de Elisa Carrió de un narco falsamente arrepentido por parte del programa de Jorge Lanata en Canal 13 para señalar a Aníbal Fernández como “La Morsa” a días de la elección que ganaría Vidal no sólo habla de la moralidad de los implicados, sino también de parte de la sociedad que decidió creerlo.
SL/MC
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